La nueva apuesta de Facebook
El mercado global de telecomunicaciones e internet ha vuelto a dar muestras de su enorme potencial en términos de competencia y movilidad. Facebook ha anunciado un acuerdo para adquirir WhatsApp, la popular compañía de mensajería instantánea móvil, en una operación valorada en unos 19.000 millones de dólares (13.860 millones de euros). El movimiento, de alto valor estratégico, supone la entrada de Facebook en el mercado de telecomunicaciones como competidor directo de las operadoras. WhatsApp ha liderado el proceso de derribo del negocio de mensajería instantánea SMS de las compañías de telecomunicaciones. La gratuidad y flexibilidad de las nuevas aplicaciones han provocado una caída de ingresos para las operadoras de 15.000 millones anuales, hasta el punto de que el volumen de mensajes, solo de WhatsApp, en todo el mundo equivale ya al de los SMS.
El movimiento estratégico de Facebook tiene un objetivo claro: convertirse en una compañía de telefonía móvil. Las cifras del negocio que ha adquirido son un excelente salvoconducto para realizar ese viaje, trascendental en su futuro. Cerca de un millón de usuarios de telefonía móvil se descargan diariamente la aplicación de WhatsApp, que cuenta ya con 450 millones de clientes, un 70% de los cuales la utiliza todos los días. La compañía de Mark Zuckerberg poseerá ahora los mandos de la aplicación responsable del retroceso en términos de ingresos que han experimentado los SMS, así como la principal causa de la reducción del tráfico a través de esta vía.
Pese a lo impresionante de las cifras de usuarios y el potencial de expansión de WhatsApp, algunos aspectos de la operación resultan una incógnita. Está por ver si Facebook puede rentabilizar el alto precio ofertado para la operación y los expertos dudan del valor económico de una empresa como WhatsApp, que no tiene beneficios. Son dudas que recuerdan a la burbuja de las puntocom de principios de siglo. También se baraja que la compra sea una hábil maniobra de blindaje de Facebook frente a un dinámico competidor dotado de gran potencial para construir grupos y fidelizar clientes.
Más allá de los beneficios corporativos que esta adquisición pueda suponer para Facebook, su entrada en el mercado de las operadoras de telecomunicaciones supone un reto de primera magnitud para un sector en el que la innovación y la competitividad son factores que se dan por descontado. La compra de WhatsApp se suma a la cadena de fusiones y adquisiciones que se han producido en el mercado y que, desde principios de año, han movido ya casi 37.000 millones de euros. Un buen ejemplo es esta operación, pero también una advertencia sobre las claves de un mercado cuyo dinamismo crece día a día y en el que nadie puede permitirse el lujo de quedarse quieto.