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Aprender a vivir sin "papá".

“No es posible evitar el colapso final del boom creado por la expansión del crédito. La única alternativa es si la crisis puede llegar más pronto, como resultado de la renuncia voluntaria a una mayor expansión del crédito, o más tarde, cuando llegue la catástrofe final de todo el sistema”.

Ludwig von Mises

Human Action: A Treatise on Economics

Las ventas generalizadas se han impuesto en los mercados de valores y en Europa los recortes alcanzaron el 1,50% media (el IBEX35 un 1,96%), Por la tarde, el contagio alcanzó al otro lado del Atlántico y Wall Street cerró con fuertes pérdidas. El Dow Jones cayó un 2,08%, el S&P-500 un 2,28% y el tecnológico Nasdaq (que bajó del umbral simbólico de los 4.000 puntos) un 2,61%. El S&P 500 acumula ya una caída del 5,8% desde su máximo histórico (1.848,38 el pasado 15 de enero).

El detonante por la tarde fue el dato de ISM manufacturero de los EEUU que bajó 5,2 puntos hasta los 51,3 (y eso que se corrigió a la baja el dato del mes anterior en 0,5 puntos hasta 56,5) empujado por la fuerte caída de los subíndices de nuevos pedidos (-13,2), producción (-6,9) y empleo (-3,5) mientras que, por el contrario, el de precios subía (7,0) hasta alcanzar el nivel de 60,5.

Se corrige así la "anormalidad" del indicador de ISM americano (equiparable a los PMI que elabora Markit) que en los últimos meses parecía "volar" en solitario en medio de una clara desaceleración en China y una lento recuperar (tras años de duras reformas) en la UME. Japón, apoyado por las políticas monetarias ultra expansivas del Banco de Japón y una fuerte devaluación del yen mantiene el "pulso" de su sector manufacturero.

No obstante, la ola de ventas también alcanzó a Asia, indicándonos que la naturaleza de la corrección bursátil es monetaria (reducción del ritmo de creación de dinero) y no económica. El índice Nikkei cerró esta madrugada con una caída del 4,18%.

Aunque la reacción inicial de la Bolsa de Tokio a los "tapering" americanos no fue negativa ya que alcanzó al cierre del 2013 los 16.291,31 (máximo desde la crisis del 2007), en lo que va de año ha perdido 2.282,84 puntos, lo que eauivale a una pérdida de valor del 14,01%. A partir del 10%, la bajada es considerada una "corrección", que suele desatar nervios entre los operadores. Por encima del 20% puede darnos ya la señal de la existencia de un mercado bajista.

El índice de volatilidad VIX, llamado "el índice del miedo", subió hasta los 21,44, situándose por encima de 20 por primera vez desde octubre, lo que fue interpretado como un signo del nerviosismo.

La combinación de tapering, tensión en las divisas emergentes, débil crecimiento en China y ahora una relativa desaceleración en los EEUU dibuja un panorama que no cuadra con los mensajes de optimismo que nos han venido lanzando desde principios de año. Este tiene toda la pinta de ser un año difícil y de alta volatilidad en los mercados ya que éstos deben empezar a vivir sin el "apoyo" de los bancos centrales, que entre otras cosas no ha servido más que para distorsionar la realidad.

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