Campofrío: ¿mexicana?, ¿china? O las dos cosas
Ahora mismo Campofrío es una compañía con centro de operaciones en España que tiene como primer accionista a un grupo chino (Shuanghui, con el 36,9%) y como segundo accionista a una compañía mexicana (Sigma, con el 32,4% del capital, filial del gigante industrial mexicano Alfa) que pretende convertirse en el primer accionista. Durante las próximas semanas se sabrá si la compañía finalmente pertenecerá a una matriz mexicana o a una china o si se mantendrá un reparto accionarial que permita hablar de un grupo mexicano con un accionista de referencia chino con sede en España.
El 14 de noviembre, Sigma comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el lanzamiento de una opa por el 100% de Campofrío ofreciendo 6,8 euros por acción. Un día antes había acordado ya la adquisición de las acciones en poder de Pedro Ballvé (12%), presidente de Campofrío, el fondo Oaktree (28%) y CaixaBank (4%). Sigma tiene ya el 32,4% de Campofrío, según figura ahora en los registros de la CNMV.
Shuanghui –que en septiembre cerró la mayor adquisición de una compañía estadounidense por una china, la de Smithfields Foods, anterior accionista de referencia de Campofrío– guarda silencio. “Hemos leído la oferta y la valoraremos en su debido momento”, es la respuesta que un portavoz de la compañía china ha dado a este diario cuando se le ha preguntado sobre su participación en Campofrío.
Los analistas, y también fuentes cercanas a Sigma y a Pedro Ballvé, descartan que Shuanghui vaya a lanzar una contraopa. No tendría aparentemente mucho sentido que lo hicieran después de que informara a la CNMV en septiembre que tenía previsto reducir su participación en Campofrío por debajo del 36,9% para evitar el lanzamiento de una opa por el 100% (obligada a partir de rebasar el umbral del 30%).
Shuanghui viene de llevar a cabo una operación de 7.000 millones de dólares (la compra de Smithfields), por lo que el nuevo esfuerzo inversor que supondría responder a la opa de Sigma por Campofrío puede desequilibrar las finanzas de la empresa china. Que además en estos momentos, según han publicado medios internacionales, estaría preparando su salida a Bolsa en Hong Kong para el primer semestre de 2014.
A pesar de que todo parece indicar que lo lógico sería que Shuanghui no presente una oferta superior por Campofrío, los títulos del grupo español subieron ayer un 2,78% cerrando a 7,4 euros por acción (por encima de los 6,8 euros ofrecidos por Sigma).
Acuerdo de financiación
El valor de Campofrío se ha calentado después de que el miércoles Shuanghui informara sobre un acuerdo de financiación con Bank of China por 8.000 millones de dólares. Aunque el crédito otorgado responde a la necesidad de recursos financieros que requiere el grupo chino tras la compra de Smithfields, ayer varios inversores apostaron a que con esta inyección Shuanghui pueda plantearse una contraopa. “Shuanghui International y sus filiales tendrá flexibilidad para emplear el nuevo acuerdo de financiación para invertir en operaciones, participar en iniciativas comerciales internacionales, potenciales fusiones y adquisiciones y otros fines”, decía la compañía china en el comunicado. “Bank of China ha sido un socio esencial para el crecimiento de nuestro negocio y estamos profundamente agradecidos a su apoyo a medida que exploramos formas de ampliar nuestro negocio en el mundo”, añadía en el comunicado el presidente de la multinacional china, Wan Long.
Si el grupo chino acude a la oferta de Sigma con su 36,9% de Campofrío ingresaría cerca de 257 millones. Otra opción sería que Shuanghui vendiera capital reduciendo su participación por debajo del 30%; en este caso tendría que valorar la posibilidad de que Sigma decida sacar de Bolsa a Campofrío y pierda opciones de operaciones sobre una empresa no cotizada.
Bonos por 500 millones y cambio de control
A finales de octubre de 2016, Campofrío debe devolver los 500 millones de euros en bonos que colocó hace cuatro años. Los vendió a pesar de contar entonces con una calificación de B, según Standard & Poor’s. La agencia de rating continúa calificando su deuda como bono basura aunque ahora coloca su nota un escalón por encima, exactamente en B+. El hecho es que la opa lanzada por el grupo mexicano abre la puerta a efectos colaterales en la deuda de la compañía española, aunque estos sean muy improbables. El folleto de la emisión recoge la posibilidad de que los bonistas exijan el pago anticipado de la deuda en su poder si se produce un cambio del control de Campofrío, entendido este como un cambio de titularidad de más del 50% de las acciones del grupo cárnico. La cotización de la deuda de Campofrío hace absolutamente desaconsejable que los dueños de esos bonos hagan uso de la potestad que les concedería un triunfo de la oferta de Sigma, pues el precio fijado en el folleto fija una contraprestación por el 101% del valor de los bonos, cuando estos cerraron ayer al 105,1%. La situación hubiera sido diferente en octubre de 2011 o en el verano pasado, cuando los bonos cotizaban alrededor del 90% y del 95% de su valor nominal, respectivamente. Los principales dueños de esta deuda son gestoras de fondos de inversión. De acuerdo a los datos recopilados por Bloomberg, Petercam controla el 4,54% del importe en circulación de los bonos; Robeco tiene un 4,53%;y Pictet, un 2,6%.