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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Temporada de caza de la recuperación

Una vez confirmada oficialmente la salida de la recesión de la economía española, el objetivo de teóricos y prácticos está en detectar las señales que aseguren que la recuperación está en marcha. Salvo para los agoreros de turno, se ha instalado en el ambiente una saludable atmósfera de vuelta de la confianza ante la que, sin embargo, conviene extremar la cautela. Las reformas aplicadas están haciendo su papel, pero necesitarán tiempo y, aun así, siguen incompletas; las agencias de rating ya miran a España de otra manera, y alguna se ha adelantado a reconocerlo, pero con la misma volatilidad que cuando hacían lo contrario; el capital ha decidido definitivamente su vuelta, pero ante cualquier sobresalto pueden irse igual de rápido... Sin duda lo más seguro es el retorno de la inversión real en forma de compra de empresas españolas por grupos internacionales. Que esta se acelere es una de las señales más claras de recuperación, aunque en ese proceso, como en el de las inversiones en bienes raíces, no hay que descartar que esté jugando un papel determinante el efecto ganga, los bajos precios que los activos, productivos o no, ofrecen tras seis años de crisis.

Uno de los indicadores que mejor diagnostica la salud económica son las ventas de coches. Pues bien, tras el aumento del 28% en septiembre han subido por segundo mes hasta dispararse el 34,4% en octubre, y ya crecen un 1,1% en el año. Así, el mercado automovilístico completa los diez primeros meses con evolución positiva, lo que no se daba desde hace casi tres años. Son datos que, sin embargo, se apoyan en las ayudas públicas a la compra e indican un adelanto de adquisiciones ante el previsto agotamiento de los estímulos que, al final, ha prorrogado el Gobierno. No obstante, la paulatina recuperación del mercado interior, paralela a un importante aumento de la producción, sugiere el esperado cambio de tendencia, fundamental en el mercado de coches también por su efecto multiplicador en otros sectores.

Pero estamos en época de caza, y para los más avezados ojeadores de la recuperación hay, más allá del automóvil, una pieza sobresaliente: las ventas de las grandes empresas. Una estadística tan fiable como poco empleada sobre la marcha de la actividad es la que realiza la Agencia Tributaria sobre las declaraciones del IVA de las ventas de las grandes empresas no financieras y las retenciones de IRPF a sus trabajadores. El informe de septiembre refleja que, por primera vez en 25 meses, sus ventas volvieron a signo positivo (1,6%). Así lo indican los datos deflactados y corregidos de calendario manejados por Hacienda –como la subida del IVA en septiembre de 2012–, por lo que se confirma la recuperación de unas ventas que, en un 78%, van dirigidas al mercado interior. Es una mejora que llega combinada con la atenuación de los recortes de salarios y de la destrucción de empleo. La creación de este sigue siendo la gran pieza a cazar.

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