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La incubadora Toledo alberga a 601 pymes

"Un vivero es un buen lugar para empezar un proyecto"

En tres años en marcha, la incubadora de Toledo ha albergado a 60 pymes

Rafael Parra y José Antonio del Valle, fundadores de EMCC, trabajando en su despacho del vivero de empresas de la Cámara de Comercio de Toledo.
Rafael Parra y José Antonio del Valle, fundadores de EMCC, trabajando en su despacho del vivero de empresas de la Cámara de Comercio de Toledo.I. L.

La consultora energética EMCC prepara su salida del vivero de empresas de la Cámara de Comercio de Toledo, que ha sido su casa durante los últimos tres años. Tras agotar todas las prórrogas posibles, a la empresa fundada por José Antonio del Valle y Rafael Parra le ha llegado la hora de abandonar esta estructura, que ofrece a los emprendedores un despacho a precios competitivos y los servicios y la formación necesarios para sacar adelante un proyecto. El balance que hacen de esta etapa los que fueran primeros inquilinos de una de las incubadoras empresariales más grandes de España (cuenta con 4.700 m2 y por ella han pasado 60 empresas en los tres años que lleva en marcha) es muy positivo. “Creo que es un buen lugar para iniciar un proyecto”, afirma Del Valle, quien hace siete años abandonó un cómodo trabajo por cuenta ajena para convencer a unos amigos y constituir esta pyme que se dedica a crear y gestionar proyectos relacionados con las energías renovables. “Si pudiera, no me iría”, concluye este emprendedor, aunque reconoce que es un paso necesario para empezar a consolidar la consultora.

En la situación opuesta se encuentra el estudio de diseño gráfico y web Hache, que ha sido la última empresa en incorporarse a la incubadora toledana. Los dos socios de esta iniciativa empezaron hace unos años a crear una cartera de clientes como autónomos y hace dos meses se trasladaron –ya como sociedad– a una oficina en el vivero que empieza a coger forma con una pequeña exposición de sus trabajos que esperan aumentar poco a poco.

Unas botellas de vino con coloridos y sencillos diseños en sus etiquetas son, por ahora, la carta de presentación que exhiben en el despacho. “El 80% de nuestros clientes son compañías agroalimentarias”, explica Héctor González, diseñador gráfico de Hache, quien añade que la mayoría de los productores con los que trabajan quieren renovar su imagen para ofrecer sus productos en el extranjero. En el futuro, González asegura que aspiran a seguir creciendo, pero sin perder de vista el presente. Las sinergias y, en general, compartir la experiencia con otros viveristas es lo que este joven empresario destaca de la instalación de la Cámara de Comercio.

Esta es también una de las mayores ventajas que aporta el vivero para Alberto Martín, director general y fundador de Alaro Avant, consultora que se dedica principalmente a ofrecer servicios de adaptación a la Ley de Protección de Datos. Emprendedor por partida doble (creó hace 12 años una empresa de nuevas tecnologías que vendió, a excepción de la división que sirvió como base para el proyecto que ahora dirige), está a punto de cumplir dos años en la incubadora y considera que se debería potenciar todavía más el networking en ella.

Los emprendedores destacan las ventajas de compartir su experiencia

Martín cuenta que son gestos cotidianos, como pedir una silla prestada o tomar un café durante un descanso, los que llevan a los emprendedores a compartir sus experiencias y a veces incluso a convertirse en clientes unos de otros. “Es algo que se hace bien, pero que se podría potenciar pensando en la gente a la que le cuesta dar el primer paso”, asevera.

Los viveristas de Toledo coinciden en que los inicios de un proyecto empresarial no dejan de ser duros por estar en una estructura de este tipo, pero sí son más llevaderos.

Instalaciones industriales y virtuales

Además de la incubadora de Toledo, la Cámara de Comercio de la provincia cuenta con otras dos instalaciones similares.Una de ellas está en Talavera de la Reina y la otra en Illescas. Aunque la mayoría de los viveros se conciben para albergar a pymes del sector servicios, el de Illescas está enfocado a las de naturaleza industrial (dispone de ocho naves).El director de Innovación y Calidad de la Cámara, Fernando Sánchez-Beato, explica que los viveros se pensaron inicialmente para empresas de tipo tecnológico, pero que por ellos han pasado todo tipo de iniciativas (desde una web de contactos, a un fabricante de cámaras de oxigenación hiperbárica).Al margen de estas instalaciones, la Cámara de Toledo ofrece a los emprendedores la posibilidad de acogerse a la modalidad de vivero virtual.

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