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Los ingresos se desvían un 41% y el Ebitda un 97%

Pocoyó desvela una crisis sin precedentes tras reconocer que no cumplirá previsiones

Zinkia Entertainment, la productora de Pocoyó, ha elevado la desviación presupuestaria al 41% para 2013 en el caso de los ingresos y al 97% para el resultado bruto de explotación (Ebitda) a quince días para decidir si se acoge al concurso de acreedores, con una deuda cercana a los 11 millones de euros, y en plena 'guerra accionarial'.

En concreto, la compañía, que ya reconoció una desviación presupuestaria de más del 10% para el ejercicio 2013, sitúa el total de ingresos estimados para 2013 en 13,29 millones de euros, mientras que el Ebitda alcanza los 336.221 euros, según ha informado la firma este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

No obstante, Zinkia precisa que estas cifras son provisionales, por lo que pueden sufrir variaciones significativas toda vez que aún no se ha recibido la información completa de clientes relativa al últrimo trimestre del pasado año, ni tampoco dispone de cifras definitivas de su filial Cake Entertainment.

Estos datos se conocen la misma semana en la que el presidente de Zinkia, José María Castillejo, sacó adelante la autorización para una nueva emisión de obligaciones o bonos convertibles en acciones en una junta de accionistas en la que quedo escenificada la 'guerra accionarial', con el cese de los consejeros Angel Martín Ortiz, en representación del accionista mexicano Miguel Valladares, y Alberto Delgado por “falta de confianza” en ellos y tras su oposición a dicha emisión. 

Durante la junta, el presidente de la compañía subrayó ante los accionistas que la situación de la firma era “sólida y de crecimiento”, una afirmación que contrasta con los datos facilitados hoy a requerimiento del Mercado Alternativio Bursátil (MAB), según han señalado a Europa Press en fuentes cercanas a los consejeros cesados.

Las mismas fuentes han señalado que ambos consejeros se han mostrado satisfechos con la publicación de estas cifras, ya que la compañía “es transparente” con el mercado y da a conocer su situación “real”, algo que venían reclamando, incluso con preguntas en la junta al propio Castillejo, que eludió contestar.

Ambos consejeros manifestaron su oposición a la autorización para una nueva emisión de obligaciones o bonos convertibles en acciones, al considerala “ilógica”.

En concreto, Castillejo, socio fundador de la productora de Pocoyó, controla a través de la sociedad Jomaca 98 el 64,7% del capital social de la compañía. El otro principal accionista de Zinkia es el empresario mexicano Miguel Valladares, con una participación del 11,2%.

Al margen de la situación financiera, la compañía tampoco se enfrenta a un buen clima entre sus accionistas, ya que Valladares podría arrebatar el mando a Castillejo y convertirse en primer accionista, si ejecuta un crédito que adquirió a Bankia que tenía, entre otras garantías, el 33% de la participación de Castillejo en Zinkia, con lo que alcanzaría más del 40% de la compañía.

Para frenar las intenciones del mexicano, el principal accionista de Zinkia Entertainment, la sociedad Jomaca 98, propiedad del presidente de la productora, José María Castillejo, solicitó la declaración de concurso voluntario de acreedores.

El resto de las acciones de Castillejo, otro 33%, están pignoradas por la Fundación Santa María de los Peñotes y por parte también de Miguel Valladares, con vencimiento en el mes de marzo del año 2015.

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