El alza de las importaciones anticipa una mejora de pedidos industriales
El Ejecutivo prevé que las exportaciones acabarán el año creciendo en torno al 7% Estima que una fuerte corrección de la caída de importaciones a final de 2013
En 2007, tras quince años de crecimiento del PIB continuado, el déficit comercial superó los 100.000 millones de euros, el 10% del PIB. En paralelo a la crisis, ese indicador ha ido corrigiéndose hasta situarse en 11.007 millones entre enero y septiembre. El Ejecutivo prevé que el déficit cierre en torno a los 15.000 millones a final de año, con lo que el ajuste se elevaría a 85.000 millones en seis años. A ese recorte han contribuido dos factores: el alza de las exportaciones, en máximos de la serie histórica iniciada desde 1971, y el desplome de las importaciones, acelerado por el derrumbe del consumo familiar y de la inversión empresarial.
Un patrón de comportamiento que se ha mantenido estable en los dos últimos ejercicios, pero que puede haber iniciado un cambio de tendencia en septiembre. Con todas las cautelas para evitar generar falsas expectativas, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, avanzó ayer que el fuerte repunte de las compras al exterior en septiembre (un 15,3% respecto al mes anterior y un 4,7% respecto al mismo mes de 2012) anticipa la recuperación de pedidos de la industria. De hecho, el mayor incremento de compras al exterior se ha producido en la automoción, con un aumento anual del 30%, y en los bienes de equipo, con un 17,8% más. “Esto indica que las empresas de esas dos industrias necesitan comprar bienes de equipo para producir”, apuntó García-Legaz, que, sin embargo, advirtió que estas cifras podrían estar sesgadas por alguna operación importante de compra, como ha sucedido en meses anteriores con algunos pedidos de Airbus. Lo que sí dejó claro es que las importaciones se seguirán recuperando a medida que mejore la demanda interna. “Es muy probable que las cifras de caída en el conjunto del año se sitúen cerca del 2% o lleguen incluso al crecimiento nulo”, avanzó.
“La moderación salarial es buena”
El reverso de este aumento de las importaciones es que el dato de déficit comercial será peor de lo previsto. El Ejecutivo prevé que cierre en el entorno de entre el 1,5% y el 2% del PIB. El que esa cifra varíe más o menos dependerá de la evolución de los intercambios comerciales de España con la Unión Europea, a la que sigue destinando dos terceras partes de sus ventas. García-Legaz dio por sentado que seguirán creciendo a raíz de los resultados obtenidos:las exportaciones han crecido un 6,8% hasta septiembre gracias, en su opinión, a tres factores fundamentales: las ganancias de competitividad a través de la rebaja de precios y salarios, el aumento de la base de empresas que exportan con regularidad y la mejoría de la coyuntura económica en algunos países vitales para el comercio español, como Alemania o Francia.
El secretario de Estado de Comercio insistió en la necesidad de perseverar en la moderación salarial hasta que el crecimiento sea sostenido y se empiece a reducir la abultada tasa de paro en España, que roza el 26% de la población activa de España. “La moderación salarial es buena en estos momentos y está funcionando. Ya llegarán años de recuperación económica y subidas”, recordó. “La lección se ha aprendido”, dijo en alusión a las subidas salariales aprobadas en 2008 y 2009, con la economía española en caída libre.
“A España le beneficia que le vaya bien a Alemania”
La Comisión Europea abrió la semana pasada un expediente sancionador a Alemania por acumular un excesivo superávit comercial. En su comunicación, las autoridades comunitarias reclamaban al Ejecutivo presidido por Merkel que impulsara la demanda interna para tratar de reajusta su desmedido superávit.
Una noticia que fue valorada con tibieza por parte del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. “Los alemanes saben mejor que nadie como manejar su política presupuestaria. No tiene sentido cuestionar un modelo económico que ha funcionado”, subrayó. Frente al optimismo generalizado de algunos miembros del Ejecutivo y de los grandes empresarios, García-Legaz rechazó que la crisis haya tocado a su fin. “La crisis no ha terminado. Solo estamos viendo indicios que anticipan la recuperación”, dijo.