La OCDE pide a España políticas para alcanzar niveles altos de rendimiento
La OCDE considera oportuno que España busque políticas que propicien que “una parte mayor” de los españoles logre alcanzar niveles más altos de rendimiento en comprensión lectora y matemáticas, y acercar así al país a la posición que ocupan otros estados desarrollados.
Esta consideración figura en el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los adultos (PIAAC, por su siglas en inglés), que evalúa el rendimiento lector y matemático de los adultos, y que sitúa a España e Italia a la cola de los países de la OCDE en las competencias de comprensión lectora y matemáticas, frente a Japón y Finlandia, que ocupan los primeros puestos.
“Sin las habilidades adecuadas las personas languidecen a los márgenes de la sociedad, el progreso tecnológico no se traduce en un crecimiento económico y los países no pueden competir en esta economía global de hoy en día que está tan interconectada”, ha dicho el secretario general adjunto de la OCDE, Yves Leterme, durante la presentación en Madrid del informe.
Leterme ha explicado que el objetivo del PIAAC es ayudar a los países a “construir las competencias y habilidades adecuadas” para que sus ciudadanos puedan obtener mejores puestos de trabajo y mejorar su calidad de vida.
Por ello, las conclusiones del informe subrayan que la posibilidad de obtener mejores resultados económicos y sociales cuando se combinan mayores niveles de estudios y más dominio de las competencias, “es una oportunidad que hay tratar de aprovechar en todo su potencial”.
“En 2013 y en el futuro no podemos desarrollar políticas inclusivas y justas y comprometer a toda la ciudadanía, si existe falta de competencias básicas que evitan una plena participación de los ciudadanos en la sociedad”, ha opinado Leterme, que ha añadido: “no podemos cambiar el pasado pero sí que tenemos posibilidades de afectar al futuro”.
El secretario general adjunto de la OCDE ha advertido además de que España tiene un promedio levemente inferior de participación en la educación de adultos y ha dicho que hay una “brecha importante” entre el índice de participación de adultos y la formación entre los altamente competentes y los que tienen menor competencia.
“A no ser que se hagan esfuerzos para asegurarnos de que los adultos que tiene baja competencia, tengan un mayor acceso a la formación, existe un riesgo de que la brecha siga incrementándose y de que los adultos con bajas competencias sean captados en un circulo vicioso que les excluya de mejorar sus habilidades y que no les permita encontrar un trabajo gratificante”, ha alertado.