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Los fundadores de Zara, Mango y Desigual

Ortega, Andic y Meyer, los tres discretos reyes de la moda española

Amancio Ortega, fundador de Zara.
Amancio Ortega, fundador de Zara.Efe.

"La vida es Chula”, dice el lema del grupo de moda español Desigual: sobre todo, cabría añadir, si eres millonario, has fundado una compañía de éxito y apenas tienes presencia pública. Es el caso del primer accionista de la compañía con sede en Barcelona, Thomas Meyer. “¿Podrían enviarnos una fotografía del presidente del grupo para ilustrar una información?”, solicitó este diario el viernes a la firma de moda. “Uff”, respondieron, “podemos enviar imágenes de la apertura de la sede del grupo, Meyer aparece con Artur Mas [presidente de la Generalitat] y otros”, dijeron. “Ese día no pudo escaparse... tenemos otra de cuando tenía 25 años”, añadieron.

Hasta hace poco la única imagen que los medios tenían a mano de Amancio Ortega, el fundador de Zara, era una fotografía tipo carné que ilustraba las memorias anuales del grupo. Ahora existen otras, no muchas más, pero el empresario gallego, 77 años, sigue esquivando los medios, las apariciones públicas. “Es un tipo de lo más normal”, dice un conocido. “Te lo puedes encontrar comiendo con su familia en un restaurante de La Coruña donde un servicio no cuesta más de 40 o 50 euros, o desayunando en el Club Financiero de la Ciudad, que no es precisamente el palco del Bernabéu... No va aparentemente con guardaespaldas, al menos no con uno delante y otro detrás como hemos visto en La Coruña a otros empresarios de mucha menor entidad...”, comentaron. “Y que conste que su implicación con el día a día de la empresa es mayor del que pueda parecer: sigue al frente de la línea creativa”, aseguraron.

Al igual que Meyer y Ortega, el fundador y presidente de Mango, Isak Andic, es reacio a ver su imagen impresa. El empresario español, nacido en 1953 en Turquía, no permitió que le fotografiaran hasta 2007, cuando entró en el consejo de administración de Sabadell, donde llegó a ser vicepresidente y uno de sus principales accionistas, con más del 5% del capital. “Es extremadamente educado, apacible”, dice de él una persona cercana al mundo de la moda. “Quizá demasiado, puede parecer algo altivo”.

En 2013 el fundador de la cadena española comunicó su salida del consejo de la entidad financiera haciendo gala de esa corrección vital: en una carta Andic informó que dejaba el consejo para dedicar “todo su tiempo y esfuerzo al plan de crecimiento y diversificación de Mango, sin menoscabo de los intereses de la entidad, con la que se siente ligado y comprometido y de la que seguirá formando parte como accionista”. En la actualidad Andic posee el 2,5% del capital de Sabadell.

El tino que el fundador de Mango tuvo a la hora de montar su imperio textil falló no solo a la hora de invertir en banca, también en ladrillo. Andic perdió su inversión en la inmobiliaria Habitat, la compañía que a finales de 2006 compró por 2.200 millones de euros la inmobiliaria de Ferrovial y que poco después protagonizaría uno de los mayores concursos empresariales ocurridos en España.

¿A qué obedece esa aversión por las apariciones públicas, por los medios de comunicación de los tres reyes de la moda española? “En el fondo”, dice una persona que ha tenido relación con los tres, “son artistas, más que empresarios en realidad son artistas, diseñadores, y tienen sus formas de ser”.

Pocos artistas españoles como Ortega, Andic y Meyer pasean en la actualidad la marca España por el mundo como hacen ellos. Inditex, con un valor de mercado de 67.400 millones de euros, está presente en más de 80 países; al grupo de Ortega le supera en presencia internacional Mango, con actividad en 107 países; Desigual acaba de dar entrada en su capital a una firma de capital riesgo francesa, Eurazeo, que se ha hecho con el 10%, para impulsar su expansión internacional (está en 72 países) y abordar el mercado latinoamericano y japonés.

Y muy pocos crean tantos puestos de trabajo como ellos: al término de 2013 Inditex empleaba a 128.313 personas, más de 40.000 en España; la plantilla de Mango está compuesta por más de 12.000 empleados y la Desigual por cerca de 4.000.

Ortega, un imperio inmobiliario de 7.250 millones

La primera inmobiliaria española se llama Amancio Ortega. Más bien Pontegadea, una de las sociedades a través de la cual el fundador de Zara adquiere inmuebles en las principales ciudades del mundo, Madrid, Londres, Nueva York, Barcelona, París...

Bloomberg publicó esta semana que los activos inmobiliarios de Ortega alcanzan un valor de 10.000 millones de dólares, 7.246 millones de euros, según fuentes consultadas por la agencia. Los activos de la que ahora puede ser considerada en propiedad la primera inmobiliaria española, la cotizada Colonial, rozan un valor de 5.000 millones de euros.

Según la firma Real Capital Analytics, Ortega ha gastado en la última década 6.000 millones de dólares en la compra de inmuebles en ciudades como Berlín, París, Chicago, Boston, Miami, Washington y San Francisco.

Solo en Londres ha invertido 1.300 millones de dólares en el sector inmobiliario, según datos de la agencia que señaló que al menos dos de los edificios de Ortega en la capital de Reino Unido figuran a nombre de sociedades en Luxemburgo.

En los cuatro últimos meses el primer accionista de Inditex ha destinado 1.000 millones de dólares a la compra de activos situados en Manhattan, Londres, Beverly Hills y Barcelona.

A finales de 2011 el propietario del Rockefeller Center, Tishman Speyer, negociaba con el grupo FCC la compra de Torre Picasso, en Madrid. En el último momento, según fuentes de Bloomberg, apareció Ortega y se llevó el inmueble por 400 millones: en 2007 Torre Picasso tenía un valor de 850 millones.

En 2012 los inmuebles de Ortega en el mundo generaron una renta de 290 millones de dólares.

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