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El preacuerdo impone recortes de red y plantilla para compensar las nuevas ayudas

Bruselas bendice la fusión de Unicaja y Ceiss a cambio de ajustes adicionales

Oficina de Unicaja, en Málaga.
Oficina de Unicaja, en Málaga.Reuters
Juande Portillo

La nota que Unicaja envió en la madrugada del martes al miércoles a la CNMV confirmando su intención de seguir adelante con la adquisición de Banco Ceiss, a cambio de nuevas ayudas públicas que palien la falta de aceptación entre los bonistas de las cajas castellanas, incluía un desafío final.

La operación “quedará automáticamente sin efecto” si las condiciones no son aprobadas por las autoridades nacionales y comunitarias para el próximo 31 de marzo. Un ultimatum al que fuentes del FROB restaron gravedad ayer, dando por segura una operación que ya cuenta con su visto bueno, el del Banco de España y el beneplácito inicial de Bruselas, que aunque aún debe revisar el pliego final de condiciones, ha avalado las nuevas ayudas a cambio de ajustes adicionales.

Concretamente, Competencia ha reclamado una reducción adicional del 10% en la cartera de créditos de Ceiss; una rebaja extra del 15% del balance; una contracción del 10% sobre el objetivo de captación de depósitos y el cierre de un 5% más de oficinas.

La entidad, que ya prescindió de 1.230 empleados la pasada primavera, deberá abordar además la salida de un 5% más de su personal entre 2015 y 2016. Bruselas deberá modificar oficialmente el plan de reestructuración original que impuso a Ceiss tras inyectarle 604 millones del rescate europeo.

Un ajuste que Bruselas impone para compensar el nuevo apoyo concedido a la fusión por el que el FROB_se compromete a cubrir el 71% de los costes judiciales por los preferentistas de Ceiss que no hayan aceptado el canje de Unicaja: 319 millones brutos de los que cuenta como ayudas 241, porque prevé recuperar 78 millones vendiendo a Unicaja los bonos de Ceiss que adquiera a los afectados.

Unicaja pagará el 29% restante de litigios, unos 130 millones. El beneplácito de Bruselas, eso sí, estaba sujeto a que las nuevas ayudas no superaran el 1% de los activos ponderados por riesgo de la fusión de Unicaja–Ceiss: 323 millones. Como sumando el coste del arbitraje las necesidades eran mayores, el FROB_ha aprovechado el paquete 200 millones que Bruselas ya aprobó el pasado mayo para cubrir vicios ocultos.

Unicaja aceptó entonces pagar los primeros 40 millones y el FROB esos 200. Y ahí entra en juego Sareb, que ha renunciado al periodo de 36 meses que tenía para revisar el precio de la cartera que adquirió a Ceiss, concluyendo ya que vale 41 millones menos, con lo que solo se consume un millón público.

De los 199 millones restantes, se calcula que 160 basten para cubrir el arbitraje que el FROB habilitará para los firmantes de la oferta de Unicaja. El gasto público total de la operación puede llegar por tanto a los 402 millones. El FROB da por perdidos los 525 que inyectó en su día para apoyar la fusión de Caja España–Duero y confía en recuperar en cinco años los 604 millones del rescate europeo a Ceiss. La fusión, en todo caso, es defendida como preferible para el contribuyente que arriesgaba un coste estimado de 7.732 millones por liquidar Ceiss.

El pacto marca la vía para vender Catalunya Banc

Casi tres años de negociaciones entre Unicaja y Caja–España Duero, posteriormente Ceiss, con el Banco de España, el FROB y la Comisión Europea en las bandas, han dado lugar a varias tentativas definitivas de fusión que han ido quedando frustradas, en buena parte por los pulsos presentados por Braulio Medel que ha venido planteando nuevas exigencias ante las dudas sobre la fortaleza de Ceiss. Dando ya definitivamente por atada la fusión, desde el FROB defienden que el proceso no ha gozado de un apoyo estatal mayor que el de otros similares. De hecho, desde el organismo aseveran que las garantías públicas finalmente ofrecidas son similares a las que se pusieron en marcha en la venta de Novagalicia y adelantan que “serán las mismas que para la subasta de Catalunya Banc”. La firma catalana está pendiente de encarar su tercer intento de privatización en el que contará, según avanza el FROB, con una garantía pública sobre los posibles litigios pendientes y otra por posibles vicios ocultos que Sareb encuentre en la cartera que le fue traspasada.

Autorizaciones aparte, la fusión de Unicaja–Ceiss en todo caso, queda pendiente de que se abra un nuevo periodo de aceptación o rechazo de la oferta de la firma malagueña, plazo que debe abrirse obligatoriamente dado que se ha modificado el folleto una vez cerrado el plazo.

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