Teruel prevé que la nueva ley les permitirá centrarse en las pymes
El presidente de las Cámaras de Comercio, Manuel Teruel, celebró la aprobación del texto, “porque aportará estabilidad legal tras más de tres largos años en los que han tenido que hacer frente a la indefinición normativa y a ajustes económicos, organizativos y de personal”. En declaraciones a Europa Press, Teruel destacó que este paso se ha dado además con un amplio apoyo político en el Pleno del Congreso de los Diputados, lo que sugiere la voluntad mayoritaria de los grupos parlamentarios de contar con unas cámaras de comercio “potentes”.
El presidente de las Cámaras recalcó que con esta nueva Ley se consolida la eliminación del canon obligatorio a las empresas. Cualquier compañía, por el mero hecho de serla, formará parte de las Cámaras de manera automática, de modo que cualquier aportación económica que se realice será voluntaria. Así, las Cámaras se financiarán a través del cobro de servicios y tendrán capacidad de cofinanciación como gestores preferentes de fondos comunitarios. Con todos estos elementos, Teruel da por garantizada la solvencia de estas instituciones.
Un buen ejemplo es el acuerdo firmado con el Consejo General del Poder Judicial a finales de 2012 para convertir a las Cámaras de Comercio en referencia para derivar asuntos que se puedan resolver a través de la mediación mercantil y civil.
Pero, por encima de cuestiones económicas, Teruel quiso destacar que ahora las Cámaras podrán dar un apoyo decidido “mediante servicios de alto valor a las empresas, especialmente a las pymes y micropymes, motores decisivos para la recuperación de la economía española y la creación de empleo”.
Preguntado por si la ley y más en concreto la desaparición definitiva del recurso cameral servirán para acabar con las fricciones que en otros momentos han surgido entre las Cámaras y CEOE, Teruel señaló que los citados desencuentros “siempre son más cosa de las personas que de las instituciones”, por lo que descartó que vaya a haber fricciones”.
La supresión del recurso cameral, que aportaba 250 millones a las Cámaras (el 70% procedía de las empresas con un volumen de negocio superior a 10 millones) obligó a un ajuste laboral sin precedentes, que ha dejado la plantilla en 1.600 frente a los 3.600 empleados de finales de 2010.