Un verdejo a la conquista del mercado mundial
A primera vista, apenas leyendo su nombre, pocos pensarían que el pequeño municipio vallisoletano de La Seca tiene en su territorio algunas de las tierras más fértiles del país. Al menos, en el apartado vinícola. Allí se asienta Cuatro Rayas, la principal bodega de la Denominación de Origen (DO) Rueda, además de ser la que más botellas produce en Castilla y León y la que más vino blanco vende de entre todas las denominaciones de origen españolas.
Con la variedad verdejo por bandera, Cuatro Rayas se dispone ahora a consolidar su expansión en los mercados internacionales con una facturación anual de 20 millones de euros, que superará con creces este año, según cuenta su director gerente, Vicente Orihuela. Una ambición exportadora que es producto de la crisis, como reconoce, ya que durante los años de pujanza económica el sector “no creía en la exportación”. Entonces el consumo interno era suficiente para satisfacer las ambiciones de las bodegas. Entre 2010 y 2012, los años más duros de la crisis, sus exportaciones crecieron un 100%, y ya representan el 12% de la facturación, con el objetivo de alcanzar el 20% en los próximos años.
Los inicios de la que es ahora una de las principales bodegas del país se remontan a 1934. Finalizada la vendimia de aquel año, una treintena de viticultores de La Seca, un pueblo de apenas un millar de habitantes, decidió reunir sus esfuerzos y crear ya en 1935 el germen de la compañía actual, Agrícola Castellana, popularmente conocida como Cuatro Rayas, nombre que rinde homenaje al corazón de la DO Rueda: el Pago de las Cuatro Rayas, terreno donde confluían los términos municipales de La Seca, Rueda, Medina del Campo y Rodilana, en la actualidad una pedanía de Medina. Pasados más de 75 años, Cuatro Rayas continúa funcionando como cooperativa, en la que los propietarios son los propios viticultores, con el objetivo de “pagar el precio de uva a precios dignos y mantener el nivel de vida de los socios”, afirma Orihuela. La bodega da empleo, de manera directa e indirecta, a cerca de 350 familias de La Seca.
Cuatro Rayas fue una de las primeras, “por no decir la primera”, según su director gerente, en embotellar vinos elaborados a partir de uva verdejo, de la que salvó de la desaparición en la década de los sesenta. Entonces, en el sector predominaban los vinos a granel. Cuatro Rayas decidió elaborar vinos secos de menor graduación, y fue una de las fundadoras de la DO Rueda.
Ahora exporta 500.000 botellas a Reino Unido, casi las mismas que a Alemania, 250.000 a Holanda y 100.000 a EEUU, sus principales mercados foráneos. La bodega llega a 50 países, una aventura con mucha competencia que Orihuela considera positiva, ya que lo importante “es que se conozcan los vinos de la DO Rueda”, para lo cual aboga por el trabajo conjunto de las bodegas que la componen. El próximo objetivo es China, un mercado difícil, ya que triunfa el vino tinto y está muy polarizado entre vinos de altísima o de muy baja calidad. Con el ánimo de ocupar ese término medio, Cuatro Rayas seguirá creciendo para ofrecer ese vino blanco verdejo fresco y aromático.
6 millones de euros en la nueva planta
Cuatro Rayas tiene en marcha una inversión de sus instalaciones cifrada en seis millones de euros. Terminado su nuevo almacén de 4.000 m2, inicia la construcción de una línea de embotellado con la que podrá alcanzar los 20 millones de botellas anuales, cinco más que en la actualidad. l En total, la bodega emplea a 50 personas de forma directa durante el año, que llegan a 80 en la época de vendimia. La de este año, concluida en octubre, se ha saldado con la recogida de 20 millones de kilos de uva.
Los viñedos de la bodega ocupan una extensión de 2.100 hectáreas, que podrían dar hasta 21 millones de kilos de uva si se explotara toda su superficie.