Circular más seguro será cuestión de luces
Sistemas inteligentes salvarán los errores del conductor
A los faros de xenón les ha salido un duro rival. La brillante iluminación, con mucho más alcance que las lámparas halógenas y que alumbra de forma más concreta, supuso una revolución, hace pocos años, en la automoción. Un avance tal que ha acompañado, bien como extra o como equipamiento de serie, a los vehículos más deseados.
Pero su reinado ha llegado al final. Los expertos aseguran que comienza la era del led (Liquid Emiting Diode) también en el automóvil.
Uno de los puntos en estudio por parte de los fabricantes y las marcas de coches es la mejora y optimización de la luz de día. Desde el 7 de febrero de 2011, la Unión Europea obliga a que todo automóvil de nueva matriculación cuente con sistemas de iluminación diurna. Un año después, esta medida se aprobó también para camiones.
Aunque aún no es obligatorio su uso en España (sí en otros países, como Suecia, Italia o Suiza), los detractores encuentran demasiadas desventajas y hasta ahora urgía encontrar solución al gasto de batería y combustible o al peligro de deslumbramiento de un faro convencional. La luz de diodo encontró su sitio.
“Los avances técnicos evitarán los errores humanos y permitirán generalizar la luz de día”, afirma Luis Montoro, presidente de Fesvial
“Gracias a la tecnología led, los faros diurnos se caracterizan por su gran eficiencia, ahorro energético y gran similitud a la luz natural”, explican desde la compañía fabricante de componentes Hella. “Ahora mismo, estamos inmersos en lo que podríamos definir como la democratización del diodo”, añaden desde la empresa.
Hasta hace pocos meses solo marcas como BMW, Audi o Mercedes apostaban por esta tecnología, que se vendía casi como una cuestión estética. Hoy en día, se está popularizando en modelos más asequibles y no de gama alta.
La iluminación es un elemento fundamental en la seguridad activa del vehículo. Ver y ser visto es clave para una conducción segura. Y más en esta época del año en que la falta de horas de sol y el factor meteorológico juegan un papel importante.
Por ejemplo, según datos de Hella, “conducir con luces específicas de día puede reducir hasta en un 5% los accidentes en la carretera y hasta en un 8% en la ciudad”. Otros datos muestran que este gesto podría evitar hasta el 10% de los atropellos.
Luis Montoro, presidente de la Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial) y catedrático de seguridad vial de la Universidad de Valencia, afirma que “el 90% de la información que recibe un conductor se realiza por la vista, por lo que la iluminación es un elemento básico”.
Además, añade que “gracias a los avances técnicos se van solventando los problemas derivados de una mala iluminación”. Y es que los datos arrojan una peligrosa estadística: “cada kilómetro recorrido de noche hay un doble de posibilidades de sufrir un accidente”, apunta.
“Los avances en iluminación tienen que ir en dos direcciones, hacia la ergonomía y hacia la tecnología”, explica Montoro. “El ser humano es cómodo por naturaleza y las investigaciones se centran en ahorrar al conductor, entre otras cosas, el cambio de luces entre el día, la noche o la niebla”, afirma el catedrático.
En unos años podremos conducir coches cuyos faros se adapten automáticamente a casi cualquier circunstancia y que, incluso, disminuyan de forma automática la intensidad al cruzarse con otro vehículo. Y todo gracias a la introducción del diodo.
Infrarrojos para ver en la oscuridad
Desde que hace pocos años se pusieran en marcha los faros adaptativos AFS, que permiten acomodar la luz a la carretera, principalmente en curvas y ángulos, la tecnología ha seguido evolucionando. Íntimamente ligado con la tecnología de diodo, se están desarrollando los llamados Led Array Systems que harán posible que la iluminación del vehículo se adapte automáticamente a cualquier situación que se presente en la carretera. A base de pequeños puntos de luz y sensores se logrará alumbrar de la forma deseada diferentes puntos.
“La tendencia es la especialización de las luces de los vehículos para iluminar la carretera pase lo que pase y con la intensidad adecuada para el automovilista y el resto de conductores”, concluyen desde Hella.
Luis Montoro, presidente de Fesvial, va más allá: “Estos avances salvan los errores humanos y reducen el estrés al conducir. En definitiva, estamos a las puertas de una conducción mucho más confortable y segura”. El catedrático, además, avanza que los nuevos sistemas de iluminación se complementarán “con infrarrojos para ver en la oscuridad o mejora en las luces traseras y de freno”.
De momento, los españoles se muestran receptivos a utilizar pequeños gestos como encender las luces de día y hasta que se generalicen estos sistemas habrá que cambiar la costumbre de avisar al conductor que lleve los faros encendidos a las 12 del mediodía.