Las constructoras españolas elevan un 30% la contratación exterior en 2013
El proyecto más destacado es el del metro de Riad, a cargo de FCC Ingenierías y cementeras, entre otros colectivos, urgen inversión en obra local
El salvavidas de la obra internacional mantiene a flote a las principales constructoras españolas, mientras las medianas tratan de abrirse camino a duras penas en Suramérica y Norte de África. La cifra de contratación fuera de España ha crecido notablemente en 2013, según datos en poder de Fomento y que ya están siendo destacados por la ministra Ana Pastor. La carga de obra exterior adjudicada por compañías españolas llega a los 30.000 millones de euros, con un incremento del 30,4% respecto a los 23.000 millones del año anterior.
Desde Fomento se mantiene el discurso de que el futuro de las constructoras es la salida en un momento en que la prioridad de este país es la contención del déficit. Y para ello ofrece empresas públicas como Ineco, Adif o Renfe como aliadas del sector privado. Pero la recomendación suena a condena para los colectivos más aferrados al terreno local, como son las pequeñas y medianas ingenierías, la industria de los materiales de construcción o las citadas constructoras medianas de obra pública.
El presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Juan Santamera, dijo la semana pasada en un acto público que el Gobierno debería meter presión a Bruselas “para sentirse más liberada a la hora de reanimar la inversión pública, como hizo Francia”. Desde el Colegio se advierte que el sector de la ingeniería está en riesgo, al igual que el propio mantenimiento de las infraestructuras.
El colectivo que representa a las cementeras, Oficemen, habló el lunes en la misma línea. Su presidente, Isidoro Miranda, demandó una reactivación de la obra pública “como motor de empleo y para evitar la degradación de otros sectores estratégicos como el turismo”. La demanda interna de cemento caerá un 20% este año, por debajo de los 11 millones de toneladas; se espera una nueva caída del 8% para 2014, y las estimaciones para el año siguiente ya hablan de una lenta reactivación con un incremento del 4%: “Todo dependerá de los planes del Gobierno en infraestructuras, de la recuperación del empleo y de la vivienda”.
Una liga de grandes
En realidad son las mayores referencias de la construcción las que están teniendo fuerza suficiente para compensar en el exterior la debacle de la obra civil en España. ACS tiene ya un 95% de su facturación como constructora fuera; Ferrovial capta el 76% de sus ingresos por obras en mercados como EE UU y Europa del Este; Sacyr, un 63%, tras abrir mercados este año como India, Qatar, Perú y Mozambique; y la obra internacional tiene un peso del 43% para FCC, lastrada por la quiebra de la filial austriaca Alpine.
En todos los casos, el perfil internacional de la cartera de contratos y el adelgazamiento de las reservas de trabajo en España ponen a las claras que esos porcentajes seguirán creciendo con rapidez.
Canadá, EE UU, Colombia, Perú, el Norte de África, Oriente Medio o Australia son algunos de los mercados que se abren a la construcción española, especialmente cuando se trata de que la iniciativa privada levante la financiación para realizar los proyectos.
Respecto a contratos concretos, el más destacado para empresas españolas este año ha sido el de las tres líneas del metro de Riad (Arabia Saudí), valorado en 6.070 millones de euros y ganado por FCC junto a la surcoreana Samsung, la francesa Alstom, la holandesa Strukton o la española Typsa. La participación de FCC en este proyecto está valorada en unos 1.700 millones de euros. ACS ha ganado el diseño y construcción del hotel resort Wynn Cotai en Macao (China) por 2.144 millones. Y Ferrovial se llevó en marzo la extensión de la autopista NTE de Texas (EE UU) por 1.380 millones de dólares (1.000 millones de euros).