573.000 familias españolas no deben poner el lavavajillas mientras duermen
En concreto son 573.737 unidades las que se distribuyeron en nuestro país. Es decir, según datos facilitados por la propia empresa, esa sería la dimensión máxima del problema en España. Aunque la empresa estima que son menos "dado que no sabemos cuantos de ellos están aún en uso".
Las recomendación de Bosch Siemens a sus clientes afectados llega inmediatamente después que una web de la empresa identifica el número de serie de uno de los aparatos afectados. En ese momento se envía al correo electrónico facilitado por el afectado este mensaje : "Aviso importante: usted puede seguir utilizando su lavavajillas, aunque le recomendamos encarecidamente que utilice el electrodoméstico sólo bajo supervisión; cuando alguien esté en casa para vigilar su uso y en ningún caso mientras, por ejemplo, esté durmiendo. Por favor, preste atención a las instrucciones de seguridad del manual".
Un mensaje nada tranquilizador, pero con el que según la portavoz de Bosch Siemens, consultada por Cinco Días, tratan de extremar la precaución, "El nivel de riesgo es mínimo. Hemos decidido iniciar esta campaña como medida preventiva, ya que queremos que nuestros consumidores estén tranquilos de que nuestros productos son de la más alta calidad y siguen los estándares de seguridad establecidos", explica.
Y añaden, "en este aviso, sugerimos como medida de precaución que si el aparato está afectado no se use hasta que hayamos reparado el fallo, si no es bajo supervisión. Aunque las posibilidades de que algo ocurra son remotas, queremos estar 100% seguros de que el riesgo sea cero".
Cerca de 500.000 lavavajillas podrían estar afectados en Reino Unido
Los posibles problemas en los lavavajillas no solo afectan al mercado español. El pasado mes de marzo, el diario The Telegraph publicó que en Reino Unido había unos 479.000 electrodomésticos que podrían tener el mismo fallo. Una cifra elevada teniendo en cuenta que estos problemas fueron anunciados en el país en 2011, afectando entonces a 632.000 lavavajillas vendidos entre 1999 y comienzos de 2005. Bosh realizó una campaña en medios de comunicación para alertar de los posibles fallos, además de mandar entonces más de 850.000 cartas a sus clientes.
El grupo Bosch Siemens, propietario de las marcas de lavavajillas Bosch, Siemens, Neff, Balay y Lynx, decidió a finales de agosto poner en marcha de forma voluntaria una campaña de revisión preventiva para un número limitado de lavavajillas fabricados, entre 1999 y 2005, debido a un fallo en una pieza electrónica del panel de control.
"Según la empresa, "nuestro programa de control de calidad, que monitoriza el correcto funcionamiento de nuestros aparatos a lo largo de su vida útil, ha identificado que existe un componente electrónico en un número limitado de lavavajillas de las marcas Bosch, Siemens, Neff, Balay y Lynx que podría sobrecalentarse y en muy raras ocasiones causar un riesgo potencial de incendio".
Este programa voluntario en España es parte de una acción mucho más agresiva iniciada por el grupo Bosch Siemens en otros países. De hecho la prensa alemana habla de millones de unidades afectadas. Asegura que Bosch Siemens conocía el problema hace 4 años, ya que entonces hubo casos parecidos en Estados Unidos en donde se han producido 30 incendios de aparatos. Según el rotativo germano Die Welt, que califica la acción como la mayor revisión de defectos llevada a cabo por Bosch Siemens en su historia, el año pasado ya hubo una revisión voluntaria en Gran Bretaña.
La portavoz de Bosch Siemens en España asegura no tener datos sobre cuantos países además de España están afectados por el problema y explica que "no hemos puesto una fecha fin a esta acción de seguridad. Atenderemos todas las solicitudes de aquellos clientes que posean un lavavajillas afectado durante el tiempo que sea necesario"
Al tiempo que subraya respecto al coste que podría tener para Bosch Siemens el problema "lo más importante para la compañía es mantener el compromiso con los clientes en cuanto al mantenimiento de los más estrictos estándares de calidad y seguridad. Esto está por delante de cualquier coste que pudiera tener para el negocio".