La Fundación Esther Koplowitz, a la vanguardia en biomedicina
El mecenazgo en la investigación científica, de larga tradición en los países anglosajones, tiene en España una evolución más limitada, si bien existen entidades que realizan relevantes aportaciones a muy diversos proyectos que no podrían desarrollarse de otro modo.
Un caso paradigmático, en el campo de la investigación biomédica, es el dela Fundación EstherKoplowitz que, con la creación del Centro Esther Koplowitz de Barcelona, se ha convertido en líder de la contribución privada para el apoyo de la investigación biomédica. La empresaria y filántropa aportó, a través de la fundación que lleva su nombre, 15 millones de euros al proyecto.
En los poco más de tres años que lleva en funcionamiento (se inauguró el 4 de octubre de 2010), el Centro Esther Koplowitz se ha convertido en un referente internacional en la investigación biomédica. “El centro está orientado a investigar enfermedades y esto no es una obviedad”, señala el doctor Vicente Arroyo, director de esta institución. “No lo es porque, frente a las investigaciones genéricas de procesos sobre cómo funciona el organismo, la inflamación, etc., nosotros nos centramos en el estudio de las causas, diagnóstico y tratamiento de enfermedades”, explica Arroyo.
Así, las principales líneas de investigación son: oncología (cáncer de hígado, colon, páncreas y esófago, melanoma y hematopatías malignas); diabetes y trastornos metabólicos, incluida la obesidad; enfermedades digestivas (hepatitis, cirrosis, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedades hepáticas ligadas a la obesidad); infecciones bacterianas y procesos infecciosos ligados a la pobreza (tuberculosis, sida, malaria), e inmunología, inflamación y enfermedades autoinmunes.
“Las enfermedades se investigan a todos los niveles, desde el plano molecular, pasando por células, hasta tejidos y finalmente pacientes”, dice Vicente Arroyo
“Estas enfermedades se investigan a todos los niveles, desde el plano molecular, pasando por células, hasta tejidos y finalmente pacientes”, indica el director del centro. Para llevar a cabo esta labor existen 29 grupos de investigación, que reúnen a cerca de 400 investigadores pre y posdoctorales. “Su labor produce 400 artículos originales al año”, destaca Arroyo. “Uno de esos artículos, sobre una nueva técnica de cirugía, demostró las ventajas de la cirugía laparoscópica frente a la cirugía convencional en el tratamiento del cáncer de recto”, recalca Antonio de Lacy, jefe de Cirugía Gastrointestinal del Hospital Clínic, una técnica que ha convertido a este hospital en referencia mundial.
Además, “de sus trabajos han surgido hasta ahora cinco spin-offs [iniciativas empresariales surgidas del ámbito universitario]”, apunta Ramon Gomis, director del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer, que destaca la labor formativa del centro y sus acuerdos con prestigiosas universidades e instituciones internacionales.
Áreas de investigación abiertas
Situado a escasos metros del Hospital Clínic (un pasadizo conecta ambas instituciones), el Centro Esther Koplowitz tiene aproximadamente 14.500 metros cuadrados distribuidos en siete plantas sobre el suelo y tres plantas en el subsuelo. El centro ha sido donado ala Fundación Clínicde Barcelona y es gestionado en el ámbito de actuación del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer, líder en investigación en España y uno de los diez primeros de Europa. Al objeto de facilitar la interacción entre investigadores, no existen laboratorios cerrados sino áreas de investigación abiertas.
En la primera planta del sótano se localizan las plataformas científicas, servicios comunes, entre los que destacan un laboratorio de genómica, una unidad de citómica, un centro de procesamiento de imágenes y un biobanco de gran capacidad.
También bajo el patrocinio dela Fundación EstherKoplowitz, en 2006 se puso en marcha el programa de Cirugía de Telepresencia en el Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, gracias a la adquisición del robot Da Vinci, una herramienta médica diseñada porla NASA. Lacirugía robótica se realiza sin que el cirujano esté en contacto directo con el enfermo. Esta cirugía, con la que se han realizado más de 1.000 intervenciones, tiene la ventaja de que solo es necesaria una mínima incisión y permite una recuperación más rápida del paciente.
Igualmente ha colaborado con un proyecto de visión táctil dela Universidad Complutense de Madrid, y ha participado en la financiación de otros programas de investigación de enfermedades, entre las que destacan el cáncer, el alzhéimer, la drogadicción y la esclerosis.
Protección para los más desfavorecidos
“La Fundación Esther Koplowitz está dedicada, principalmente, a ayudar a los más desfavorecidos”, comenta Pedro López Menor, director del centro para mayores Nuestra Casa de Collado-Villalba, en Madrid. “Y lo hace en cuatro áreas: personas mayores sin recursos; personas con discapacidad física y psíquica; investigación biomédica, y becas y ayudas al estudio”, continúa.
La fundación ha construido, equipado y donado las residencias La Nostra Casa de Fort-Pienc, en Barcelona, y la ya mencionada Nuestra Casa, ambas para ancianos asistidos y sin recursos, y La Nostra Casa de Vall de la Ballestera, en Valencia, para minusválidos psíquicos y físicos, mayores de edad. Está prevista la construcción de otras dos residencias, con idéntica finalidad que esta última, una en Valladolid y una segunda en Valencia.
Asimismo, ha construido y equipado, en Madrid, una residencia para niños afectados de parálisis cerebral, que ha donado a la Fundación Nido.
Ha concedido un alto número de becas a estudiantes sin recursos; construyendo, equipando y donando, además, una residencia universitaria femenina en Pozuelo (Madrid), del que se benefician cada curso académico unas 240 alumnas desde el año 2006.
La fundación se financia, única y exclusivamente, con las donaciones de su presidenta. Esther Koplowitz ha recibido numerosos reconocimientos y distinciones por su labor social y empresarial, a los que el próximo miércoles sumará la Medalla de Oro de Barcelona, la máxima distinción que concede la ciudad.