Los españoles, los que más insultamos al volante
El 63% de los conductores españoles pita sin razón y un 59%, insulta El conductor ejemplar es el sueco. El más irresponsable, el italiano seguido del español
El 63% de los conductores españoles confiesa que pita de forma intempestiva a los conductores que les irritan (frente al 47% de los europeos), el 59% asume que tiene tendencia a insultar a otros conductores (la media europea es del 56%) y el 35%, que adelanta por la derecha en la autopista (mientras que sólo lo hace el 28% de los conductores europeos). Estas son las peores prácticas de los automovilistas españoles, según una amplia encuesta realizada por el Instituto Ipsos sobre los hábitos de los conductores europeos para la Fundación Vinci Autorutes.
El grueso de automovilistas españoles y europeos reconoce saltarse los límites de velocidad, con un porcentaje del 79% en España y del 86% en Europa. Muy pocos, sin embargo, admiten conducir sin el cinturón de seguridad, en tasas por debajo del 20%. El peligroso hábito de hablar por teléfono sin manos libres afecta al 46% de los europeos y de los españoles mientras que sólo un 19% de los españoles manda SMS o chatea mientras conduce.
Pese a estos datos, si hay algo en lo que todos los europeos coinciden, independientemente de su nacionalidad, es en la valoración muy positiva que hacen de sus dotes de conductores. Se ponen una nota media del 7,8 sobre 10 y ninguno de los encuestados se considera irresponsable o peligroso al volante.
Los demás si lo son, claro. Cuando se trata de evaluar el comportamiento de sus compatriotas al volante, los españoles se muestran, al igual que los demás conductores europeos, bastante severos (el 76% les atribuye como mínimo un adjetivo negativo), aunque también hay que decir que el 22% (frente a solo el 11% de los europeos) les considera como conductores “tranquilos”.
Los europeos opinan unánimemente que el conductor ejemplar es el sueco (47%) y el menos responsable el italiano (50%), seguido por el español (16%). Los españoles comparten esta opinión puesto que sitúan a ellos mismos en un 30% en el segundo puesto del ranking de la irresponsabilidad al volante, justo detrás de los italianos (50%).
Esta imagen no refleja necesariamente la realidad ya que, en promedio, los conductores españoles son los que menos comportamientos peligrosos adoptan al volante (4,3 de los 13 comportamientos peligrosos evaluados), según esta misma encuesta de Ipsos.
Algunas especificidades españolas
En general, los riesgos relacionados con la falta de atención están bien identificados, especialmente en la autopista, ya que el 76% de los españoles (frente al 74% de los europeos) afirma que nunca se debe conducir estando cansado.
Si bien los conductores españoles son los europeos que menos admiten conducir cansados (23% frente al 34% de los europeos), sí adoptan comportamientos peligrosos en la víspera de su viaje, pues el 84% (frente al 77% de los europeos) hace las maletas en la víspera del viaje y el 80% (frente al 77% de los europeos) se acuesta tarde o se levante más pronto que de costumbre.Un 24% reconoce incluso que ya ha estado a punto de dormirse al volante.
Sin embargo, los españoles, que conducen una media de 2h45 antes de realizar una parada (frente a una media de 3h04 en los demás países), siguen siendo con los franceses los campeones europeos de la pausa, pese a no respetar la recomendación de una pausa cada 2 horas. Los españoles, poco adeptos de la siesta reparadora en los trayectos largos (55% frente al 71% de los europeos), prefieren cambiar de conductor durante el viaje (71% de los españoles y europeos) para reducir el riesgo de inatención.
Por otro lado, los españoles son muy conscientes del riesgo que supone conducir bajo los efectos del alcohol o de los estupefacientes y lo consideran la principal causa de accidente mortal en carretera (64%). Además, resultan ser mejores alumnos que sus homólogos europeos por lo que respecta al alcohol al volante, dado que solo un 4% (frente al 11% de los europeos) confiesa haber conducido estando por encima de los límites de alcohol autorizados pero cuando todavía no notaba los efectos.