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Sáenz de Santamaría apuesta por unificar compras

El Estado ahorrará 40 millones con un gran contrato de comunicaciones

La idea es centralizar en un único contrato el servicio para toda la Administración central Hacienda ya ha ingresado 105 millones con la venta de inmuebles

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, durante su comparecencia en la Comisión Constitucional del Senado.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, durante su comparecencia en la Comisión Constitucional del Senado.EFE

La Administración General del Estado está ultimando un concurso para la adjudicación de un “macrocontrato de comunicaciones” centralizado para todos los departamentos que permitirá ahorrar entre un 10 y un 15 por ciento de los 270 millones de licitación, lo que supone un ahorro de unos 40 millones de euros.

Así lo ha avanzado hoy la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en una comparecencia en el Senado en la que está dando cuenta del informe sobre la reforma de las administraciones públicas.

Para Sáenz de Santamaría “no tiene sentido” que cada órgano de la administración compre su propio software o contrate por su cuenta los suministros de electricidad o comunicaciones.

Ha puesto como ejemplo los 1.700 contratos de suministro eléctrico que tenía hasta ahora la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento y que se han dejado en un solo acuerdo marco, o los 9 millones de euros, de un total de 47, que se ahorrará el Ministerio del Interior por este mismo motivo.

En este sentido, ha subrayado también los 44 millones de ahorro en alquileres o la venta de inmuebles en desuso que han permitido unos ingresos de 105 millones de euros para el Estado. “No se trata solo de gastar menos, sino gastar mejor”, ha insistido la vicepresidenta, que considera imprescindible reducir gastos y organismos innecesarios, no sólo ahora en época de crisis, sino también en tiempos de bonanza económica.

En este objetivo enmarca el plan de reducción de fundaciones públicas, de las que se suprimirán la mitad, y una mejor gestión de los presupuestos públicos, que partirán en muchos casos de “base cero” y no como hasta ahora. También ha apostado por una eficiencia en la gestión de los recursos humanos de la administración, premiando la responsabilidad y el esfuerzo y limitando el empleo eventual.

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