Cómo ganar dinero cuando el euro afloja
Las placas tectónicas de las divisas vuelven a desplazarse silenciosamente, alterando la rentabilidad de las inversiones internacionales. Ante este panorama cambiante, varios expertos explican cómo sacar partido a esos movimientos. Su principal consejo: comprar activos denominados en dólares para aprovechar el más que probable fortalecimiento de la divisa norteamericana.
Las tensiones políticas en Washington y la decisión de la Reserva Federal de retrasar la retirada de los estímulos monetarios han debilitado al dólar durante los cuatro últimos meses. La moneda estadounidense superó la cota de los 1,38 euros el 24 de octubre, algo que no ocurría desde hacía dos años. Desde ese punto, la tensión ha ido aflojando y el viernes se cambiaba por debajo de 1,348. Ahora bien, ¿cuál será la tendencia para los próximos meses y cómo puede preparase un ahorrador para los cambios que se avecinan?
“El mercado de divisas ha sobrerreaccionado al episodio de desgobierno norteamericano y al retraso en el repliegue del programa de compra de activos de la Fed”, explica Enrique Díaz-Álvarez, director de estrategia Ebury Partners. “Creemos que en 2014 se va a concretar la retirada de estímulos monetarios en los EE UU. Además, prevemos una recuperación económica decepcionante en Europa, lo que ampliará el diferencial de tipos entre los EE UU y la eurozona. Estos dos factores presionarán a la baja al euro”.
Todos los especialistas consultados coinciden en que en los próximos meses viviremos un debilitamiento del euro y un fortalecimiento del dólar. La única duda es la dimensión de esta tendencia.
John J. Hardy, director de estrategia de divisas de Saxo Bank lo tiene claro: la caída del euro será pronunciada. “Creo que el dólar está a punto de apreciarse considerablemente frente a las divisas europeas. Respecto al euro, creo que puede llegar durante el próximo año hasta 1,2 o 1,1”. Si se cumplen las previsiones de este experto, la revalorización del dólar superará el 20% durante los próximos meses. Esta tendencia ya ha comenzado y, en los últimos días, el euro ha cedido un 2% frente al dólar.
Aunque la ecuación de inversión parece muy clara, los especialistas recuerdan que la fluctuación de las divisas está influenciada por numerosas variables: los cambios en las balanzas de pagos de los países (cuando una economía exporta mucho recibe los ingresos en moneda extranjera, que se devalúa), las políticas de los bancos centrales o la evolución de las materias primas.
En la situación actual, el movimiento de apreciación del dólar se verá totalmente condicionado por la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal. “Si la Fed llega a dar el paso y reduce sus compras de activos, nos arriesgamos a un enorme choque de trenes en los mercados globales de activos, que se han inflado increíblemente debido a los últimos años de política monetaria extrema”, asegura John J. Hardy, de Saxo Bank.
1. Brillarán los fondos monetarios denominados en dólares
Dentro del amplio abanico de los fondos de inversión, una de las familias que más se beneficiará de la revalorización del dólar frente al euro son los monetarios denominados en la divisa estadounidense. “Desde el punto de vista más conservador, la inversión se podría articular a través de un fondo monetario en dólares, como Ibercaja Dólar”, explica Beatriz Catalán, gestora de inversiones de Ibercaja Gestión.
Este tipo de productos invierte en renta fija estadounidense a corto plazo. Si se cumplen las previsiones de fortalecimiento del dólar, la apuesta por fondos de renta fija puede ser una inversión redonda: bajo riesgo y alta rentabilidad. “Este tipo de inversiones puede ganar atractivo para inversores de fuera de Estados Unidos, ya que permitirá no solo no tener que preocuparse en realizar una cobertura de la divisa sino que podrá ser una fuente extra de rentabilidad”, comenta Daniel Aymerich, analista de Inversis Banco.
Para los inversores dispuestos a asumir mayores riesgos, los expertos apuestan por fondos centrados en renta variable estadounidense. “La economía norteamericana ha emprendido un desapalancamiento bastante mayor que en otros lugares y es un lugar atractivo en el que invertir cara al futuro, con su energía barata y su demografía más saludable”, explica John J. Hardy, director de estrategia de divisas de Saxo Bank.Entre los fondos que habría que evitar, destacan los que invierten en mercados emergentes. Según los expertos, estas economías se han beneficiado de las políticas intervencionistas de los bancos centrales de Estados Unidos y Europa. A medida que se vaya concretando la recuperación y la retirada de estímulos, los flujos de inversión volverán a los países desarrollados, lo que perjudicará tanto a las divisas como a las Bolsas de países emergentes. “La retirada de estímulos y la consiguiente subida de los tipos de interés en EE UU harán que estos flujos se den la vuelta en parte”, asegura Díaz-Álvarez, de Ebury Partners. “Son particularmente vulnerables aquellos mercados emergentes que presenten un perfil de financiación incierto: déficit por cuenta corriente persistentes, reservas de divisas insuficientes, y sistemas bancarios frágiles y expuestos a una devaluación de la moneda local”.Desde Merrill Lynch coinciden en esta visión: “los mercados emergentes se han beneficiado de la política de la Fed y en primavera los inversores empezarán a deshacer posiciones en este tipo de activos, tanto en renta fija como variable”.
