El encarecimiento del euro amenaza el tirón exportador
Uno de cada cuatro exportadores detecta una caída de pedidos en el tercer trimestre La competencia en precios se convierte en el primer obstáculo para las ventas
En julio de 2008, el 57% de las exportaciones iban dirigidas a países de la zona euro. Cinco años después y con una doble crisis entre medias, ese porcentaje ha bajado más de 10 puntos hasta situarse en el 46, 4% gracias al proceso de diversificación geográfica emprendido por la gran mayoría de empresas españolas. Frente al deterioro económico de la zona euro (en julio salió de una recesión que se ha prolongado durante año y medio), los países emergentes de Asia, África o América están creciendo a tasas muy elevadas, lo que ha llevado a muchos exportadores a redoblar esfuerzos para impulsar sus ventas a esas zonas.
Con lo que no contaban esas empresas es que en mitad de ese cambio, en el que han gastado una ingente cantidad de dinero en llevar sus bienes y servicios a destinos como Turquía, China, EE UU o Brasil, el euro iba a encarecerse frente a otras divisas. En los últimos cuatro meses, el euro se ha apreciado un 5,5% frente al dólar y a primeros de octubre alcanzó máximos anuales, por encima de la cuota de los 1,35 dólares. Un euro apreciado encarece las exportaciones españolas fuera de la zona euro ya que obliga a sus compradores a gastarse más dinero para adquirir bienes.
Un efecto que se ha dejado sentir en las estadísticas y en las encuestas. El último dato de comercio exterior, correspondiente a julio, refleja que las exportaciones tan solo crecieron un 1,8% respecto al mismo mes del ejercicio anterior, lo que supone el aumento más bajo registrado a lo largo de este año. Al mismo tiempo, las 1.750 compañías que Economía encuesta cada trimestre para conocer sus previsiones respecto a sus pedidos auguran que la demanda habría ido peor en el tercer trimestre que en el segundo. Se trata del primer descenso en cinco trimestres. De hecho, solo el 23,6% de los entrevistados preveía que sus pedidos iban a crecer entre julio y septiembre, nueve puntos menos que el porcentaje registrado entre abril y junio. Asimismo, el número de empresas que creen que la demanda bajará sube al 24,4%, 3,1 puntos más que en el segundo trimestre.
Otro factor que revela el deterioro es el hecho de que la competencia en precios se haya convertido, según los exportadores, en el principal factor que influye de manera negativa en las exportaciones. El 58,6% de los encuestados lo pone en primera posición y ya supera al precio del petróleo y de las materias primas, con un 58,2% y un 55,9% de las respuestas.
Petróleo más barato
Paradójicamente, el encarecimiento del euro es una muy buena noticia para sectores exportadores intensivos en el consumo de energía y dependientes de las compras de petróleo. Un euro caro abarata las compras de crudo y supone un alivio para las cuentas de sectores como el de bienes de equipo, muy intensivos en el consumo de crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba ayer en el entorno de los 110 dólares. Si se aplica el cambio de ayer (1,34), el coste de cada barril desciende hasta los 81 euros. En los Presupuestos de 2014, el Ejecutivo prevé que el cambio cierre en una media de 1,32 este año y de 1,24 este año, con un coste del barril en euros de 83,1 y 79,1, respectivamente.
Alimentos y bienes de equipo, los sectores más optimistas
La encuesta elaborada por el Ministerio de Economía muestra profundas diferencias entre las perspectivas de los grandes sectores exportadores.
El de bienes de equipo, el más importante por volumen de ventas (supone el 21% del total), y el de alimentos (con un 14,2% del total) auguran que el tercer trimestre se habría cerrado con un crecimiento de la demanda. Una de cada tres firmas consultadas prevé que sus pedidos habrían crecido entre julio y septiembre.
En el otro lado se sitúa el sector del automóvil, en el que el 28,1% de las compañías vaticina que los pedidos habrían descendido en el tercer trimestre. Una caída muy relacionada con el descenso del consumo en las grandes economías europeas, las principales compradoras del sector.
Las perspectivas de las empresas respecto a su cartera de pedidos varían mucho si es a doce meses. La mitad de las 1.750 compañías prevé un crecimiento de sus pedidos.
La competencia impide subir precios y obliga a tocar márgenes
La menor demanda prevista en el tercer trimestre y la competencia de otros países con menores costes labores y favorecidos por la devaluación de sus monedas ha impedido a las empresas españolas tocar sus precios de exportación al alza. Solo el 10% de las compañías habría subido los precios de sus bienes, mientras que el 20% de las encuestadas los habría bajado. Por sectores, el 25% de las empresas de alimentación habría optado por incrementar sus precios, el porcentaje más elevado entre las actividades consultadas. En el otro lado se sitúa las semimanufacturas no químicas, en el que el 26,3% habría optado por bajar precios.
La prevalencia de las bajadas sobre las subidas de precios habría tenido un impacto decisivo en los márgenes. El 65% de las empresas prevé que los márgenes permanecerán estables, mientras que el 27% prevé que los tendrá que bajar. El mayor descenso corresponde a alimentos, con un recorte del 35%.