Los bancos hacen caja por 1.300 millones con sus propias acciones en el rally bursátil
Las entidades han aprovechado la escalada de las cotizaciones para vender acciones propias por más de 1.300 millones. Las plusvalías reforzarán sus fondos propios.
Reducir el crédito concedido, vender compañías participadas, tanto financieras como no financieras, emitir bonos contingentes convertibles perpetuos y ampliar capital. Estas son las fórmulas que ha empleado la banca española para reforzar sus ratios de solvencia de cara a la enésima carrera de obstáculos a la que se enfrenta.
La tercera edición de los acuerdos de Basilea para regular el sistema financiero de todo el planeta, adaptados en la Unión a través de varias directivas, comenzará a exigirse en varios aspectos cruciales a partir del próximo 1 de enero.
De hecho, el viernes 29 de noviembre las entidades consideradas sistémicas –Santander, BBVA, La Caixa y Popular– han de enviar al supervisor que dirige Luis María Linde sus planes para cumplir con Basilea III aunque esta regulación no será completamente exigible hasta 2019. El próximo año, además, el BCE publicará los resultados de su chequeo a la banca antes de que en noviembre se estrene como supervisor de todo el sistema bancario de la Unión.
Fuertes alzas
Los bancos suben fuertemente en Bolsa desde sus mínimos de junio. Santander ha subido un 39,6%, BBVA, un 36,9%; Sabadell, un 48%; Popular, un 75,6%; Bankinter, un 91%; y CaixaBank, un 51,3%.
Uno de los propósitos de Santander al comprar acciones propias es aprovechar “la debilidad en el precio de las acciones”.
Ahora, gracias al favor de los inversores, que han permitido a las cotizaciones de los bancos del Ibex subir de media un 57% desde los mínimos anuales marcados en junio, las entidades cuentan con un arma más para mejorar las preciadas ratios de solvencia de máxima calidad: las plusvalías obtenidas con las ventas de autocartera.
La cotizadas compran acciones propias en etapas bajistas para evitar que las caídas se retroalimenten por falta de liquidez. Las adquisiciones pueden generar beneficios si las empresas venden esos títulos propios por encima del precio de adquisición. Y aunque esas eventuales plusvalías no pueden incluirse en el resultado neto sí computan en los fondos propios, pues se destinan a reservas.
Las entidades financieras han utilizado esta palanca adicional. Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter, Popular y CaixaBank han rebajado sus respectivos porcentajes de autocartera a mínimos anuales. La recuperación en Bolsa ha marcado el pistoletazo de salida para que la mayoría de los bancos se pusieran a hacer caja.
Santander ha vendido en seis meses acciones propias valoradas en 664,7 millones de euros a precio de ayer. BBVA se ha deshecho de títulos por 271,4 millones en cuatro meses; y Sabadell ha colocado títulos por 188,6 millones desde julio. CaixaBank y Bankinter han vendido desde abril 109,7 y 11 millones, respectivamente. Popular, por su parte, ha sido incluso más activo en la gestión y desde el 1,68% de autocartera que comunicó el 25 de junio –marcó su mínimo de cierre anual el día 28 de ese mes– vendió hasta situarla en cero a mediados de octubre y desde entonces volvió a engordarla hasta el 1,077% para después reducirla de nuevo hasta el 0,189% comunicado el 7 de noviembre. Solo de esta segunda oleada de ventas, la entidad ha ingresado 65,3 millones.
Los ingresos por las ventas de autocarerta de los seis bancos del Ibex suman un total de 1.313,4 millones, según los precios de cierre de ayer de las acciones.
El trading con acciones propias ya permitió el año pasado obtener cuantiosas plusvalías tanto a Santander como a BBVA, que se anotaron 85,3 y 80,6 millones de euros, respectivamente.
La Ley de Sociedades Anónimas permite que las compañías controlen como máximo hasta el 10% de su capital social, si bien ese límite no ha sido alcanzado nunca por ningún banco. Las entidades financieras han de comunicar además como operaciones de autocartera los títulos que compran y venden para sus clientes a través de sus gestoras de fondos o planes de pensiones. Eso sí, es imposible seguir operación por operación las transacciones, pues la norma obliga a informar solo cuando las adquisiciones igualen o superen el 1% del capital sin tener en cuenta las ventas. La CNMV publicó en julio, en todo caso, unas directrices para “fomentar la transparencia y la protección al inversor” en la operativa con autocartera.