El 63% de los ingresos de las grandes firmas viene de fuera
La facturación de las empresas del Ibex 35 se situó en los 488.182 millones de euros en 2013, lo que supone una caída del 4,1% respecto a 2012. Como viene siendo habitual desde hace años, las compañías que componen el índice de referencia de la Bolsa española tienen una fuerte vocación exportadora.Si en 2012 los ingresos procedentes del exterior equivalían a cerca del 59% de las ventas –sin incluir los datos de ArcelorMittal, que no desagrega las zonas ante la CNMV–, en 2013 las cotizadas han dado un paso más en su proceso de internacionalización y la facturación fuera de las fronteras alcanza ya el 63%, hasta los 269.644 millones de euros. Rebasar estos niveles de cara a los próximos ejercicios es difícil, pues tal y como indica Ignacio Cantos, director de Inversiones de Atl Capital, las compañías disponen de poco margen para reducir su peso en España. “Han llegado al mínimo de lo que puede suponer su país de origen”, aclara.
De salvavidas a foco de incertidumbre
Es precisamente esta apuesta por el mercado exterior la que ha permitido a las compañías salvar los muebles en un escenario en el que la demanda nacional se encuentra bajo mínimos. En opinión de los expertos, el proceso de diversificación geográfica, lejos de suavizarse, se consolidará en 2014. Pese a la dificultad, “cabe esperar que los ingresos del exterior sigan elevando su peso, ya que las compañías están haciendo un esfuerzo de mayor penetración en aquellos mercados con fuerte potencial de crecimiento como México yColombia”, señalan desde Banco Sabadell.
Pero lo que hasta entonces ha servido de salvavidas puede convertirse en un arma arrojadiza, y más si se atiende a la distribución geográfica de las empresas españolas. “En el caso de las compañías del Ibex 35 la mayor parte de su exposición internacional está muy sesgada hacia Lationamérica”, afirma desde el departamento de análisis deSabadell. Argentina yBrasil son los países que concentran la apuesta de algunos de los pesos pesados del selectivo, como Santander, BBVA o Telefónica. Y aunque la evolución del negocio en estos mercados ha sido positiva, las compañías han sufrido en los últimos meses la devaluación de la divisa. Los expertos estiman que en los dos últimos trimestres el efecto negativo de los tipos de cambio ha tenido un impacto en ventas que oscila entre el -5% y el -8%.
Después de la agitación vivida por las divisas emergentes, Torre considera que el impacto de estos mercados en el balance de las empresas ha sido mixto. Por el lado positivo, la analista señala que algunas compañías como Endesa han conseguido salvar el ejercicio gracias a su apuesta por estos mercados. “Mientras el negocio de la eléctrica caía un 17%, hasta los 1.176 millones de euros en España y Portugal por el impacto de la reforma energética, el beneficio en Latinoamérica subía un 13% hasta los 703 millones”, asegura.
En los próximos meses, es de esperar que los mercados emergentes sigan representando la principal fuente ingresos. “El impacto en el negocio orgánico, sobre todo en ventas, sigue siendo positivo, ya que son mercados de crecimiento relativamente elevados, menos maduros, con mucho potencial de penetración y márgenes relativamente elevados”, mantienen los expertos.
Pero aunque la mayor parte del pastel recaiga sobre estos países, los analistas empiezan a rotar sus posiciones y apuestan por compañías con mayor presencia en países europeos, en Estados Unidos o incluso en España. Es decir, por países desarrollados que han empezado a dejar atrás la crisis después de realizar fuertes ajustes y de contar con el respaldo de los bancos centrales.
En un entorno de crecimiento como el que parecen confirmar los últimos datos (en el cuatro trimestre de 2013 el PIBespañol creció un 0,2% y encadenó su segundo trimestre al alza), la demanda nacional es de prever que se recupere. Esta mejoría debería verse reflejada en un incremento de los ingresos procedentes del mercado interior. A cierre del 31 de diciembre de 2013 los ingresos de las empresas en territorio español se situaba en 159.628 millones o lo que es lo mismo cayeron un 5,2% respecto al mismo periodo del año anterior.
Por compañías, Técnicas Reunidas, Amadeus, Ebro Foods, Grifols y Gamesa son las empresas que mayor presencia tienen en el exterior. De hecho, más del 90% de su facturación se genera fuera de España.
En el lado opuesto, se encontrarían BME, Bankinter y Jazztel.Estas tres son empresas puramente nacionales. Le siguen de cerca CaixaBank, Popular, Mediaset, Red Eléctrica, Bankia y Banco Sabadell con un exposición inferior al 10%.
En los colosos del sistema financiero (BBVA ySantander), Telefónica, Inditex, Repsol e Iberdrola –entre las cinco cotizadas concentran cerca del 30% de la capitalización del Ibex– el sector exterior representa más de la mitad de la facturación. Esto ha permitido a las entidades financieras mejorar sus márgenes mientras el negocio en España caía.Allí, el negocio tradicional, basado en préstamos y depósitos, ha continuado funcionando sin problemas mientras que en el territorio nacional el crédito permanecía contraído y los beneficios procedían de las operaciones en el mercado.
Respecto a Telefónica, y a pesar de la devaluación de las divisas, el negocio internacional ha seguido viento en popa y sus ingresos se aproximaron a los 44.000 millones de euros. Es decir, el 77% de la facturación total del grupo. Por su parte, Repsol, que en 2012 sufrió la expropiación de YPF a manos del gobierno argentino, continúa explorando nuevos territorios que le permitan aumentar sus beneficios. Concentra su búsqueda en países como Venezuela, Rusia o Libia.