El Banco de Inglaterra mantiene los tipos y su programa de estímulo
El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en el 0,5%, así como el importe de su plan de estímulos monetarios, que asciende a 375.000 millones de libras (441.175 millones de euros).
La institución, gobernada desde julio por el canadiense Mark Carney -el primer extranjero al cargo-, ha decidido, como se esperaba, no variar los tipos ni su programa de “alivio cuantitativo”, dotado con 375.000 millones de libras (442.000 millones de euros) para la compra de bonos públicos y privados.
La decisión del Comité respecto a los tipos ya se esperaba, pues Carney anunció el pasado agosto que se mantendrán en su valor presente, al que llegaron por primera vez en 2009, hasta que el desempleo se reduzca al 7 %, del 7,5 % actual.
El nuevo gobernador ha ligado por primera vez los tipos a la tasa de desempleo, en lugar de a la inflación, y ha introducido una nueva estrategia llamada “guía de previsión”, que consiste en informar al mercado de la futura evolución de los tipos para dar estabilidad y evitar excesivas especulaciones.
Así, se calcula que los tipos de interés en el Reino Unido podrían mantenerse en su mínimo histórico del 0,5 % hasta 2016, a no ser que la inflación, actualmente en el 2,8 %, se dispare.
Inversores en Londres han expresado su nerviosismo por la nueva política del banco central y el compromiso a largo plazo con los tipos, pues perciben que la economía se está recuperando, lo que podría justificar un alza.
Con varios indicadores económicos apuntando a un crecimiento de la economía británica, algunos analistas pronostican que los tipos tendrán que subir durante la primera mitad de 2015, antes de lo anticipado por Carney.
Sin embargo, el Banco de Inglaterra juzga que la recuperación del Reino Unido es aún frágil, y se produce además tras un largo periodo de crisis y recesión.
Tras una contracción a finales de 2012 y un crecimiento mínimo en los dos primeros trimestres de este año, la institución ha augurado un avance del 0,6 % en el tercer trimestre.
Para 2013, prevé que el producto interior bruto (PIB) crezca un 1,5 %, y un 2,7 % en 2014, lo que mejora en tres y ocho décimas, respectivamente, los pronósticos de su anterior análisis trimestral.