Un año para debutar en el parqué bursátil
La abrupta sacudida que se produjo el viernes en la Bolsa española como consecuencia de la depreciación del peso argentino constituye un recordatorio de la íntima conexión que existe entre las economías de ambos lados del Atlántico. Pese al efecto de severa corrección que ello produjo sobre el parqué español, las previsiones sobre el buen comportamiento del selectivo a lo largo de este año son abundantes. Más aún cuando a los pronósticos de los analistas se unen los planes de varias compañías que estudian su posible salida a Bolsa durante los próximos meses. Tras los largos años de sequía que la crisis ha impuesto en materia de operaciones de este tipo, varias señales apuntan a un cambio de ciclo y a la apertura de una nueva etapa marcada por el optimismo. Compañías señeras como Aena, Ono o Applus+, entre otras, han anunciado ya su intención de salir al parqué, una decisión que podría llevarse a la práctica impulsada por las favorables condiciones del mercado en estos momentos.
Este clima incentivador tiene que ver con dos tipos de factores. El primero es de carácter macroeconómico, esto es, está directamente relacionado con el proceso de recuperación en que España está inmersa. El ambiente de optimismo que se palpa en el selectivo español hubiese resultado impensable hace tan solo un par de años. En aquel momento, en plena tormenta de deuda soberana, la desconfianza de los inversores convertía en casi una quimera cualquier intento de salir a Bolsa. Desde entonces, las únicas OPV que se han producido en España han sido las realizadas por Bankia y Banca Cívica –en julio de 2011– y por Liberbank, el pasado mes de mayo. Una vez superado lo peor de la crisis, parece que ha llegado el momento de que el mercado vuelva a animarse, quizá no con debuts masivos, pero sí con operaciones puntuales.
A la coyuntura macroeconómica hay que unir otras circunstancias de oportunidad. Al tiempo que la inversión extranjera comienza a regresar a nuestro país, el sector del capital riesgo –que hace unos años tomó posiciones en diversas compañías– se halla inmerso en pleno ciclo de desinversión, una circunstancia que puede ayudar a preparar el terreno a las OPV. También los procesos de reestructuración que se están produciendo en algunas empresas españolas, es el caso de Grupo Antolín o Globalia, pueden animar el mercado. Aun así, el gran motor que explica este clima favorable tiene que ver con la necesidad urgente de financiación que aqueja al tejido empresarial español. Esa motivación puede, sin embargo, constituir un riesgo en sí misma si es percibida por los inversores como la principal motivación para salir a Bolsa.
La única herramienta para neutralizar esa percepción es la propia naturaleza de la compañía, su saneamiento interno y la posibilidad de ofrecer unos planes de crecimiento estratégicos que sean capaces de inspirar confianza.
Mas allá de que el momento sea propicio, la inestabilidad que rodea toda recuperación económica hace obligado estudiar muy cuidadosamente las oportunidades de inversión por parte de los pequeños inversores. Serán ellos los que determinen finalmente el éxito de las operaciones, pero todo apunta a que 2014 será un año de reactivación en todos los ámbitos, incluido el bursátil. El buen comportamiento que arrastra el Ibex 35, unido a señales como la abundancia de colocaciones de porcentajes de capital –como los producidos en NH, Colonial, Almirall o BME– o la toma de posiciones de nuevos socios en entidades financieras, como Popular y Sabadell, constituyen buenos augurios de ese repunte de operaciones bursátiles. Además de los ya mencionados, nombres como Odigeo, Globalia o Línea Directa están preparándose para ofrecer en los próximos meses oportunidades para los inversores. Los requisitos para que esas OPV sean un éxito –y no se repitan intentos fallidos como los de Atento o Loterías en 2011– son pocos, pero claros: ofrecer una hoja de servicios que resulte creíble y atractiva e inspire confianza a unos pretendientes cuyo nivel de exigencia ante los debuts es cada vez más y más elevado.