EE UU sube el techo de deuda en el último segundo y reabre el Gobierno
La dramática cuenta atrás para evitar la suspensión de pagos de EE UU concluyó esta madrugada, apenas unas horas antes de que se alcanzase el tope de endeudamiento federal de 16,7 billones de dólares, y puso un cierre momentáneo a la aguda crisis fiscal que ha vivido el país en los últimas dos semanas.
La medida, en todo caso, solo da unos meses de margen para aprobar un compromiso más duradero. En concreto, el Gobierno volvería a cerrar el 15 de enero y el techo de deuda se superará el 7 de febero, si antes no hay un acuerdo.
Después de que durante varias semanas la mayoría republicana del Congreso vetase los compromisos para elevar el tope de deuda y reabrir la Administración federal, finalmente esta madrugada el líder del grupo parlamentario accedió a someter a votación el cuardo bipartidista firmado por los líderes demócrata y republicano en el Senado, Harry Reid y Mitch McConnell.
El último de la larga lista de intentos del líder de la mayoría republicana en la Cámara, John Boehner, por redactar una propuesta que aglutinase el respaldo tanto de los republicanos moderados como de los más conservadores, el llamado Tea Party, volvió a fracasar. Boehner reconoció tiró la toalla y accedió a que se votase la propuesta del Senado. Algo que no había hecho hasta ahora pues el líder del grupo parlamentario no puede proponer una votación sin contar con el apoyo de dicho grupo. Y el Tea Party había bloqueado cualquier iniciativa en este sentido, impidiendo de hecho que los republicanos moderados votasen del lado demócrata.
“No hay motivo para votar 'no'”, dijo Boehner en una entrevista radiofónica esta tarde, en la que reconocía que, “simplemente, no ganamos” la batalla. La propuesta fue ratificada por 285 votos a favor y 144 en contra, con la oposición de los miembros del Tea Party, que consideran que la medida contribuye a aumentar la elevada deuda del país. En el Senado la norma había sido aprobada por una amplia mayoría de 81 votos frente a 18.
Poco después, pasadas las 12 de la noche en Washington, Barack Obama firmaba la norma y ésta entraba en vigor. A las 14.30 horas comparecerá públicamente para explicar el acuerdo. El presidente ofreció una breve declaración desde la Casa Blanca poco después de la votación del Senado en la que instó los legisladores “a que abandonen el hábito de gobernar de crisis en crisis” y anticipó que firmaría “inmediatamente” la norma en cuanto llegase a su despacho.
“Con suerte, la próxima vez, no se hará en el último minuto”, agregó el mandatario, en su llamado a los legisladores de ambos partidos a que trabajen conjuntamente para encontrar soluciones duraderas.
Harry Reid, líder demócrata en el Senado, comentó que “este compromiso que hemos alcanzado ofrecerá a nuestra economía la estabilidad que necesita desesperadamente (...) El país estuvo al borde del desastre. Pero finalmente los adversarios políticos dejaron de lado sus diferencias y desacuerdos para evitar el desastre”, afirmó tras la votación.
Más claro fue el senador por Arizona y excandidato presidencial republicano John McCain calificó lo sucedido estas dos semanas como “uno de los capítulos más vergonzosos” durante los años que ha pasado en el Congreso y denominó los debates como “una odisea agonizante”. El agrio debate ha puesto de relieve las tensiones internas dentro del partido, que ha sido el principal castigado por los ciudadanos, según la mayoría de las encuestas.
Fuera de la arena política, como resultado de estas negociaciones contrarreloj, más de 800.000 empleados federales se han quedado sin trabajo y sueldo durante más de dos semanas, mientras numerosos servicios y organismos dependientes del gobierno federal debieron cesar sus actividades ante la falta de fondos.
La negativa a subir el techo de deuda, además, amenazó con crear el caos en los mercados financieros, al exponer la deuda de Estados Unidos a un impago de imprevisibles consecuencias. De hecho, en las últimas sesiones los tipos de interés de la deuda con vencimiento en las próximas semanas habían subido en vertical.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, celebró la aprobación por el Congreso de la propuesta para elevar el tope de deuda ya que supone, dijo, “levantar la nube de incertidumbre que pende” sobre la economía del país. El Tesoro había advertido en los últimos días sobre las consecuencias “catastróficas” de que EE.UU se viese obligado a declararse por primera vez en su historia en suspensión parcial de pagos.