La Audiencia imputa al interventor de Bankia
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha citado a declarar el próximo 16 de diciembre al actual interventor de Bankia, Sergio Durá, en calidad de imputado, dentro de la causa en la que investiga un posible fraude contable y la salida a bolsa de la entidad.
A pesar de que Durá se incorporó a Bankia en el verano de 2011, después de la salida a bolsa del grupo, el juez le cita a declarar a partir de las 10:00 horas, según la providencia a la que ha tenido hoy acceso Efe.
La citación se produce tras las declaraciones como testigos de dos directivos del grupo, el secretario general de BFA y Bankia, Miguel Crespo, y el director general de BFA, Manuel Lagares.
Además de las comparecencias como imputados del ex director general financiero y de riesgos de Bankia, Ildefonso Sánchez Barcoj, y el ex director general adjunto de Auditoría Interna de Bankia, Miguel Ángel Soria, en su caso en calidad de imputados.
Todos ellos manifestaron cierto desconocimiento sobre la contabilidad de Bankia, alegando que la elaboración de los estados financieros tanto de la entidad como de su matriz, BFA, correspondían a la intervención general, dirigida por Sergio Durá.
De hecho, Crespo repitió varias veces en su declaración que el interventor era el responsable de la contabilidad interna, según se recuerda en las diligencias previas.
En cualquier caso, cabe destacar que cuando Durá comienza a trabajar en Bankia depende directamente de Sánchez Barcoj y no es hasta noviembre de 2011 cuando empieza a hacerlo directamente del entonces presidente de la entidad, Rodrigo Rato.
El actual equipo de Bankia, del que forma parte Durá, siempre ha defendido que los criterios aplicados en la reformulación de las cuentas que transformaron en multimillonarias pérdidas los beneficios de 2011 siguieron siendo los mismos.
Sin embargo, sostienen que fue el rápido deterioro de la economía el que obligó a estimar a la baja la valoración de los activos de la entidad y han insistido en varias ocasiones que las normas de auditoría piden las cuentas se cierren con la última información disponible.