Sus formas divertidas visten a medio mundo
Llevan 30 años diseñando ropa, zapatos, accesorios y, ahora también, visten la casa con un estilo que no deja indiferente. Todo es Desigual, singular y “No es lo mismo”
Al igual que el Barça, Desigual fue fundada por un suizo, e igual que el club catalán alardea de ser més que un club (más que un club) por su trascendencia social, la firma de ropa y accesorios, también catalana, presume de ser, más que una marca de moda, una filosofía de vida. Uno y otra tienen en común también una legión de fieles seguidores en todo el mundo, y ahí se acaban todas las similitudes entre ambos.
En el reparto internacional de clichés, a los suizos les tocó el de sosos y aburridos, de ahí que, cuando menos, genere cierta sorpresa que el padre de la idea de un estilo de ropa desenfadado que transmite alegría y optimismo y en el que la explosión del color y el atrevimiento son una baza muy importante de sus diseños, sea de esa nacionalidad.
Una vez colgado, ya se sabe lo difícil que resulta quitarse el sambenito, pero al repasar la biografía de Thomas Meyer, el hombre que nos ocupa, su historia tiene más sentido.
Con cuatro años se instala con su familia en Cataluña y entre sus gentes, que según los estereotipos también son de carácter contenido. A los veinte, Meyer se establece en Ibiza y descubre que “La vida es chula”, uno de los lemas más exitosos de Desigual, diseñando y vendiendo camisetas de playa en playa con enorme éxito.
Diseños que crean tendencia y moda para afianzar su expansión internacional
Desde el principio “siempre hemos querido transmitir esa idea de disfrutar de la vida, de contagiar alegría y optimismo, de marcar diferencias, y no solo en la estética”, explica Manuel Jadraque, director general de Desigual.
En la Isla Bonita nace el embrión de lo que sería más tarde la firma, fundada en 1984 y que debe su nombre a una idea de la directora Isabel Coixet. Pero no todo en la historia de Desigual le ha ido de cine.
Después de inaugurar la primera tienda propia, también en Ibiza, y estrenar el logotipo que aún les acompaña, firmado por el cantante Peret, “una serie de decisiones equivocadas pusieron en peligro nuestro futuro”.
Entre 1988 y 1990 sufrieron su propia travesía del desierto, en la que llegaron “al estrangulamiento financiero y la suspensión de pagos” y a una disyuntiva: “Desaparecer o remontar, y escogimos la segunda opción”.
Las tendencias no tienen edad
Cualquiera que se sienta joven de espíritu puede vestirse de Desigual.
Sus prendas se adaptan a multitud de estilos con una filosofía común: “Son una invitación al goce y una apuesta por la calidad”, señala la firma, y de ahí nacen las líneas para niños y bebés (Kids y Baby).
Ropa cómoda y resistente llena de color y diseños atrevidos para peques distintos.
En 1991 lanzan la colección Feel you sexy (Siéntete sexy) con un enorme éxito de ventas y, desde entonces, “No es lo mismo”, otro de los eslogan que acompañan a la marca, sobre todo cuando hoy dispone de 28 diseñadores y 120 creativos, entre ellos, el francés Christian Lacroix.
A punto de cumplir 30 años en el mercado, sus diseños acumulan premios, factura 700 millones de euros anuales y tiene 330 tiendas Desigual en todo el mundo, la última de ellas recién inaugurada en plena Quinta Avenida de Nueva York.
¿Y la crisis? “En los mercados del sur de Europa llevamos un año en que el consumo está en cifras negativas”, reconoce Jadraque, y aunque “las colecciones están funcionando muy bien gracias al efecto del turismo, que ha compensado bastante, el último año se ha notado”.
La motivación, la ilusión y la energía son algunas de las características que “definen la forma de trabajar en Desigual, buscamos mucho la participación de la gente”, y con esa “ilusión increíble y nervios de primerizos” han afrontado su primera presentación en la última edición de la New York Fashion Week, donde abrieron desfile y despertaron enorme expectación, con 500 periodistas de todo el globo acreditados en la pasarela.
“Con colecciones más elaboradas, que creen tendencia y moda”, esperan reforzar su presencia en EE UU, porque “es nuestro primer gran mercado exterior”, aunque “Milán, París y Nueva York se identifican muy bien con nuestro estilo”.
El crecimiento internacional, buenos productos y mejores colecciones son los objetivos de la firma, que mira a Japón, con siete tiendas allí, “como un mercado muy bueno y que compra moda”; ve a China “como un mercado difícil” y a Brasil, como “un destino muy Desigual”.
Marcando estilo hasta en la forma de trabajar
Un edificio de 24.000 metros cuadrados y 186 de longitud, el segundo más alto de Barcelona, acristalado y a pie de playa acoge a los casi 1.000 trabajadores de Desigual, quienes pueden presumir de trabajar de un modo distinto y siempre en espacios abiertos.
El hall de acceso ya dice mucho de su modus operandi. Punto de encuentro entre plantilla y visitantes, en él se puede trabajar con el portátil, tomar café o celebrar reuniones. Nadie tiene un puesto físico asignado y cada uno se sienta según tarea y proyecto asignado.
El objetivo es compartir y optimizar espacios y recursos. El trabajo en equipo, la comunicación y una gran conectividad lo hacen posible, claro que las puestas de sol del Mediterráneo pueden inspirar mucho.
Datos básicos
En cifrasMás de 3.800 personas de 85 nacionalidades distintas forman el equipo Desigual, lo que la convierte en una compañía global con oficinas en Nueva York, Hong Kong y Río de Janeiro, el año próximo, además de su sede central en Barcelona. Dispone de 330 tiendas y 68 franquicias, algunas de ellas en sitios tan distantes como Dubái, San Francisco, Shanghái o Singapur, además de una red de 132 e-tailers (minoristas electrónicos).
Crecimiento Con una evolución constante y una apuesta clara por la expansión internacional, la compañía ha registrado un crecimiento anual sostenido de más del 50%. Desigual vendió más de 22 millones de prendas a través de sus diferentes canales de venta en todo el mundo.
SostenibilidadEn las oficinas de Desigual prefieren lo digital al papel y se imprime solo lo imprescindible; para ahorrar energía disponen, entre otros, de un sistema de apagado automático, sensores de presencia y leds y/o fluorescentes de alta eficiencia, y para gestionar los residuos cuenta con un sistema integrado de gestión, puntos de reciclaje y contenedores.
LogísticaEntregan hasta 120.000 prendas en un día y pueden acumular hasta tres millones en sus almacenes automatizados, capaces de procesar 5.000 pedidos al tiempo con un plazo de entrega de 24 horas. Tienen tres centros de distribución: uno en Barcelona y los otros en New Jersey y Hong Kong, que dan servicio a los mercados norteamericano y asiático.