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Santander y Popular ultiman el traspaso de sus filiales

Altamira y Aliseda impulsan sus ventas para gustar más a los inversores

Promoción a la venta comercializada por Altamira, la inmobiliaria de Banco Santander.
Promoción a la venta comercializada por Altamira, la inmobiliaria de Banco Santander. Reuters
Juande Portillo

Banco Santander y Banco Popular han puesto en marcha sendas campañas comerciales en sus filiales inmobiliarias, Altamira y Aliseda respectivamente, de cara al cierre del año. Una estrategia comercial que coincide con la recta final del proceso de subasta de ambas plataformas y que, suponiendo un apoyo adicional para la carrera por deshacerse de ladrillo de cara a los resultados anuales, supone también un ejercicio de puesta en valor de sus firmas ante los principales candidatos que se han venido postulando.

La ambición de ambas entidades, después de todo, es ceder sus aparatos de gestión inmobiliaria por varios centenares de millones de euros, cifras que tratan de justificar mostrando el músculo de sus filiales en un trimestre especialmente activo en la compraventa de vivienda.

Altamira Santander Real Estate, en concreto, ha decidido ampliar hasta el 31 de diciembre la campaña de subastas de inmuebles que inicialmente había programado del 9 de septiembre al 31 de octubre. A través de su web, Altamira permite a los particulares pujar libremente por un catálogo de unas 5.000 viviendas, plazas de garaje, trasteros, u oficinas. Las ofertas recibidas son estudiadas a diario por la firma, que se compromete a responder, aceptando o rechazando la propuesta, en un plazo de 72 horas.

Gracias en buena parte a la labor de Altamira, la entidad que preside Emilio Botín ha vendido 11.800 inmuebles, entre propios y financiados, en los nueve primeros meses del año. Con esta carta de presentación, y en medio del fuerte interés que han despertado estas plataformas inmobiliarias entre los inversores internacionales, Santander contrató a la consultora PriceWaterhouseCoopers para vender Altamira. Fuentes del mercado apuntan a unos pocos jugadores habituales como los mejor posicionados en la fase final de la puja, se trata de los fondos Apollo, Cerberus, Centerbridge y Lone Star.

Aliseda, por su parte, ha organizado una campaña de rebajas de precios que mantendrá hasta finales de este mes. Los descuentos, medidos sobre los precios anteriormente ofrecidos en la propia firma y también frente a precios de mercado, llegan a rozar el 60% en diferentes casos, y van a compañados de propuestas hipotecarias. Es posible, por ejemplo adquirir viviendas bajo un tipo de euríbor más 1,25%, con cuotas mensuales que parten de los 100 euros.

La entidad que preside Ángel Ron contrató a la consultora KPMG para poner a la venta esta sociedad, que maneja unos 10.000 millones de euros en ladrillo y 8.000 más en créditos promotor. También en este caso han estado valorando la compra Cerberus y Centerbridge, así como el fondo Kennedy Wilson.

El poder de los fondos

Las dos grandes operaciones están muy avanzandas, según fuentes del mercado, si bien las cifras de venta mantienen a las partes sin acuerdo. Si de un lado se han llegado a cifrar en 500 millones la operación de Altamira, la pretensión de vender Aliseda por más de 600 millones ya ha ahuyentado a algunos de los inversores que se habían interesado, informan fuentes del ámbito del capital riesgo.

En cualquier caso, la venta de estas dos plataformas inmobiliarias, que se sumaría a la de Catalunya Banc, la de Bankia Habitat y la de CaixaBank, supondrá la externalización de la gestión de unos 100.000 millones de euros del ladrillo de la banca.

La gestión de esta carga tóxica, de hecho, se promete como un ingente y lucrativo negocio a medio plazo en el que algunos jugadores tratan de hacerse con una buena parte del pastel. “El interés de los inversores ha cambiado desde verano como de la noche al día”, expone Vanessa Gelado, directora de Drago Capital, “y algunos compradores siguen con apetito”, añade.

Así, el fondo Cerberus, que se ha postulado tanto en el proceso de Aliseda como en el de Altamira, ya se hizo en septiembre con la gestión de Bankia Habitat, que no solo maneja los activos de la nacionalizada sino también los que traspasó a Sareb. Centerbridge, interesado también en Aliseda y Altamira, ya se hizo con la gestora de activos de Banesto, Aktua. Apollo, por su parte, se ha convertido en un agente de cierto peso con varias compras, entre la que destaca la de Evo Banco. Kennedy Wilson, finalmente, fue quien se hizo con la plataforma de Catalunya Banc.

Bankia busca vender 1.000 inmuebles en 10 días

Bankia Habitat, inmobiliaria que está gestionando la comercialización entre particulares de los activos traspasados por Bankia a Sareb, puso en marcha ayer una una subasta on line (accesible desde www.bankiahabitat.es) con más de 1.000 inmuebles del banco malo repartidos por toda España. La posibilidad de pujar por estos activos, con precios que parten de los 43.393 euros y cuyos descuentos llegan a alcanzar el 40%, está abierta hasta el próximo 21 de noviembre. Una agresiva estrategia comercial con la que Sareb aspira a reactivar su ritmo de ventas de cara al último tramo del año. De momento, Sareb acumula 4.500 ventas hasta mediados de octubre frente a las 7.500 transacciones que recoge su plan de negocio para este ejercicio, con lo que 1.000 ventas más supondría un importante salto cuantitativo hacia su objetivo.

Aunque tradicionalmente el último trimestre del año resulta especialmente propicio para las transacciones inmobiliarias, los últimos resultados trimestrales indican que, en los nueve primeros meses del año, las grandes entidades como CaixaBank han llegado a quintuplicar el ritmo de ventas de Sareb, sociedad de la que la gran banca es a la vez competencia y accionista.

Bankia Habitat, cuya gestión fue recientemente transferida al fondo estadounidense Cerberus, ha realizado una selección de un millar de inmuebles que incluyen desde viviendas, de primera o segunda residencia, a plazas de garaje pasando por locales comerciales, todos ellos de obra nueva. Aunque la oferta abarca casi toda la geografía española, el grueso de los activos subastados se encuentra en la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Canarias, Asturias y Andalucía.

Los postores tendrán la opción de realizar una compra inmediata bajo el precio sugerido actualmente por la firma sin esperar al cierre de la subasta, o pujar directamente en la web de la inmobiliaria y esperar a que culmine el plazo para saber si su oferta ha sido aceptada.

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