Los fondos pujan ahora por las áreas de recobro de morosos de la banca
Los fondos compran deuda con descuentos del 95% para recibir retornos del 15%.
Los fondos de inversión internacionales que vienen rondando a la banca española están interesados básicamente en los inmuebles que se han venido adjudicando las entidades y en sus carteras de crédito, algunas de ellas también con viviendas detrás como garantía hipotecaria, otras sin ningún colateral. Una segunda derivada de esta reciente demanda ha sido la puja por controlar las grandes plataformas de gestión de esos inmuebles de la banca, que se ha traducido en importantes operaciones durante 2013, y se extiende ahora a la venta de las áreas de recobro de créditos impagados del sector.
“Esperamos otras cuatro o cinco grandes operaciones de este tipo durante el año”, adelantaba ayer Íñigo Mato, managing director de TDX Indigo, compañía especializada en la consultoría para compradores y vendedores de carteras de deuda, para las que también ofrecen servicios de valoración y gestión. Actualmente, la principal operación que hay abierta es la que planea Liberbank, que ha puesto a la venta su área de recobro de préstamos, por la que aspira a lograr unos 50 millones de euros.
La operación sigue la senda que ya abrieran anteriormente otras entidades como BMN que anunció a comienzos de enero que acababa de cerrar la venta de su unidad de servicios de gestión de cobro telefónico al fondo noruego Lindorff por un importe de 39,2 millones de euros junto con un contrato de cesión de los servicios de recobro de deuda temprana (normalmente la de los primero 90 días tras entrar en mora) de su cartera por un periodo de 10 años.
Ya un año antes, Banco Popular anunció que había cerrado una operación similar traspasando su Centro de Análisis y Recuperación de Incumplimientos más la gestión inicial de sus créditos fallidos durante una década al Grupo EOS (del grupo Otto, que ya se hizo con la filial de recobros de Pastor en 2009) por 135 millones de euros, lo que le supuso unos 133 millones en plusvalías.
Estas transacciones, y las que vendrán, siguen el camino abierto el verano pasado con la venta de las plataformas inmobiliarias de Bankia, CaixaBank o el propio Popular. Banco Santander, de hecho, incluyó su área de recobro en la operación de venta de su plataforma inmobiliaria, Altamira, al fondo estadounidense Apollo, paquete que en conjunto se valoró en unos 700 millones de euros.
Con la mayor carga de ladrillo del país y una mora crediticia que marca nuevos récord en el 13,6%, las entidades financieras tratan de esta forma de reforzar sus ingresos deshaciéndose de los potentes departamentos de gestión inmobiliaria y de deuda que se han visto obligados a crear tras el estallido de la crisis pero que no responden a su negocio principal.
Los fondos de inversión y el capital riesgo internacional que están haciéndose con estas áreas buscan plataformas con las que desembarcar con fuerza en España, con capacidad e información para hacerse con importantes paquetes de activos y deuda.
El negocio de las carteras de créditos impagados no es menor. Los fondos que entran lo hacen con la expectativa de lograr una rentabilidad media del 15%, explican desde TDX Indigo, donde matizan que los porcentajes pueden variar entre el 10%, si el riesgo de pérdidas es menor y el 20% si es mayor, como con los créditos a pymes, ilustran.
Para ello, explican desde la consultora, los inversores reclaman descuentos del 95% en el caso de créditos sin garantías hipotecarias u de otro tipo detrás. Una cifra que la banca está dispuesta a aceptar puesto que los créditos al consumo, por ejemplo quedan dotados al 100% a los 12 meses de entrar en mora con lo que la venta aunque sea a bajo precio supone ingresos extraordinarios en un momento en que el negocio financiero sigue estando débil.
El de las carteras con garantía hipotecaria, que se saldan con descuentos menores, es un mercado que empieza a repuntar ahora exponen desde TDX donde revelan que la tendencia actual es la venta de paquetes mixtos de deuda con y sin colaterales. Un mercado cuya actividad irá en aumento en los próximos meses y años, prevén.
Protocolo de gestión de los préstamos fallidos
La gestión de los créditos morosos de la banca se basa en un protocolo de actuación con hitos temporales. Aunque “cada vez se externaliza antes”, indican desde TDX Indigo, lo usual es que la propia entidad se encargue del recobro temprano, es decir, de intentar reconducir la situación de un préstamo en los primeros 90 días en que incurre en impagos. A partir de ahí, cuando se contabiliza oficialmente como mora, las entidades suelen optar por servicios externos. Estos llevan a cabo un primer proceso de acciones de telecobro (lo que suele incluir notificaciones por carta, mensajes al móvil y llamadas telefónicas) durante 180 días. Presión que se agudiza durante los 90 días siguientes. Transcurrido un año es cuando suele ponerse sobre la mesa la venta del préstamo a un tercero. El recobro, advierten desde TDX Indigo, es caro. Cuesta un 25% de lo que se recupera.