Nasdaq Composite: Tecnología desatada
La tecnología inició en 2009 la gran tendencia alcista en la renta variable y no ha parado desde entonces. Se encuentra en la parte alta del canal alcista y sin signos de agotamiento. Dejando atrás los 3.800 puntos, su próximo objetivo está en los 4.250/90 puntos.
Nos vamos hoy a ver la gran tendencia del mundo de la tecnología. Si duda ninguna, el Nasdaq ha sido la punta de lanza de ejército alcista en las bolsas mundiales desde el año 2009 en sus dos versiones. Ya a primeros de marzo de aquel año, fueron quienes avisaron sobre el gráfico de una importante divergencia. Mientras el resto de bolsas trazaba nuevos mínimos decrecientes tras el escalofriante 2008, el Nasdaq Composite dibujaba un pequeño doble suelo en velas semanales sobre los 1.295/93 puntos, con mínimos diarios en los 1.268/65 puntos. Allí empezó todo.
Aquella divergencia en la tecnología fue la chispa que encendió la kilométrica tendencia que dura hasta la actualidad. La tecnología no ha perdido la iniciativa alcista desde entonces. Fueron los pioneros y continúan en primera línea de batalla abriendo brechas en las filas bajistas. Si ya vimos en el último análisis la extensa tendencia del S&P 500 desde el 2009, en el Nasdaq Composite observamos que ha ido todavía más allá. Ha ido siempre por delante de sus homólogas, tanto americanas como europeas, en sus objetivos de alcanzar y superar las grandes resistencias que tiene por delante.
Bien es cierto que aun no ha conseguido alcanzar los máximos históricos previos al estallido de la burbuja tecnológica del año 2000. Algo que sí ha conseguido el general Custer o el Káiser germano. Claro que estos no desarrollaron la espectacular subida vivida en la tecnología en el año 1999. En aquel año, el Nasdaq Composite subió un +85% hasta tocar los 4.127 puntos, para luego perderlos al año siguiente tras alcanzar máximos históricos en los 5.132 puntos. Dos años después, en 2002, el Nasdaq trazaba mínimos en los 1.108 puntos. Nivel próximo a los 1.265 puntos donde se inicia la actual tendencia de largo plazo que ayer cerró en los 3.815 puntos.
Un vasto canal alcista el trazado desde 2009 que lejos de parecer agotado mantiene una fuerza y ímpetu asombrosos. Ya en el año 2011, luchó denodadamente por superar los máximos del año 2007 sobre los 2.861 puntos. El resto de bolsas ni se acercaban a tan duras resistencias. Tras tocar los 2.887 puntos, la vertiginosa corrección veraniega de 2011 hizo fracasar a los alcistas. Un doble techo, perdiendo la directriz que le guiaba y el soporte horizontal de los 2.600 puntos llevaban al Nasdaq a buscar los 2.298 puntos en octubre de ese mismo año. Nivel desde donde comienza la última directriz acelerada y la ofensiva alcista que ha durado hasta hoy.
Ya a principios del año 2012 lograba alcanzar la subida libre y romper con claridad los máximos de 2007. Los 2.861/87 puntos quedaban perforados. El Nasdaq Composite volvía a avisar con mucha antelación y iba despejando el camino al resto de índices. Todo 2012 fue una lucha por defender el territorio conquistado a los osos. El difícil trámite de resistir en lo más alto, los intentos correctivos de los bajistas por echar abajo la ofensiva alcista a las resistencias clave del largo plazo. Provocar una falsa ruptura de la subida libre en otras palabras. Era un nivel idóneo para intentar poner fin a la gran tendencia. Entre los 2.726 y los 3.196 puntos estuvieron las refriegas. Se llegó a perder la directriz acelerada a finales de 2012. Fue recuperada rápidamente a final de año y en 2013 llegó la victoria definitiva.
En marzo del presente año, el Nasdaq Composite rompe los 3.200 puntos, iniciando una impresionante escalada apoyado sobre la directriz acelerada de la que termina alejándose con alzas de más del 26% en lo que llevamos de año. El vertical ascenso del presente año ha ido trazando máximos y mínimos crecientes, respetando los soportes horizontales que ha ido dibujando. La corrección del pasado mes de junio alcanzó los 3.294 puntos, sin llegar a los 3.200. Desde allí, la fuerte ofensiva veraniega de los toros le ha llevado a marcar máximos en los 3.819 puntos hace dos semanas.
Como el S&P 500, el Nasdaq ha alcanzado la parte superior del interminable canal alcista de fondo. Los últimos descensos desde allí le llevaron a los 3.650 puntos la semana pasada. Se recuperó de manera fulgurante, dejando un extenso martillo en vela semanal que promete romper con fuerza los últimos máximos y el canal de fondo. En el estricto corto plazo, mientras se mantenga por encima de los 3.573 puntos, podrá hacerlo. En el medio plazo, la tendencia iniciada en 2009 no se verá comprometida mientras se encuentre por encima de los 3.200/100 puntos, parte inferior del canal.
Solo por debajo del soporte horizontal los 2.800/700 puntos podremos pensar en un hipotético agotamiento de la tendencia. Algo que a día de hoy parece muy improbable. Los toros no perderán el control de la gran tendencia mientras el Nasdaq no pierda los 2.565 puntos, correspondientes al 50% de retroceso Fibonacci de toda la subida previa desde 2009. Si los toros logran rebasar con claridad la directriz superior del canal de fondo, dejando atrás los 3.800 puntos, su siguiente objetivo en el medio plazo está sobre los 4.250/90 puntos. Resistencia horizontal que hizo de frenó la recuperación del Nasdaq en el año 2000 tras el primer batacazo. Potencial de subida tiene por tanto la tecnología a pesar del fuerte despegue del presente año y de la dilatada tendencia que en 2014 cumple cinco años.