Fagor entrará en liquidación tras casi 60 años de historia industrial
La reunión de ayer en Vitoria entre representantes del Gobierno vasco, directivos de Corporación Mondragón y de la propia Fagor Electrodomésticos, junto con responsables de las instituciones de Euskadi donde se ubican las fábricas de la empresa, solo sirvió para ratificar el fin de la historia empresarial del líder de línea blanca en España, donde todavía tiene una cuota superior al 16%.
La cooperativa de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) entrará en liquidación este mismo mes. Mañana presentará concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de San Sebastián con un pasivo cercano a 1.000 millones.
Allí se acogió el pasado 16 de octubre al preconcurso y luego también presentó al magistrado Pedro Malagón la antigua suspensión de pagos de su filial polaca Mastercook. La intención de que la misma carpeta judicial en San Sebastián concentrara todos los procesos concursales no fue posible, porque la propia dirección de la filial gala Brandt instó ayer el concurso de acreedores ante el Tribunal de Comercio de Nanterre. En ese país, Fagor Electrodomésticos tiene cuatro fábricas y 1.800 empleados (sobre una plantilla total de 5.600 personas).
El mayor impacto en Euskadi durante la crisis
La crisis económica que vive el mundo desde 2007 llegó más tarde a Euskadi por el anclaje industrial de su PIB. El retraso no evitó luego el inevitable cierre de fábricas y de ajustes de plantilla en el tejido fabril de la comunidad. Pero quizás este último mes ha sido el de mayor impacto en el mundo económico y social del País Vasco.
Todos conmocionados por la desaparición de una marca histórica que la han vivido como propia varias generaciones de consumidores. Un retraso en la toma de medidas de ajuste y la competencia de los fabricantes asiáticos han acabado con el quinto fabricante de línea blanca de Europa (en Francia, también es líder del mercado). En su última fase acumulaba un deterioro patrimonial de seis millones al mes. A la liquidación de sus activos acudirán ahora las empresas del sector.
La primera, la multinacional china Haier, el mayor fabricante de electrodomésticos del mundo. Esta semana rompió su alianza con Fagor en Polonia, pero para librarse de pactos anteriores y poder entrar en Europa a través de ese mercado, uno de los más activos en ventas de electrodomésticos del ámbito comunitario. Otros socios de la marca vasca también pujarán por sus fábricas. Como la alemana Vaillant por el centro conjunto de Bergara (Guipúzcoa) o la china Robam.
Las presiones de los sindicatos sobre el Gobierno de François Hollande han surtido efecto. Ahora, las plantas galas buscarán su futuro por separado y con el mensaje de que lo tienen fuera de la órbita de la compañía vasca. Todo un guiño para los consumidores franceses, de cara a la cercana campaña de Navidad. Fagor Electrodomésticos adquirió Brandt en 2005 para diversificar sus ventas, hasta entonces muy concentradas en España. Su nueva filial facturaba entonces más del doble que la propia cooperativa.
Mensaje del ministro Soria
El Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, dinamitó la reunión de ayer en Vitoria al declarar antes de su celebración que Fagor Electrodomésticos tendría que presentar concurso de acreedores por la falta de financiación. Necesitaba 170 millones con urgencia para poder reabrir sus trece fábricas (las cinco de España emplean a 2.000 socios). Los empleados no han cobrado la nómina de octubre.
En otra jornada convulsa para la histórica marca de línea blanca, Corporación Mondragón comunicó su compromiso para salvar hasta 1.200 empleos entre los socios que se quedan sin trabajo. Por la fórmula de las prejubilaciones, con cargo a la entidad de previsión del grupo Lagun Aro, pero sobre todo por las recolocaciones en otras cooperativas integradas en la multinacional vasca que están en beneficios. Como el fabricante de ascensores Orona, los productores de componentes de automoción Batz y Maier, o Copreci, que elabora piezas para electrodomésticos.
La Diputación de Vizcaya anunció, entre el frenesí de declaraciones en torno a la crisis del grupo de línea blanca, que aportará hasta tres millones para el reflotamiento de la planta de Fagor en su territorio, ubicada en la localidad de Basauri y dedicada, con 200 trabajadores que son cooperativistas, a la producción de equipos con la marca Edesa. Las otras cuatro en España están ubicadas en Guipúzcoa, en la zona del Alto Deba, una de las más prósperas (hasta ahora) de Euskadi, y que durante décadas ha exhibido un porcentaje de paro técnico (por debajo del 5%). De momento y como ejemplo, la empresa Grumal de Azpeitia (Guipúzcoa) se ha quedado sin actividad. Fabricaba mobiliario de cocina para la marca vasca con 150 empleados.
Solo en Euskadi, el líder en línea blanca puede dejar en el paro a 4.000 profesionales que trabajaban para Fagor Electrodomésticos, que contrataba productos y servicios entre sus proveedores vascos por 135 millones al año.