Pasado el susto emergente, las Bolsas buscan dónde agarrarse
Miedo a las alturas”, “calma tensa”, “sobrevaloración” o “situación extraña”. Así es como describen algunos analistas lo que está pasando estos días en las Bolsas europeas, y especialmente en el Ibex 35.
Tras la fuerte recuperación de la semana pasada, una vez disipados los temores por la crisis de las divisas emergentes, los principales índices de referencia de la eurozona han vuelto a las ganancias anuales, aunque sea por la mínima. El Ibex 35 aguanta el tipo con un avance del 0,7%. Destaca el Mib italiano, con una revalorización en torno al 7% en lo que va de año tras celebrar el cambio de Gobierno en el país transalpino. Pero algo ha cambiado en las últimas sesiones. La indecisión ha hecho acto de presencia y predominan las órdenes de venta, hasta el punto de que el Ibex 35 pierde por momentos la preciada cota de los 10.000 puntos.
Los expertos coinciden en que los mercados de renta variable necesitan nuevos catalizadores para seguir subiendo en el corto plazo, y más teniendo en cuenta que muchos de ellos se encuentran próximos a niveles máximos. “La tendencia de fondo sigue siendo positiva pero, salvo la fortaleza de Italia por la renovación política, los mercados están en stand by”, señalan desde Carax-AlphaValue.
Patricia García, analista de Interdin, argumenta que “ahora tenemos por delante algunos datos económicos que pueden hacer algo de daño”. Subraya que “en Estados Unidos se han moderado algunos indicadores macro y para el mercado ya no es suficiente la excusa del mal tiempo. Además, China también está dando señales de debilidad y el mercado está perdiendo algo de confianza. Hacen falta señales más claras de mejora económica para retomar las alzas”.
Para Javier Urones, analista de XTB, otro de los factores que han frenado las Bolsas es una cierta sobrevaloración de los índices. En el caso del Ibex 35, sostiene que “haría falta caer un poco más para volver a tener valoraciones atractivas. El selectivo debería irse al nivel de los 9.700 puntos para que las compañías empezaran a estar baratas”. En su opinión, “detrás del rally de la primera quincena de enero había un movimiento muy claro de los fondos de inversión, que entraron muy fuerte al empezar el año. Pero ahora los que tienen que impulsar los índices para arriba son los inversores particulares, que están esperando correcciones para poder entrar”.
El Ibex 35 comenzó el año de forma espectacular y llegó a acumular una subida anual de más del 6%. “Durante los primeros 15 días de negociación, el Ibex se erigió en el mejor selectivo entre los principales europeos. La fuerte mejora de la deuda española, la mejora de los datos macro, la preferencia por la periferia europea como inversión de moda y la fase general alcista del mercado iniciada a mediados de diciembre, espoleaban a la Bolsa española frente a otras opciones de inversión”, recuerda Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets. Pero ahora el Ibex ha quedado rezagado, en parte porque “la crisis de las divisas emergentes tuvo un efecto negativo mucho mayor en el Ibex que en otros selectivos”, apunta Pingarrón.
Diego González, de la EAFI Bull4all, piensa que “lo que sucede ahora es un cambio de sentimiento puntual, pero el trasfondo positivo no ha cambiado”. A su juicio, “asistimos a una corrección de carácter más técnico porque la rápida recuperación de la semana pasada demuestra que hay dinero en el mercado y el escenario de crecimiento global, así como unas perspectivas de aumento de los beneficios por acción por encima del 10%, favorecen a la renta variable”.
Por su parte, en Link Securities creen que “hasta que los inversores tengan una idea más clara sobre la situación económica, y esto puede suponer esperar a que las cifras macro estadounidenses dejen de estar afectadas por las condiciones meteorológicas extremas que ha vivido el país este invierno, estos se mantendrán al margen de las Bolsas”.
Con todo, los analistas prevén que de mantenerse las correcciones en los próximos días estas no serán muy abultadas porque “2014 viene con la etiqueta del año de la recuperación y eso es bueno para la renta variable”, asegura Urones. “La economía no está dando grandes alegrías, pero los datos que estamos conociendo no son negativos del todo”, asevera la analista de Inderdin.
Buen momento para las materias primas
Los inversores están en modo ‘esperar y ver’ para volver a tomar decisiones de calado en renta variable. Además, según los expertos, en renta fija hay pocas posibilidades y se buscan otras alternativas. De hecho, el rendimiento del bono español a diez años llegó a caer ayer por debajo del 3,5%, lo que no ocurría desde hace ocho años, febrero de 2006. Y el interés del bono italiano del mismo plazo descendió al 3,54%, mínimos precrisis.
Así, un sector que está aprovechando la coyuntura es el de las materias primas. “Parece que este año este sector está atrayendo a los inversores”, asegura Miguel Ángel Paz, de Unicorp Patrimonio. El oro está en máximos de tres meses y medio.
“Los inversores conservadores buscan rentabilidad alargando duraciones o comprando bonos periféricos, y los arriesgados empiezan a ver los oportunidad de compra en materias primas”.