¿Una tienda Mango en el Palacio de la Música? El Ayuntamiento lo ve viable
Mango apuesta por Madrid. Después de que ayer anunciara la compra del que será su buque insignia en la capital, un edificio de 2.500 metros cuadrados en plena milla de oro, la firma de moda ha presentado un proyecto para instalarse en el Palacio de la Música, en la Gran Vía.
El Ayuntamiento, encargado de su adjudicación, ve viable el contenido de la propuesta realizada por la empresa en la que se combina un centro de exposiciones y eventos de la empresa. De momento y tal y como recoge Europa Press, Mango ha presentado su diseño ante el área de Urbanismo. Esta consulta no lleva implícito ningún compromiso.
El consistorio apunta que la figura más adecuada para llevar a cabo la propuesta de Mango sería a través de un Plan Especial, dado el grado de protección del Palacio de la Música. El edificio, construido en 1926, está incluido en el catálogo de edificios protegidos con Nivel 1 de Protección Integral. Esta declaración obligaba a los compradores a respetar los elementos originales, tanto de la fachada como del interior.
Hace aproximadamente un año, la delegada de Urbanismo, Paz González, recordaba que el uso del Palacio de la Música, a diferencia de lo que muchos creían, no es cultural sino terciario-recreativo. Es decir, esto permite que su interior se pueda albergar desde una discoteca hasta un resturante. También apostilló que “si se respeta la protección del edificio, no se alteran sus valores y se cumple la normativa urbanística”, el Ayuntamiento no puede denegar el cambio de uso ya que se incurriría en la prevaricación. Tampoco olvidó la titularidad privada del inmueble.
Ya entonces defendía que las ciudades “tienen que adaptarse a los tiempos” y “no aportan nada a la memoria colectiva los edificios cerrados y sin uso o tapiados”.
Pero Mango no es la primera que muestra su interés en este edificio histórico situado en plena arteria comercial de la ciudad. Uno de los primeros en querer hacerse con el inmueble fue el director gerente de la Fundación Caja Madrid, Rafael Spottorno, que en 2008 quería transformarlo en un auditorio de música, lo que fue en sus inicios. El Ayuntamiento de Madrid, a cuyo frente se encontraba por aquel entonces Alberto Ruiz-Gallardón, dio el visto bueno a la venta del edificio con una condición: que mantuviera su uso cultural. El objetivo no era otro que la capital contara con un segundo auditorio, además del Nacional. Tras casi cuatro años de trabajos, en enero de 2012 la dirección de la Fundación Caja Madrid paralizó las obras después de invertir en ella cuatro millones de euros. La crisis de Bankia se encontraba detrás de la decisión.
Gran Vía, un foco de atracción para las grandes empresas
La sustitución de los comercios tradicionales y salas de cine por franquicias y tiendas de grandes marcas de moda es una de las tendencias que impera en la capital de España, y se ha visto agudizada por la crisis. Para evitar el cierre de locales y el deterioro de avenidas como el consistorio ha puesto en marcha un plan para atraer la inversión, que se basa en gran parte en una amplia libertad de horarios. El objetivo es la rehabilitación de los edificios y el impulso a la economía de zona.
La respuesta de las empresas a esta llamada no se ha hecho esperar. A la adquisición del cine Avendida por la empresa sueca H&M se suma la apertura de una tienda de 2.500 metros cuadrados de C&A y la espera flagship store o tienda estrella de Primark con 9.000 metros cuadrados de superficie que dará empleo a 600 personas.