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Cuenta con Gilmar, Jones Lang Lasalle, Catella y Rimontgó

Sareb contrata cuatro inmobiliarias para comercializar su cartera de lujo

El banco malo cerrará su sociedad de gestión de alquileres

Juande Portillo

Sareb acaba de dar una nueva vuelta de tuerca a su estrategia comercial. Si bien en un primer momento la comercialización de sus inmuebles fue subcontratada a las entidades nacionalizadas y asistidas, aquellas que le traspasaron la carga, el banco malo está contratado ahora a nuevos agentes del mercado para mejorar sus resultados.

En concreto, Sareb ha acudido a cuatro importantes compañías inmobiliarias para garantizar la venta de los inmuebles de la cartera Paramount, aquella que contiene las joyas de la corona. Se trata de una selección, que irá creciendo, de 35 inmuebles de lujo, algunas valoradas en más de tres millones de euros, que suman un valor total de 38,2 millones.

Las inmobiliarias designadas son Gilmar, Jones Lang Lasalle y la alianza comercial sellada por Catella y Rimontgó. Un grupo escogido por su experiencia en el negocio de viviendas de alta gama, con peso específico en las diferentes regiones en que están enmarcados los inmuebles y con redes internacionales de captación de clientes. Las cuatro compañías trabajarán a comisión por comercializar distintas partes de la cartera, que incluye desde hoteles a pisos, pasando por suntuosas mansiones, repartidos por Baleares, la Costa del Sol, Cataluña y Madrid.

El ‘banco malo’ cerrará su nueva sociedad de alquileres

La sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria, Sareb, constituyó este verano la sociedad Sareb Residencial en Alquiler S. L. bajo el objeto social de “arrendamiento de viviendas situadas en territorio español”. Bajo un capital social de 3.000 euros y con Sareb como socio único, la firma quedó presidida por Olga Guitián Yustas, directora de Control Interno y Cumplimientos del banco malo. Óscar García Maceiras, secretario general y del Consejo de Sareb, ejerce a su vez como secretario de la nueva empresa. Ambos ocupan también cargos de consejeros de Sareb Residencial en Alquiler junto a Juan Barba Silvela, director de activos inmobiliarios de Sareb. Sin embargo, fuentes cercanas a la entidad indican que la nueva empresa será disuelta en breve ya que tras explorar sus posibilidades Sareb ha decidido gestionar el alquiler de inmuebles directamente.

Con más de 25 años de andadura, la española Gilmar está especializada en la comercialización de viviendas de lujo situadas en las mejores zonas de Madrid y la Costa del Sol. Acostumbrada a dar salida a inmuebles de entre dos y cinco millones de euros entre clientes nacionales e internacionales, Gilmar también colabora con Sareb en la venta de otros activos de menor calado.

Cotizada en la Bolsa de Nueva York, Jones Lang Lasalle es una compañía de servicios financieros especializada en el sector inmobiliario. La firma ha sido elegida por operar en 70 países con una red de 1.000 oficinas. La inmobiliaria, cuya web puede consultarse en castellano, inglés o chino, ofrece también algunos solares que Sareb vende en Madrid.

Finalmente, el último mandato ha sido concedido al tandem compuesto por las inmobiliarias Catella y Rimontgó. La primera de ellas, perteneciente a la multinacional Catella Group, pretende aprovechar su fuerte presencia en la Europa continental y su alianza con la consultora británica Strutt & Parker para dar salida a un conjunto de residencis de lujo localizadas en Mallorca, Alicante y un castillo en Bienés (Huesca).

Desde Rimontgó, presente en el mercado residencial de lujo desde 1959, destacan que su plataforma de marketing online, “líder en Europa”, y su exclusiva cartera de clientes han permitido, en apenas 15 días de comercialización, realizar ya múltiples visitas y recibir varias ofertas. Comercializan 16 activos en su web, que puede consultarse en castellano, inglés, alemán, francés, italiano y ruso.

“El tipo de clientes va desde empresarios, catedráticos a algún embajador y luego tenemos inversores en un porcentaje que va creciendo, especialmente en los últimos seis meses”, explica José Luis Pérez Cremades, director general de Gilmar. Los compradores internacionales, destaca, varían por zonas, con fortunas latinoamericanas cerrando operaciones en los barrios nobles de Madrid y magnates del centro y el norte de Europa en la Costa del Sol, ilustra.

“Podemos afirmar con rotundidad que el interés generado por la salida al mercado de estas propiedades ha sido muy alto, tanto por la calidad de las mismas, como por su situación – en las principales zonas turísticas – como por las condiciones de venta”, agregan desde Rimontgó.

La demanda reactiva la venta de deuda de Realia

La operación más ambiciosa lanzada hasta la fecha por Sareb fue el conocido como Proyecto Bermudas, con 1.200 millones de euros en créditos concedidos a las inmobiliarias cotizadas Metrovacesa, Colonial y Realia. Un movimiento estratégicamente relevante habida cuenta que dos terceras partes de la carga que la banca asistida traspasó al banco malo no son inmuebles, sino créditos. Con todo, los expertos del mercado se mostraron confiados en las posibilidades de Sareb a la hora de dar salida a esta cartera dado que el mercado de compra de deuda se ha mantenido mucho más activo que el puramente inmobiliario. De hecho, Sareb cerró en mayo la venta de un préstamo sindicado de Metrovacesa de 35 millones de euros. El gran salto, no obstante, llegó el pasado verano cuando en medio del renovado interés mostrado por los fondos internacionales ante la marca España, Sareb cerró la venta de un paquete de préstamos sindicados que mantenía con el Grupo Colonial valorado en 245 millones, que fue adjudicado a la firma Burlington Loan Management Limited.

La pata de Realia, sin embargo, había quedado en el aire en buena parte por el proceso de refinanciación de la deuda en el que Sareb jugó un papel importante evitando que incurriese en concurso de acreedores. Finalmente, sin embargo, fuentes cercanas a la operación confirman que Sareb está cerca de lograr vender una cartera de Realia que incluye un préstamo sindicado de 440 millones de euros y un crédito participativo de 115 millones más. La operación, que se ha podido retomar gracias a la pulsión compradora que están demostrando los grandes fondos de inversión estadounidenses, podría cerrarse de hecho en los próximos días.

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