España, de desierto a páramo educativo

1.- Los humanos replicamos. Lo que vemos en casa marca nuestras actuaciones. Si nuestra familia es del Atleti, es probable que nosotros también. Si comemos fruta, nuestros hijos probablemente coman fruta más que otros. Si leemos, es más probable que nuestros hijos lean. En Nada es Gratis, Antonio Cabrales apuntó un dato (a mi juicio) espectacular: la correlación entre los resultados en PISA de las CC AA en 2009 y la tasa de alfabetización en 1860 es de un 72%. Para profanos, el 72% de los resultados de PISA "se explican" por si nuestros tatarabuelos sabían o no leer.

2.- Confieso que no me leído el informe PIAAC. Ni soy, ni de lejos, un experto en educación. Solo he trasteado un poco con los datos, y he visto que, efectivamente, España es un páramo en términos educativos, fruto sobre todo del desastre de la posguerra: Las valoraciones en lectura de la generación de 55 a 65 años son un 88% de la media de la OCDE. Las de la generación de 16 a 25, un 94%. Los abuelos de países como Irlanda, Chipre, Polonia o Estonia tienen mejores puntuaciones que los jóvenes españoles recién salidos de la escuela.

3.- España es, tras Corea del Sur, el país que más ha mejorado relativamente su puntuación en matemáticas de la generación más mayor a la más joven: un alza de 37 frente a los 24 de media de la OCDE. La mayor parte de la mejora se da con la escolarización en los años 60; lógicamente es más sencillo aumentar cuando el punto de partida es un país del Tercer Mundo. Que es lo que era España.

Datos sobre la variación en competencia matemática entre la generación más jonen y menos:

4.- Por decirlo de otro modo, es complicado pasar de 10 a 100 sin pasar por el 50. La escuela no es una probeta en la que metes niños, profesores, dinero y sistema educativo y salen resultados. Están condicionados por la herencia y el entorno socioeconómico. Quizá pensemos que hoy hay más fracaso escolar que en décadas anteriores, pero quizá en décadas anteriores los chicos que suspenden todo, directamente, no estudiaban.

5.- Con todo, no hay excusa. Los resultados de PISA en comprensión lectora con padres universitarios son notablemente peores que la media. Los resultados de PIAAC siguen dejando a España en muy mal lugar y las generaciones que acaban de salir de la escuela secundaria siguen sufirendo una notable desventaja con otros países desarrollados. A mí, a pesar de hacer estudiado el bachillerato en la rama de letras, me escandaliza particularmente la complacencia con la que en este país la gente asume que no tiene ni remota idea de las matemáticas más básicas.

6.- En la generación más joven (nacidos entre 1989 y 1997) y la anterior (1979 a 1989) se aprecia un empeoramiento de las competencias matemáticas y un estancamiento de las lectoras. Aunque es una tendencia común en la OCDE, este es el dato que más nos debería preocupar. Países como Polonia son capaces de mejorar sus puntuaciones en las últimas generaciones a pesar de que parten de niveles relativamente confortables. Eso sí, también se pueden hacer las cosas peor: en Reino Unido o Estados Unidos las cifras indican un muy preocupante deterioro de las competencias en matemáticas y lectura entre estas generaciones.

6.- Es lamentable que políticos, periodistas y tertulianos varios hayan tardado aproximadamente medio minuto en culpar de los malos resultados a la reforma educativa de la Logse. Desde aquella época cada Gobierno plantea una reforma educativa, que sin excepción pivota sobre dos ejes principales y casi únicos: el idioma y la religión. Probablemente estas idas y venidas, este usar la educación como arma arrojadiza, haya sido peor que la peor de las leyes. Al final, los recorridos educativos los tienen que aplicar personas.

7.- ¿Y de la burbuja? No estoy en condiciones de responder qué efectos tuvo, pero lanzo la pregunta. Como acabamos de ver, la generación nacida entre los 70 y los 80 mejora respecto a la anterior, pero la nacida entre los 80 y los 90 muy poco. Ésta tenía entre 14 y 24 años cuando empezó la orgía inmobiliaria, ya saben, ésa en la que los encofradores ganaban más que los licenciados, no digamos ya que los investigadores. Sucede, además, que las comunidades que peor salen en PISA (en PIAAC no ha datos) son algunas de las más volcadas en el turismo y la construcción: Valencia, Baleares y Andalucía.

8.- Mucho se habla de la cultura del esfuerzo (que, personalmente, creo que en España está un tanto abandonada: en los despachos de las grandes empresas, en la clase política y quizá también en la escuela), les dejo una cita. "Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros". Es de Sócrates.

9.- Nunca me han gustado las soluciones fáciles. Los malos datos del PIAAC, como los malos de PISA indican que queda muchísimo por hacer en términos de educación. Pero resolverlo todo con si la culpa es de la Logse, de la burbuja, de ZP, de Mariano, de los nacionalistas, de la falta de presupuesto, de disciplina o de autonomía en las escuelas evidencia nuestras propias carencias educativas. No tengo la solución, ni un manifiesto preparado. Solo sé que, visto de donde partía España, tampoco se le pueden pedir peras al olmo.

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