La alimentación advierte que no soportaría más subidas del IVA
Las organizaciones de productores, la industria de alimentación y bebidas, distribución, comercio y restauración –FIAB, Aecoc, Anged, ACES, Asedas, CEC, FHER, Fehrcarem y las cooperativas agroalimentarias– solicitaron ayer al gobierno una reforma fiscal que sea capaz de estimular la actividad empresarial. Asimismo, señalan que un nuevo incremento de los impuestos sobre el consumo incidiría negativamente en la confianza de los consumidores y, consecuentemente, pondría en riesgo la recuperación económica.
Estas nueve organizaciones sugieren que cualquier reforma fiscal que lleve a cabo el Ministerio de Hacienda debería tener como objetivos la generación de riqueza, la creación de empleo y la estimulación de la actividad empresarial. Para ello, solicitan un marco fiscal más eficiente, justo y equitativo que “debería aliviar la carga fiscal de los hogares y empresas, para acelerar la recuperación del consumo y la inversión”. En este sentido, piden al Gobierno una lucha más efectiva contra el fraude y la economía sumergida.
Durante la rueda de prensa celebrada ayer en Madrid, estas organizaciones remarcaron que las subidas fiscales serían muy perjudiciales para la economía española, y que la subida del IVA que tuvo lugar en septiembre de 2012 produjo una caída media del consumo del 7% durante los seis meses posteriores a la entrada en vigor de los tipos impositivos en comparación al mismo periodo en los siete años anteriores. En referencia a la propuesta de la Comisión Europea de que los artículos gravados con 4% (tipo superreducido) pasen al 10% (tipo reducido) de IVA y que los que tributan por un 10% pasen a un 21% (tipo general), el Centre de Estudios Económicos Tomillo ha elaborado un informe en el que argumenta que estas subidas llevarían a una caída de la producción por más de 16.000 millones de euros y a la destrucción de 174.000 puestos de trabajo.
Así, los representantes del sector explican que la subida fiscal de 2012 fue “muy perjudicial” para las discotecas y salas de fiestas, que vieron como el tipo de las bebidas alcohólicas se encareció de un 8% a un 21% y el consumo de alcohol en botellones aumentó de forma notable.
16.180 millones es la caída de producción que calculan con un alza del IVA.
Cuando se les pregunta por una hipotética alternativa en la que cada producto se mantuviera en su clasificación actual (general, reducido y superreducido), pero con un aumento de los tipos (por ejemplo del 21% al 23%), el conjunto de organizaciones empresariales afirma que esta medida sería igualmente perjudicial para la hostelería, “imprescindible” para la economía española, con unos ingresos totales de 370.000 millones de euros –más de un 20% del PIB–. En esa línea, califican la subida del tipo del IVA al 23% de Portugal como un “experimento” que no ha sido nada beneficioso.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, señaló ayer que “el IVA ya está suficientemente alto y lo que hace falta es que se pague”, y que las grandes categorías actualmente sometidas al tipo reducido, como el IVA turístico, no van a subir, porque ya se aumentaron durante la actual legislatura. Según Montoro, una hipotética subida del impuesto sobre el valor añadido “es otra de las leyendas que se han lanzado estos días”. Igualmente, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, afirmó el lunes que un incremento de los tipos del IVA sería contraproducente para la recuperación de la demanda interna.