El fin del efecto copago mete presión a las cuentas regionales
Las comunidades autónomas cerraron el tercer trimestre con un déficit del 1%, tres décimas por debajo del objetivo marcado para este año. Los ajustes en educación, sanidad y personal tratan de garantizar que se llegue a ese objetivo o quizá que se produzca un ligero desvío. El control que Hacienda ha extendido sobre las autonomías ha evitado que el déficit regional haya sufrido este año un desvío similar al de 2012. Ese ejercicio, la diferencia entre gastos e ingresos se elevó al 1,84% del déficit (3,4 décimas por encima del objetivo). Este año, los datos hasta septiembre muestran como el déficit ha llegado hasta el 1%, con lo que aún quedan tres décimas para cumplir con el límite fijado por Hacienda. El fin del efecto del copago farmacéutico y la devolución de la extra a los funcionarios aprobada por Castilla y León, que puede ser copiado por otras regiones, pueden comprometer el objetivo del año que viene.
En la corrección de la disciplina fiscal han tenido mucho que ver dos factores. Por el lado de los ingresos, la financiación que el Ejecutivo les ha proporcionado a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y del Plan de Pago a Proveedores. Por el del gasto, las comunidades se han beneficiado de los ajustes que el Estado ha decretado en materias como personal, educación o sanidad, que son los que les han proporcionado gran parte del ahorro para cuadrar sus cuentas. Autonomías como Madrid o País Vasco han puesto en marcha planes para controlar la incapacidad permanente, Cataluña ya ha anunciado que no pagará este año la extraordinaria a sus funcionarios y Andalucía suprimirá el complemento autonómico de las pagas extras a sus funcionarios.
Pero quizá la medida que mayor alivio presupuestario ha generado a las autonomías es el copago farmacéutico, puesto en marcha el 1 de julio de 2012. Esta medida estableció la obligación de que los pacientes elevaran su participación en la financiación de los medicamentos con el fin de liberar a las comunidades de una losa de 12.000 millones anuales. Solo en el primer año de aplicación el gasto bajó en casi 1.000 millones de euros y el número de recetas prescritas ha descendido en 87 millones. Transcurrido ese primer año, todo apunta a que el efecto del copago se ha diluido. Los datos de septiembre, octubre y noviembre así lo avalan. Solo en ese último mes, el gasto subió en 40 millones de euros y las recetas en 87,3 millones respecto a lo registrado en 2012.
El efecto disuasor del copago, por lo tanto, parece haber desaparecido y ello puede volver a elevar el gasto de las comunidades en 2014. De hecho, en noviembre el gasto farmacéutico ha crecido en nueve millones en Cataluña o seis millones en Andalucía, Madrid o Comunidad Valenciana. Fuentes autonómicas consultadas apuntan a que los ciudadanos han interiorizado ya ese recargo doce meses después, lo que ha provocado que el número de recetas haya vuelto a crecer por fuerza.
Vigilancia estricta a los nuevos estímulos
Los resultados del tercer trimestre en materia de consolidación fiscal muestran una gran dispersión de resultados, con tres bloques diferenciados. Baleares cerró con superávit y en el otro lado aparecen dos bloques: el primero con aquellas que han superado la media nacional (Asturias, Canarias, La Rioja, Extremadura, Castilla y León, Andalucía, Comunidad Valenciana, Cantabria, País Vasco y Galicia) y las que están por debajo (Cataluña, Madrid, Aragón, Murcia y Navarra).
Por su mejor situación fiscal, los del primer bloque han optado por impulsar medidas de estímulo que Hacienda vigilará con celo para que no impacten de forma negativa en el déficit. Extremadura pagará una extra de 200 euros a las pensiones más bajas y Castilla y León devolverá parte de la extra de 2012 a sus funcionarios.