SG avisa: la banca pagará menos del 1% por los nuevos depósitos
Prevé nuevas provisiones en el ladrillo de entre 10.000 y 12.000 millones
La reciente rebaja de tipos tendrá un impacto inmediato en la remuneración de los depósitos a la banca. Y si la guerra del pasivo ya estaba apaciguada, su fin quedará certificado en los próximos meses, en que los bancos pagarán menos del 1% en los nuevos depósitos, según apunta Société Générale. La firma francesa reconoce que lo peor ya ha pasado para el sector financiero español, donde su apuesta favorita es Popular. Si bien advierte que aún habrá que realizar provisiones adicionales de entre 10.000 y 12.000 euros en la cartera inmobiliaria.
Société Générale apunta que la recuperación de los beneficios de la banca vendrá de la mano necesariamente de la reactivación de los créditos al sector empresarial, en un entorno de menores provisiones y de mayores márgenes de negocio. Y en ese sentido, la remuneración de los depósitos dejará de ser un lastre sobre el margen de intereses del sector. La limitación a las rentabilidades establecida por el Banco de España a principios de 2013 ya ha restado presión y ha sido seguida a rajatabla en especial por la gran banca. Pero aún hay margen para recortar más la remuneración de este producto de ahorro.
SG avanza cuál será el escenario que abordará el sector tras la reciente rebaja de tipos y las nuevas medidas que pueda tomar el BCE. “Creemos que con una tasa de euríbor a niveles entre el 0,2% y el 0,5%, no hay razón para que los bancos paguen más del 1,34% para los nuevos depósitos, como han pagado de media en el mes de agosto. Habrá una normalización progresiva y los nuevos depósitos deberían quedar por debajo del 1%”, explica la firma francesa. Y ello en un proceso de ajuste por el que la remuneración de los depósitos en España ha pasado de ser la más elevada de Europa, en los momentos más crudos de crisis de liquidez, a quedar por debajo de lo que se paga en mercados como Francia o Italia, añade SG.
Más provisiones para el ladrillo
Société Générale destaca el ejercicio de saneamiento que ha realizado la banca española y que cifra en un total de 300.000 millones desde el inicio de la crisis. No se trata solo del esfuerzo en provisiones, por 247.700 millones de euros que se han cargado contra la cuenta de resultados. Sino también de las pérdidas en la cartera de crédito que se cargaron contra reservas, como sucedió en varios procesos de fusión de cajas y en operaciones como la compra de Pastor por Popular o la de Banca Cívica por Caixabank. Si se suma este efecto, específico de la banca española y gracias al que se retrasó el reconocimiento del deterioro de la cartera en las cuentas de resultados, la factura total del saneamiento se eleva a los citados 300.000 millones de euros.
Société Générale cree que lo peor ha pasado pero advierte de que aún quedaría un esfuerzo adicional de provisiones vinculadas al ladrillo y que cifra entre 10.000 y 12.000 millones de euros, de los que 7.000 millones corresponderían a los bancos cotizados. La firma francesa argumenta para ello que el precio de las viviendas está aún sobrevalorado y apunta que para volver a la media de los años 90, previo al inicio del boom inmobiliario, los precios aún deberían caer el 36% desde los niveles actuales. Añade además que Sareb es probable que se convierta en “un competidor formidable” de los bancos a la hora de vender vivienda y que si bien la cobertura actual del 45% puede ser suficiente para vender vivienda terminada, no sería bastante, en su opinión, para dar salida a otros tipos de activos y créditos sin asumir una pérdida adicional.
Apuesta por Popular
En cuanto a recomendaciones de inversión, SG tiene el consejo de compra para BBVA y Popular, si bien su valor predilecto es la entidad que preside Ángel Ron, de la que destaca su mejora significativa en eficiencia y una red de oficinas con una rentabilidad superior a la media. En su opinión, “es la mejor fórmula para apostar por la recuperación”. En el lado opuesto aparece Bankinter, con recomendación de venta por cotizar a unos ratios elevados y porque sus resultados serían menos sensibles a la recuperación de la economía.