Kutxabank ajustará su cartera industrial bajo la presión de Basilea III
Basilea III será la primera de las pruebas que Kutxabank y el resto de las entidades del sector tendrán que afrontar durante 2014 en Europa. La citada normativa, que entrará en vigor el próximo 1 de enero de forma progresiva, penalizará las participaciones empresariales a la hora de calcular el nivel de capital de máxima calidad que se exigirá a los bancos (el Tier 1 de Kutxabank al cierre del tercer trimestre se situó en el 11,4%).
El banco vasco heredó las posiciones de las tres cajas de ahorros (BBK, Kutxa y Vital) en el tejido empresarial de Euskadi. Una lista de 266 participadas, con un valor en libros de 4.800 millones, fruto de la apuesta de las entidades por las empresas de su entorno, como elementos tractores del desarrollo económico.
Tras un primer ajuste en esas inversiones, Kutxabank sigue como accionista en 118 compañías, que suponen una inversión global de 3.000 millones. La intención del banco que preside Mario Fernández es llegar a 2015 con una lista de cien empresas, con unas participaciones valoradas en 2.600 millones. Con esto se ajustarían a las nuevas exigencias de Basilea III.
Durante este año, el banco ya ha realizado varias operaciones de venta. Salió del capital de NHHoteles tras vender su 5% por más de 59 millones. También dejó su condición de accionista mayoritario en Euskaltel, la operadora vasca de telecomunicaciones. Del 67,93% pasó al 49,9%, lo que permitió la entrada de los fondos de inversión Trilantic e Investindustrial con el 48,1%, que asumieron la gestión y colocaron como director general a Fernando Ojeda, que prepara un ajuste de plantilla en Euskaltel (afectaría al 40% de sus 553 trabajadores, según el sindicato CC OO).
La entidad también desinvirtió en Ibermática, donde con la suma de las participaciones de las tres cajas controlaba el 47,97% y era el accionista de referencia. Se ha quedado con el 15% y ha dejado la mayoría accionarial al fondo ProA Capital.
Hasta aquí ha llegado, de momento. Kutxabank tiene una serie de participaciones que Mario Fernández ha calificado en más de una ocasión de estratégicas pero en las que también pudiera limar posiciones para evitar el impacto de Basilea IIIen su balance (cada euro invertido en el capital de empresas consume 1,75 euros del Tier 1). Uno de esos casos es Iberdrola (donde controla el 4,9%). Kutxabank entiende que es fundamental que la eléctrica siga muy ligada al País Vasco. De hecho participa con un 32% en Torre Iberdrola, el quinto edificio más alto de España y donde el grupo que preside Ignacio Galán tiene su sede.
El 5% de Enagás y el 14,02% en Petronor, la refinería de Muskiz (Vizcaya) que es filial de Repsol, también son considerados estratégicos por Fernández, pero en relación con estos paquetes accionariales pudiera haber, asimismo, novedades.
La suma de los títulos de BBK, Kutxa y Vital en el fabricante de equipos ferroviarios CAF, dejaron a Kutxabank con una herencia del 19,06% en la industria de Beasain (Guipúzcoa). Como cotiza en Bolsa, como Iberdrola, una posible desinversión parcial sería más fácil.
En diversos sectores
La cartera empresarial del banco vasco continúa por diversos sectores. En el ámbito de la energía tiene más posiciones, como el 5% de CLH y el 24,4% de Ingeteam. Y en el de las infraestructuras está presente con el 16,9% de Itínere (que gestiona la concesión de varias autopistas). En alimentación, la entidad es accionista de Deoleo (4,96%) y Natra (9,1%), mientras que en el área de la salud controla el 3% de los laboratorios de Zeltia.
En su brazo inversor participa el sector público. Tiene el 44,4% del fondo de capital riesgo Ekarpen, donde también están el Gobierno vasco, las tres diputaciones de Euskadi y Lagun Aro EPSV, la entidad de previsión de Corporación Mondragón. Ekarpen prestó 30 millones este año a Fagor Electrodomésticos.