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Columna
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Es hora de llevar las riendas

Ha llegado el momento de que Sheryl Sandberg se aleje de Facebook. No porque la directora de operaciones de la red social haya hecho un mal trabajo –todo lo contrario–. Fue la supervisora adulta a medida que la creación que hizo Mark Zuckerberg en su habitación se convertía en una empresa de 165.000 millones dólares. El fundador lleva ahora su propio camino, como muestran sus últimos espectáculos de adquisición. Para Sandberg, eso lo convierte en un lastre.

Sandberg se unió a Facebook cuando Zuckerberg iba en chanclas y pantalones deportivos por las oficinas temporales de la empresa frente a la Avenida Universidad de Palo Alto. La llegada de una ejecutiva de éxito de Google trajo floritura profesional –y mucho más–. Sandberg también había trabajado como jefe de gabinete del secretario del Tesoro de Estados Unidos, cursó un MBA en Harvard, y su currículum cuenta incluso con un poco de polvo de hadas de McKinsey y con la credibilidad del Banco Mundial.

Zuckerberg era propenso a las decisiones equivocadas, como alterar radicalmente las políticas de privacidad de Facebook, en una etapa frágil en el crecimiento de la empresa. Sandberg mezcló un enfoque institucional con cultura hacker de Zuckerberg. Eso consoló a los patrocinadores financieros de Facebook y permitió a la compañía vender publicidad sin alterar a los usuarios. La mayor oferta pública de venta tecnológica jamás contada vino después, convirtiendo a Sandberg en multimillonaria.

Puede que el fundador y consejero delegado de Facebook aún sea impredecible, pero ya no es un niño. Con el control de la compañía, no tiene que escuchar a su directora operativa.

Las últimas decisiones de Zuckerberg (y las que podría tomar a partir de ahora) son un riesgo para Sandberg. Se ha forjado últimamente una reputación por exhortar a las mujeres a perseguir sus ambiciones, y por escribir sobre la necesidad de estas de afirmarse como líderes. La ironía es que, a pesar de la impresionante carrera de Sandberg, todavía no ha emergido como jefa. Tiene carisma y contactos para apuntar más alto, pero primero tiene que dirigir algo por sí misma. Eso no será en Facebook.

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