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El consorcio de constructoras depositó 600 millones de dólares en agosto de 2009

Panamá cuenta con la fianza de Sacyr para acabar la obras del Canal

El presidente panameño vendrá a España para exigir el cumplimiento del contrato

Obras en el Canal de Panamá.
Obras en el Canal de Panamá.
Javier Fernández Magariño

Máxima tensión entre la ACP y el consorcio de constructoras encargado de la mayor parte del proyecto de ampliación de la infraestructura, GUPC, liderado por la española Sacyr y en el que se encuentran la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la firma local CUSA. El consorcio está dispuesto a parar las obras a partir del 20 de enero si no son reconocidos los sobrecostes por 1.625 millones de dólares (1.190 millones de euros). Y la ACP denuncia presiones y está por la labor de tomar las riendas del proyecto.

También ha entrado en la refriega el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien viajará a España e Italia para exigir el cumplimiento del contrato a la vista de que los Gobiernos de ambos países, a los que otorga una “responsabilidad moral”, dieron su apoyo en 2009 para que empresas de los dos países llevaran el proyecto a buen puerto.

Sacyr se adjudicó la ejecución del tercer juego de esclusas el 15 de julio de 2009 por 3.118 millones de dólares (la ACP había fijado 3.481 millones como tope). Fue el mayor contrato de infraestructuras hasta ese momento y se ha convertido en puntal de la marca España.

Antes de arrancar con las excavaciones fue condición indispensable el depósito de una fianza de 450 millones de dólares, que GUPC contrató con Zurich American Insurance. Una garantía a la que se sumó otra adicional de 150 millones de dólares. En total 600 millones de dólares (440 millones de euros) que las constructoras se juegan si paralizan la ampliación del Canal. “Para perder la fianza, la ACP debe demostrar un incumplimiento que no se ha dado. El consorcio está trabajando y quiere acabar las obras, pero tiene problemas graves de caja porque estas cuestan más que lo que está abonando la ACP”, declaran fuentes cercanas a GUPC.

La fianza está siendo la herramienta de presión en manos del Canal, cuyo administrador cuenta con ese dinero para seguir por su cuenta. La ejecución sumiría a las empresas en fuertes litigios. “Estamos blindados. No sería la primera vez que se tenga que llamar a la aseguradora para que se termine una obra”, declaró ayer Alberto Alemán Zubieta, administrador de la ACP cuando Sacyr se impuso en el concurso. Fuentes del sector dicen que hay firmas estadounidenses interesadas en sustituir a la española.

Contrato histórico

- La ampliación del Canal está presupuestada en 5.250 millones de dólares. El mayor contrato, por 3.118 millones, fue para el consorcio de Sacyr. Este fue el único que se ajustó al presupuesto base de licitación, además de imponerse en el apartado técnico.

- Los trabajos de ejecución están al 72%. La ACP ha pagado ya unos 2.000 millones de dólares al consorcio.

- El plazo de fin de obra está fijado para el 30 de junio de 2015, frente a una fecha inicial en octubre de 2014.

“Nosotros no tenemos problema para pagar más por la obra si los méritos y la sustentación existen, pero ese aumento debe ser avalado por la Junta Directiva”, ha declarado el administrador del Canal de Panamá Jorge Quijano en Radio Panamá, emisora de Prisa Radio. El jefe de la ACP considera que las reclamaciones y sobrecostes por 1.625 millones de dólares carecen de fundamentos, y se niega a negociar fuera de los términos del contrato ante la posibilidad de perder los derechos sobre la fianza.

“El proyecto no se va a detener. Esto lo vamos a acabar. Estamos preparados, tenemos los fondos y el respaldo de las afianzadoras para hacerlo en el peor de los casos”, argumenta Quijano, quien espera que el consorcio GUPC encuentre la fórmula para terminar una obra que está ejecutada en un 72%.

Ambas partes han cruzado serias acusaciones: la ACP habla de presiones de las contratistas para elevar el coste de la obra, mientras las constructoras aseguran que se han dado incumplimientos graves y ha faltado voluntad de solucionar el grave desequilibrio financiero del proyecto. Tras el intercambio de golpes, la ACP espera que las constructoras finalicen las obras y estas dicen estar abiertas al diálogo.

Desplome en Bolsa y dudas de la CNMV

Situación de emergencia en Sacyr. Desde el presidente, Manuel Manrique, hasta el responsable de la obra de ampliación del Canal, Bernardo González, están inmersos directamente en la búsqueda de salidas al conflicto abierto en Panamá.

De momento, el primer batacazo para la española, tras reconocer que suspenderá la obra si no se reconocen los sobrecostes, se ha dado en la Bolsa. Sacyr perdió ayer un 8,95% de su valor. La constructora llegó a dejarse hasta un 18% a la vista del impacto que puede tener una batalla en Panamá, país del que recoge el 25% de sus ingresos.

Su compañera de consorcio en el Canal, Impregilo, bajó ayer un 1,35% en Bolsa y culminó la jornada en 4,82 euros por acción.

La CNMV ha llegado a pedir información a Sacyr sobre esta crisis en la mayor de sus obras, tal y como desveló ayer la web informativa La Celosía. La respuesta fue dada por la constructora el pasado 23 de diciembre como complemento al informe anual de 2012. El regulador preguntaba qué parte de los ingresos de la constructora en el Canal de Panamá estaban sujetos a reclamaciones. La respuesta, según el mismo portal, es que el consorcio GUPC (Sacyr tiene el 49%) se apuntó 665 millones de dólares alegando que “se estimaba probable que el cliente aceptara las reclamaciones”. Sacyr argumentaba ayer que al cierre de 2012 no había indicios de que se dieran las diferencias con la ACP que se están conociendo durante estos días.

El origen del conflicto

Sobrecostes

El contrato entre la ACP y el consorcio de Sacyr contempla compensaciones a las constructoras si sube el precio del cemento, combustible, acero y mano obra local. En función de estos elementos la ACP, que es la que marca los “precios razonables”, asegura que ha reconocido sobrecostes por casi 150 millones de dólares. Esa cantidad no ha sido reclamada en ningún momento por las constructoras.

Problemas

Sacyr se ha enfrentado a las dificultades para dar con la fórmula del cemento a emplear en las obras del Canal, rechazado en distintas ocasiones por los técnicos de la ACP. Este imprevisto causó serios retrasos. La empresa también acusa fallos en el proyecto de ejecución elaborado por la ACP, ha tenido más dificultades de las previstas para encontrar el basalto para la mezcla de hormigón y en las excavaciones. Por último, ha soportado tres huelgas que se resolvieron mediante un decreto del Gobierno.

Conflicto

Sacyr y sus socios deben negociar con la ACP cualquier desviación del presupuesto inicial. Si no alcanzan un acuerdo, el asunto pasa a la Junta de Resolución de Conflictos, en la que opinan tres expertos, y como tercera instancia aparece la Corte Internacional de Arbitraje. Por el momento las constructoras tienen dos reclamaciones multimillonarias, por 580 y 850 millones de dólares, respectivamente.

La obra

El Canal, por el que pasa el 5% del comercio mundial, aumentará un 40% su capacidad de tránsito con el tercer juego de esclusas. Por ese tercer carril para atravesar América pasarán buques con capacidad hasta 12.600 contenedores, casi el triple de la que soportan los actuales usuarios.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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