2. Compra directa de la moneda estadounidense
Si los expertos creen que el dólar se va a revalorizar... ¿por qué no invertir directamente en el mercado de divisas y comprar dólares? Esta opción, aunque parece la más evidente, también comporta riesgos, puesto que la fluctuación de las monedas está condicionada por una multitud de factores que el inversor difícilmente puede controlar.
“Hoy en día tenemos muchos instrumentos para ganar exposición a divisas”, explica Daniel Aymerich, analista de Inversis Banco. “En fondos de inversión, lo clásico es tomar posiciones a través de fondos monetario, denominado en la divisa que queramos”, en este caso dólares estadounidenses. Otra opción son los fondos cotizados, ETF, con gran variedad de opciones e incluso con o sin apalancamiento.
Para los inversores con un estilo más de negociación a corto plazo, existen muchas plataformas que dan acceso a la intermediación de divisa normalmente con apalancamientos muy elevados (el típico es 100 veces), por lo que se recomienda solo para aquellos inversores más avanzados y especializados.
Existen también fondos de inversión especializados en inversión en divisas, como el DWS Invest Income Strategy Currency que diversifica su cartera en relación al PIB de la divisa vinculada, apostando por instrumentos a corto plazo.
En caso de que el inversor se decante por la exposición directa a una divisa “hay que prestar mucha atención a los costes de transacción, tanto las comisiones como a los márgenes que se queda el intermediario, que pueden acabar por engullir todos los retornos de la inversión”, comenta Enrique Díaz-Álvarez, director de estrategia de Ebury Partners. “Afortundamente, a día de hoy existen varias alternativas para operar a bajo coste”.Para los inversores más arriesgados, que estén mirando la posibilidad de tomar posiciones en otras divisas distintas del dólar, John J. Hardy, de Saxo Bank, recomienda huir de las monedas de países emergentes, así como de las economías de países relativamente pequeños, como Australia, Canadá, Suecia y Noruega, “que en los últimos años han inflado enormes burbujas de crédito y vivienda”.
3. Empresas de europeas exportadoras y estadounidenses
Aunque la Bolsa estadounidense está instalada en máximos históricos, la posibilidad de invertir en renta variable denominada en dólares puede resultar muy atractiva para los inversores europeos. Los expertos señalan que la economía norteamericana ha llevado acabo un importante proceso de desapalancamiento, y que los datos muestran una importante recuperación, lo que puede animar la revalorización de las empresas cotizadas. Además, la política de la Reserva Federal será prudente en la retirada de estímulos, acompasándola a datos fehacientes de una recuperación económica, como la mejora en la tasa de desempleo.
A la propia salud de la economía estadounidense respecto a la europea, se añade el factor divisa. Si el dólar se refuerza respecto al euro un 20% a lo largo de 2014, tal y como esperan algunos expertos, las inversiones en compañías estadounidenses realizadas desde Europa tendrán un plus de retorno añadido.
Por otra parte, las compañías europeas que tienen un perfil exportador también se pueden ver beneficiadas de la tendencia a un debilitamiento del euro, ya que podrían aumentar sus ventas internacionales al conseguir unos precios más competitivos por el efecto divisa. “En torno al 60% de las ventas de las empresas cotizadas europeas son fuera de la zona”, explica Beatriz Catalán, de Ibercaja Gestión. “Los sectores con más exposición a ventas en EE UU serían tecnología, salud, ocio, mientras que los menos afectados suelen ser bancos, aseguradoras y empresas de servicios públicos”, añade.
En España, la nueva tendencia en el mercado de divisas beneficiará a aquellas compañías que tienen fuertes ingresos en países cuya divisa se ha depreciado respecto al euro. Si la divisa europea se debilita respecto al dólar, empresas como Ferrovial, ACS, Santander o BBVA –que logran una buena porción de sus ingresos en Estados Unidos– saldrían reforzadas.
Para las filiales en Latinoamérica, dependerá de cómo aguanten las monedas de esta región la fuga de capitales que provocará la recuperación económica de Estados Unidos y Europa.