Yellen mantendrá la política expansiva de la Fed cuanto sea necesario
Janet Yellen, designada para encabezar la Reserva Federal (Fed), se enfrentó anoche a su primera audiencia de confirmación en el Senado de EE.UU. en la que dijo que continuará con la actual política expansiva el tiempo que sea necesario.
La actual vicepresidenta de la Fed –y respetada economista– recibió una acogida cordial en el Comité Bancario del Senado, lo que hace prever que no tendrá problemas para ser confirmada y asumir las riendas del banco central a partir de febrero en sustitución de Ben Bernanke, jefe de la política monetaria desde 2006.
Las dudas de los legisladores se centraron en si el multimillonario programa de compra de títulos para estimular la recuperación, calificado como “sobredosis de azúcar” o “inyección de morfina” por algunos senadores, todavía es adecuado y efectivo.
Yellen defendió la programación y los efectos “significativamente positivos” de la política extraordinariamente expansiva del banco central, aunque reconoció que “no puede continuar para siempre” porqu existen riesgos asociados si se prolonga demasiado.
“Tenemos en cuenta los costes y la eficacia del programa según avanza. En este momento considero que los beneficios superan a los costes”, dijo Yellen, de 67 años.
“Es importante no retirar el apoyo precisamente cuando la recuperación es frágil y los instrumentos para responder a una recaída son limitados”, añadió.
En su opinión, el programa de compra de activos por 85.000 millones de dólares mensuales ha tenido un papel destacado en la mejora del sector inmobiliario y el del motor desde la crisis de 2008, al presionar aún más a la baja los tipos de interés.
Pese a considerar que “indirectamente” esta política beneficia al conjunto de los estadounidenses, reconoció que la desigualdad en ingresos y la reducción de la clase media es un problema creciente.
La economista, con dos décadas de carrera en la Fed, afirmó que su prioridad será la reducción del desempleo, actualmente en el 7,3 %, un nivel que calificó de “demasiado alto”.
Asimismo, consideró que la economía estadounidense sigue “muy por debajo de su potencial”, con un crecimiento el tercer trimestre de este año del 2,8 % en tasa anualizada.
Yellen aseguró que la Fed vigilará cuidadosamente la evolución de la economía, con especial atención a la inflación y el desempleo, como obliga el mandato del banco emisor, para decidir cuándo es apropiado comenzar a reducir el programa de compra de títulos y, más a largo plazo, subir los tipos de interés, cercanos a cero desde finales de 2008.
“Me gustaría ver que la economía y el mercado de trabajo se recuperan más rápidamente”, explicó Yellen, que mostró así su frustración por la debilidad de la recuperación de Estados Unidos.
Yellen reconoció en varias ocasiones que la Reserva Federal se enfrenta a tiempos “con circunstancias excepcionales”, por lo que ha tenido que adoptar políticas “sin precedentes, cuyos efectos no han sido probados. Es un trabajo en marcha e intentamos explicarlo al público”.
La actual vicepresidenta, vista como un símbolo de continuidad en el banco emisor, dijo que las políticas de la Fed han ayudado a la mejora económica de Estados Unidos, aunque admitió que “la recuperación no ha sido tan rápida como desearíamos”.
La política monetaria excepcionalmente expansiva de la Fed está afectando a los ahorradores, tiene el riego de crear burbujas y ha hecho que la hoja de balances del banco central esté en sus máximos históricos por el gran volumen de liquidez inyectado al sistema.
Yellen lamentó el gran número de parados de alta duración en EE.UU., unos 4 millones de personas, y aseguró que su meta es alcanzar un círculo virtuoso en el que la mejora económica permita nuevas inversiones en formación de trabajadores, de salarios y del consumo.
La designada por el presidente Barack Obama también reconoció la importancia de la comunicación de los planes de la Fed, medidas que instituyó Bernanke, para evitar volatilidad en los mercados y mayor inestabilidad en momentos de incertidumbre.
Además, subrayó la importancia de no rebajar la labor supervisora del sistema financiero de la Fed, y consideró importante avanzar en el conjunto de normas conocidas como Dodd-Frank para no repetir los fallos que llevaron a la crisis a EE.UU. y a numerosos países.