Pescanova ya tenía problemas de liquidez en 2012 según el hermano de Sousa
Fernando Fernández de Sousa, hermano del expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa, ha desvelado este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que la multinacional pesquera, que está en concurso de acreedores y con una deuda de más de 3.000 millones de euros, ya tenía problemas de tesorería en 2012.
Fernando Fernández de Sousa ha subrayado en las más de dos horas de interrogatorio que en las reuniones del consejo de administración de la pesquera de octubre y noviembre de 2012 se acordó “por todo el consejo la desinversión de activos” de la firma, como la venta de la filial de Chile, porque se preveía que no se podía atender al pago del crédito sindicado de marzo, según ha señalado el abogado de los accionistas afectados, Joaquín Yvancos a la salida de la Audiencia Nacional.
El hermano del expresidente de Pescanova ha negado durante su interrogatorio cualquier implicación en el falseamiento de las cuentas de la compañía, ya que ha explicado que se había enterado de todo lo que había pasado por la prensa cuando regresó a España tras sufrir un accidente en Quebec y que no había hablado con su hermano Manuel, con quien está distanciado debido al incumplimiento de compra de acciones al que había llegado en una de las empresas en la que participa, Sodeco.
Fernando Fernández de Sousa -imputado en esta causa, formaba parte de la comisión de auditoría de Pescanova desde el día de su fundación y era consejero desde los años 80- ha señalado que en las reuniones siempre estaban presentes el auditor externo y el interno.
Ha añadido que se había institucionalizado una pregunta a los auditores por parte del presidente de la comisión de auditoría, Robert Albert Williams, sobre si alguna vez se había puesto impedimento a la hora de facilitarles información y que siempre contestaban que había recibido toda la que había requerido.
Por ello, según las mismas fuentes, ha remarcado que si ha había algo malo y no ha salido a la luz los únicos que debían conocerlo o haberlo conocido eran los auditores.
Fernando Fernández de Sousa ha precisado que no sabía nada de la financiación irregular de Pescanova, que desde que estalló la crisis no ha tenido ninguna conversación por teléfono con su hermano y que de lo ocurrido se ha enterado por la prensa.
Por su parte, y según las mismas fuentes, José Antonio Pérez Nievas ha afirmado durante su declaración que es un perjudicado y que se enfadó porque no se pusiera nada en el acta del consejo del 27 febrero sobre el consejo del día del 25, en el que se habló de la existencia de problemas con la venta de Chile y con pagos en la tesorería.
En relación al presunto delito de uso de información relevante en la venta de acciones por la que está imputado -vendió 110.000 acciones a un precio medio de 17,02 euros, lo que le supuso unos ingresos superiores a los 1,87 millones y evitó una pérdida de más de 1,39 millones-, ha explicado que la orden de venta la dio cuatro horas antes de entrar en la reunión.
Ha detallado que se había guardado una parte de lo conseguido para pagar el crédito y otra para tener efectivo, pero como vio que se reanudaba la cotización de las acciones aprovechó para comprarlas a un tercio de su valor (las compró a 5 euros).
Manuel Fernández de Sousa, que hoy estaba citado a declarar por la sociedad ICS Holdings, ha detallado que -como ya había hablado sobre ICS Holding este martes cuando prestó declaración como imputado durante cerca de siete horas- se ratifica sobre todo lo que había dicho en su declaración, en la que apuntó que era el máximo responsable de esta sociedad.