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Nueva editorial y nuevos creadores

La nueva familia de Astérix y Obelix

"Asterix chez les Pictes" en una librería en París
BENOIT TESSIER (REUTERS)

Hoy se publica en todo el mundo el nuevo número de Astérix y Obelix. Es el primero en cinco años y las cosas han cambiado mucho en la trastienda del pueblo galo. Sus historietas han cambiado de padres y hasta de abuelos en este lustro. Ásterix y los Pictos, el título del nuevo tebeo, ha levantado mucha expectación y polémica. Albert Uderzo, el único padre vivo de las guerreras criaturas, decidió darlas en adopción en 2008 y el número 35 que se publica hoy será el primero con nueva editorial y nuevos creadores.

Uderzo, de 96 años, ha colgado los pinceles, pero no ha perdido del todo el control sobre sus legado. La última aventura gráfica en la aldea de Armórica es obra de Didier Conrad (1959). El dibujante francés, que vive en Estados Unidos, realizo su trabajo desde California. Pero bajo la estrecha tutela de Uderzo vía e-mail. El nuevo guionista, Jean Yves Ferri, ha tenido más libertad para contar la historia de los pictos, una pueblo de la antigua Escocia, al que viajarán los galos para descubrir el whisky, las gaitas y el monstruo del lago Ness.

El bastón editorial también ha cambiado de mano. El catálogo entero de los 34 números anteriores ha vendido 350 millones de ejemplares y ha sido traducido a 107 lenguas de los cinco continentes. La editorial sigue siendo Éditions Albert René, pero Uderzo, su cofundador, vendió en 2008 su paquete accionarial a Hachette Livre, la compañía que ya se encargaba de la distribución de los números antiguos. Hachette forma parte del gigante multinacional de la edición Lagardère, que resgistró el año pasado un volumen de negocio de 2.077 millones de y con presencia a ambos lados del Atlántico. En España está detrás de las marcas Bruño y Salvat.

Culebrón familiar y editorial

Uderzo comparte la paternidad de los héroes galos con René Goscinny, guionista original. Goscinny murió en 1977 dejando a medias el vigésimo el quinto álbum, 'Astérix en Bélgica'. Uderzo se encargó desde entonces de las dos tareas, dibujar y escribir. Y para controlar la publicación, los derechos y el merchandising de Astérix, creó en 1979 una empresa familiar a medias con los herederos del guionista y bautizada con los nombres de los dos padres fundadores: Éditions Albert René

Uderzo contrató poco después a su hija Sylvie, que empezó encargándose de la comunicación pero en una carrera fulgurante alcanzó la dirección general, además de hacerse con parte de las acciones. El control de la empresa quedaba así: 40% para el padre, 40% para la hija y 20% los herederos de Goscinny. En 2007 Uderzo despidió a su hija y ella denunció a su padre en los tribunales. Tan sólo un año después, Uderzo y los descendientes de Goscinny vendieron su parte a la editorial Hachette Livre.

El contrato de venta recogía una cláusula por la que se permitía la publicación de nuevas aventuras de Astérix cuando Uderzo muera o se retire. La hija del dibujante entendió que se había mancillado el espíritu de la obra y extiendió su batalla de los tribunales a la prensa. En una carta publicada en el diario Le Monde Sylvie llegó a comparar a Hachette con las tropas de Julio César intentando ocupar la Galia.

La justicia francesa le dio la razón en parte a la hija del dibujante. Éditions Albert René fue obligada a indemnizarla, pero el catálogo del pueblo galo más conocido de la historia seguirá en manos de la nueva editorial.

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