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No es país para jóvenes. Y cada vez menos

1.- No es mala de solemnidad la EPA. Es, simplemente, mala. O floja. O como lo quieran llamar. De entrada, tiene dos puntos negros. La primera es el anticlímax; tira por tierra los buenos datos de Seguridad Social de los últimos tres meses (+50.000 afiliados) y las perspectivas de recuperación del empleo que contenían. En segundo lugar, es una mala señal de cara al arranque de año: el mercado laboral está peor de lo que pensábamos, y por lo tanto tardará más en mejorar.

2.- No es desastrosa. En tasa desestacionalizada se crea empleo, y la pérdida de puestos de trabajo en el sector privado es muy escasa (apenas el 0,55% del mercado). Con lo que podemos decir que el mercado laboral ha acabado estabilizado un año después de estar en caída libre. Lo que es coherente con la evolución del PIB.

3.- Podría quedar todo como un simple jarro de agua fría, una vuelta a la realidad, que tarda más en virar su rumbo que las expectativas. Pero hay detalles feos en la EPA. Lo que más me llama la atención, sin duda, es el comportamiento del empleo por tramos de edad. Se pierden, en solo tres meses, 145.000 empleos de personas de menos de 35 años. La actividad en este tramo de edad también baja con fuerza, como también lo hace la población en general. En otras palabras, los jóvenes pierden su empleo y se marchan de España. La población con nacionalidad española menor de 35 años ha bajado en 332.000 personas en un año, según los datos de la EPA. Aquí, el gráfico de evolución de la población por sexos (incluyendo extranjeros).

4.- Esta tendencia se ve compensada por la entrada en el mercado de trabajo de otras personas, principalmente mujeres mayores de 40 años: es el único tramo de edad y sexo en el que se crea empleo de forma significativa (+57.000 ocupados en el trimestre). Ése, y el de los hombres entre 40 y 44 años (+28.000). Con una diferencia: entre las mujeres de más de 40 años la actividad crece con fuerza; no así entre los hombres.

5.- De la mano de esta tendencia, el alza del tiempo parcial. En un trimestre ha subido un punto el porcentaje de trabajadores a tiempo parcial: se han perdido 218.000 empleos a tiempo completo y se han creado 153.000 a tiempo parcial. Exagerando, podríamos decir, quien ha perdido el trabajo es una persona menor de 35 años y quien lo ha encontrado es una mujer de más de 40 años que trabaja a tiempo parcial.

6.- Como sucedió con los datos de afiliación de diciembre, la agricultura apaña las cifras: hasta 85.000 nuevos empleos corresponden al sector primario, mientras los servicios pierden más de 100.000 puestos de trabajo en apenas tres meses. La industria sigue dando cifras negativas.

7.- A grandes rasgos, el mercado laboral da dos salidas: empleo de mala calidad o emigración. Pero poco más. Eso, en un país con casi seis millones de parados, de los que más de la mitad son de larga duración (más de un año) y otros 2,4 millones de personas en la categoría de “subempleo”, es decir, que trabaja menos horas de lo que le gustaría y de lo que es norma en su sector. Y 1,8 millones de hogares con todos los miembros en paro.

8.- No sé cómo terminará la EPA de este arranque de año. Pero, si la de finales de 2013 es poco más que una estabilización del mercado, no se puede esperar mucho más de la de principios de 2014. Y de la calidad del empleo, mejor no hablar. En definitiva, malas cifras. Esperemos que dentro de tres meses las noticias sean mejores.

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