La calidad es la clave de las OPV europeas
Por primera vez en muchos años el mercado nuevas emisiones de Europa goza de una salud decente. Los gestores de fondos tienen efectivo y el pesimismo económico se está levantando. Eso genera un ambiente de apoyo para las ofertas públicas iniciales de éxito. Pero el control de calidad es cada vez más importante. Las ofertas de mala calidad o demasiado caras podrían obstaculizar el mercado.
Este año, hasta el cinco de diciembre, ha habido 32.100 millones de dólares en OPV en Europa –más del doble del total el año pasado, pero por detrás de los 49.500 millones de dólares recaudados en Estados Unidos–. Una serie de potenciales emisores esperará que el tren siga rodando. Estos incluyen el gigante británico del móvil EE y Euronext, que dirige los mercados de valores de París y Amsterdam, además de antiguos adquisidores como Saga, Pets at Home y Applus +, la compañía española de pruebas industriales.
Teniendo presente únicamente la capacidad financiera, no tienen nada que temer. En septiembre, las entradas en los fondos de renta variable europeos alcanzaron los 54.800 millones de euros, calcula Lipper. Las fusiones y adquisiciones ayudarán también.
Algunas ofertas han sido retiradas aunque el nivel de cancelación es bajo en términos históricos
En general, también, el apoyo de los inversores se ha visto recompensado. Solo unas pocas acciones nuevas, como Moleskine, TCS y Asociación Assurance, están por debajo de su precio de oferta. La mayoría han obtenido buenos resultados y algunos, como Countrywide, Crest Nicholson y Royal Mail, se han disparado más de un 50%. Sanitec, la mayor salida a bolsa de Suecia desde 2006, empezó a cotizar el 10 de diciembre y tuvo un debut sólido. Eso es útil.
Sin embargo, cuanto más tiempo permanezca abierta la ventana de la OPV, más cuidadosos deberán ser los inversores. Un pesimista podría detectar algunas grietas –algunas ofertas han sido retiradas, aunque el nivel de cancelaciones es bajo en términos históricos–. Y otras salidas como las de Infinis o Tarkett se encontraron con una recepción decepcionante.
Una calidad inferior puede tomar muchas formas: la dirección, la divulgación, controles financieros, o la resistencia de las ganancias podría rezagar las principales empresas públicas, por ejemplo. Para que el estado de felicidad actual continúe, propietarios y financieros deben mantenerse disciplinados.