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Francisco Valverde carga contra la franquicia Granier

El fundador de Valpan incendia la guerra del pan

Granier gestiona más de 100 panaderías-cafeterías El fundador de Valpan asegura que Granier incumple la normativa en Madrid Es una pataleta de un señor al que no le ha ido bien, que no ha sabido adaptarse", David Pareda, director de Expansión Granier

Francisco Valverde, fundador de la cadena de panaderías Valpan, acusa en una nota de prensa difundida el martes de competencia desleal a la franquicia catalana Granier. "Precios excesivamente bajos, estrangulamiento de proveedores, aperturas en locales que no cumplen la normativa municipal, bollería industrial y pan ni artesanal ni hecho en el mismo momento sino congelado son algunas de las armas de las que se vale esta constructora catalana reconvertida en central de franquicias de panadería", asegura el comunicado enviado.

La otra parte implicada no ha querido quedarse al margen. David Pareda, director de Expansión Granier, en declaraciones a Cinco Días, ha desmentido tales acusaciones. "Es una pataleta de un señor al que no le ha ido bien, que no ha sabido adaptarse". "Granier ha creado cerca de 1.000 empleos, hemos abierto en Miami y tenemos solicitudes para abrir nuevos locales en otros lugares de EE UU y Europa", señala Pareda. 

La empresa catalana, del grupo Consupan, ha abierto en menos de cuatro años más de 20 establecimientos en Madrid, subraya el comunicado. "Faltan a la verdad diciendo al publico que elaboran diariamente sus productos con los métodos tradicionales y con los mejores ingredientes cuando no es verdad, el pan es congelado y la bollería industrial", sostiene el fundador de Valpan. "Es lamentable que se desprestigie así nuestro sector ya que lo que debemos procurar es que la calidad sea nuestro objetivo prioritario, lo artesano es artesano y lo industrial es otra cosa y tratar de hacer pasar lo uno por lo otro no es ni posible ni ético". “Croissants a 0,50 céntimos, 5 panecillos de sabores por 1,50 euros, quinteto de fartons a 1 euro o tres Berlinas a 1,50 euros son precios absolutamente imposibles e inasumibles con los costes actuales de materias primas, energía, etc., en esta caso sin duda alguien pierde o bien el que lo fabrica o el que lo vende y su único objetivo es acabar con los negocios cercanos y cuando ya no haya competencia posiblemente subirán los precios, de eso es lo que mucha gente no se da cuenta, porque como ya no hay con quien comparar y va siendo progresivo los clientes no se enteraran que ya están pagando lo mismo que pagaban en la tienda artesana de toda la vida", añade Valverde.

La nota enviada ayer en nombre de Valverde sostiene que este grupo está "sembrando el malestar entre la comunidad de panaderos y pasteleros" y que ha llegado "recientemente a un sector al que está aplicando la política de tierra quemada; entrar, arrasar y posiblemente salir". Por su parte Pareda considera que "estas declaraciones hacen daño a 37 emprendedores que han abierto locales".

En su web Granier asegura ser fiel "a las recetas artesanales"  y explica que existen más de 120 tiendas abiertas en toda España y que "ya está iniciando el camino internacional con la apertura de una primera tienda en USA (Miami) así como preparando las próximas aperturas en ciudades como Londres, Roma, Budapest, etc". La compañía indica que sus fundadores "tienen más de 20 años de experiencia en el mundo de la panadería".

En declaraciones a este diario Francisco Valverde ha asegurado que Granier tiene siete establecimientos abiertos en Madrid con orden de cierre por el Ayuntamiento. "En uno de sus locales han puesto un cuarto de baño para minusválidos en el sótano, al que hay que llegar a través de una gran escalera", cuenta Valverde. El fundador de Valpan administra ahora otra franquicia de panaderías, Blaupan, con 15 establecimientos en Madrid. "El asunto llegará a los tribunales, seguro", advierte.

A mediados del pasado año se originó en una panadería de Valencia lo que luego se ha pasado a conocer como la "guerra del pan". José Navarro, hijo de un panadero tradicional de Quart de Poblet, en Valencia, comenzó a vender barras de pan a 20 céntimos disparando los ingresos de su establecimiento y abriendo nueve más. La iniciativa ha sido también duramente criticada por compañías del sector que cargan con lo que denominan el "fenómeno del pan y la bollería low cost". "¿Imposible bajar los precios? Mentira, sí es posible. Otra cosa es que el señor Valverde no sepa hacerlo. Nosotros sabemos hacerlo con un pan de alta calidad", matiza el responsable de Granier.

Según datos de la Confederación Española de Organizaciones de Panaderías (Ceopan) correspondientes al año 2006, el sector de la panadería y la pastelería ocupó ese año a 84.704 personas, y facturó 6.044 millones de euros

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