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Tribuna
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El turismo, gran protagonista de 2013

El gran protagonista en 2013 de la economía española ha vuelto a ser el turismo, demostrando su capacidad de liderar la recuperación económica que todos los españoles están demandando. La actividad generada por los más de 60 millones de turistas extranjeros que habrán visitado España el año pasado, aunque con resultados empresariales muy desiguales según subsectores y zonas geográficas, ha compensado la menguante actividad inducida por el turismo interno, que representa alrededor del 50% del sector. Sin perjuicio de lo anterior, hay que poner el acento en que más que una mayor afluencia extranjera “per se”, lo trascendente es la capacidad de generación de rentabilidad empresarial, empleo e inversión directa del turismo, y sus múltiples efectos socioeconómicos inducidos de carácter similar, sobre terceros sectores de nuestra economía y la recaudación fiscal. Como resultado de ello, y estimando un crecimiento del 0,6% del PIB Turístico en 2013, también hay que hacer especial hincapié en la positiva tendencia de creación de empleo en el año 2013, con 22.394 puestos de trabajo netos creados hasta diciembre. En un país afecto por la inasumible realidad del paro, el turismo ha sido, en el conjunto de 2013, el único sector de la economía española con una creación neta de empleo –un 1,3% más según los últimos datos disponibles de la Seguridad Social–, mientras muy pocos otros sectores han podido evitar todavía su destrucción.

La actividad turística es, de lejos y desde hace años, el sector exportador por excelencia de nuestro país. Los ingresos por turismo extranjero que realmente revierten a España y que recogerá el Banco de España en la balanza de pagos estimamos se acercarán a los 45.100 millones de euros al cierre de 2013, lo que supone un crecimiento del 3,7% y 1.500 millones de euros más que las generadas en el 2012. Con estas credenciales, el turismo ha sido garante esencial en 2013 de la solvencia e imagen de España para atender los compromisos financieros externos, con su consecuente reducción paulatina de la prima de riesgo. Otra forma de valorar la trascendencia de esos flujos de divisas, es que las que se habrán ingresado en 2013, y las previstas para 2014, equivalen a cerca del 20% de las necesidades de endeudamiento externo de 242.000 millones de Euros para 2014, recientemente anunciadas por el Tesoro. Estas realidades, deberían conllevar que el turismo lograse un mayor y más justo reconocimiento político, social y ciudadano sobre su contribución al país y su papel determinante, como locomotora para impulsar la anhelada recuperación. Un sector que ha podido crecer en un entorno muy complejo, –aporta cerca del 11% del PIB español–, y que superando medidas puntuales, merece, con una visión más transversal de país, la mayor prioridad institucional y estímulos traducidos en nuevas apuestas políticas, estratégicas, fiscales, para facilitar su progresiva evolución competitiva. Unas políticas y actuaciones acompañadas de las adecuadas dotaciones de recursos, tratamiento fiscal e incentivos crecientes que aseguren un crecimiento más sólido y sostenido.

De ahí, que los buenos datos de afluencia extranjera y crecimiento del PIB turístico del 2013 no puedan llevarnos a triunfalismos equívocos, ni a eludir los múltiples retos competitivos aún pendientes. No se puede obviar que la inestabilidad en algunos destinos competidores del Mediterráneo, particularmente Egipto, han favorecido el desvío a España de muchos turistas extranjeros en el año 2013, o que las ventas y la rentabilidad de muchas empresas de diversos subsectores y regiones turísticas aún ha menguado, dadas las continuas subidas de costes ( fiscales, energéticos...etc) y las reiteradas bajadas de precios, para tratar de animar a una demanda nacional aún muy alicaída.

En síntesis, ni desde el sector público, ni del privado podemos mantener autocomplacencia alguna, ni por los resultados del 2013, ni ante los que se anticipan para un prometedor año 2014, donde nuestras previsiones apuntan a un crecimiento del PIB turístico del 1,9%, que triplicaría el hoy estimado para el conjunto de la economía. El año 2014 abre con unas expectativas empresariales más que prometedores, sobre todo si se consolida el repunte de la deseada demanda española. En todo caso sería incorrecto aseverar que se hayan recuperado los niveles pre-crisis,- en su conjunto distaría mucho de ser cierto- y por ello se necesita asumir desde el sector privado y desde el público, los retos que tenemos aún pendientes, favorecidos por una atención preferente y continua de las diversas instituciones competentes.

José Luis Zoreda es vicepresidente de Exceltour.

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