Almunia: “El duopolio es inaceptable en telefonía móvil”
Considera que en Europa hay margen para las fusiones transfronterizas Cree que el número de operadores se reducirá a medida que avancemos en el mercado único Avisa que si no se avanza hacia el mercado único cada vez habrá más 'visitantes' extranjeros
El Comisario europeo de Compentencia, Joaquín Almunia, inicia este mes la recta final de su mandato. Y en este quinto y último año en el cargo (hasta el 31 de octubre de 2014) le espera una oleada de fusiones multimillonarias, tras la “tregua” forzada por la crisis. La operación de Vodafone-Verizon anticipa esa nueva consolidación, con el sector de las telecomunicaciones a la vanguardia de ese proceso.
El sector pide a Bruselas que facilite la consolidación interna. Y Almunia, en una entrevista con CincoDías, tiende la mano. Pero fija condiciones. “Las fusiones transfronterizas generan menos preocupación”, sugiere. Y fija un límite a la consolidación dentro de las fronteras. En ningún país, salvo en alguno muy pequeño, permitirá que queden solo dos operadores en telefonía móvil.
Pregunta. La operación Vodafone-Verizon marca el inicio de una consolidación. ¿Qué supone esa tendencia?
Respuesta. Algunas de esas operaciones pasarán por aquí para ser analizadas. Son positivas si cumplen tres objetivos: mejorar el servicio, dar mayor calidad con precios razonables y la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías de manera eficaz. Hay que evitar que provoquen alzas de precios o una bajada de la calidad de los servicios.
P. En operaciones recientes, la CE ha sido estricta y ha impuesto condiciones duras. ¿Será más benévola ahora que hay movimientos de fuera de la UE?
R. No. Desde que la CE ejerce el control de las fusiones [1990], nunca se ha vetado una operación. Todas las decisiones han sido positivas, en cable y en móvil. Hemos puesto condiciones si veíamos que podía reducir la competencia. Resulta curioso que algunos operadores, en particular los más grandes, digan que nuestras decisiones son demasiado estrictas y, al mismo tiempo, algún estudio se queje de que la última fusión que hemos aprobado [Orange Austria con Hutchison] haya provocado un aumento de los precios antes de que se apliquen nuestras condiciones.
P. ¿Qué mercado tomará como referencia al valorar el impacto de una fusión, el europeo o el nacional?
R. Me encantaría que hubiera un mercado europeo. Pero en telefonía móvil, el mercado en Europa está organizado sobre la base nacional. Los precios, los servicios y los reguladores son nacionales. También los operadores, aunque algunos pertenezcan a grupos internacionales.
P. Entonces, ¿cuál es el margen de crecimiento de los grupos europeos?
R. Pueden fusionarse. Pero para que ciudadanos y empresas saquen provecho del potencial del sector, debemos avanzar hacia un mercado único: la Comisión adoptará la próxima semana medidas importantes. También las autoridades antitrust y los reguladores deben proteger la competencia. Las empresas podrían aprovechar mercados más amplios. Hay posibilidad de operaciones trasnacionales en la UE y más allá de sus fronteras.
P. En las transfronterizas, ¿la CE será más favorable?
R. No se trata de ser más o menos favorable. Una operación transfronteriza genera menos preocupación a priori que si dos operadores de un mismo país se fusionan.
P. Algunos analistas aseguran que la CE se resiste a fusiones que reduzcan el número de operadores nacionales a menos de cuatro.
R. No es cierto, en Europa hay países con menos de cuatro. Hemos autorizado una fusión que dejaba tres, en Austria o en Holanda. No tenemos una posición dogmática sobre el número. Aunque es verdad que el duopolio no es admisible.
P. Hay quien considera que el problema de la telefonía móvil en Europa es el exceso de operadores.
R. Estoy seguro de que a medida que avancemos hacia el mercado único, el número de operadores se reducirá. Eso es lógico. Pero el número de compañías depende de la estructura del mercado. Si tenemos 28 mercados nacionales, el número debe ser más elevado que con solo uno. Algunos de esos operadores son virtuales que, según mi experiencia, contribuyen a generar competencia y benefician a los clientes. Hay que recordar que en Francia, tras la entrada de un cuarto operador en móvil, la inversión aumentó. La presencia de bastantes operadores no es mala por sí misma.
P. La semana que viene Bruselas aprobará una nueva estrategia con el roaming internacional como foco.
R. El roaming es uno de los indicadores de la ausencia de un mercado europeo. Eliminar ese tipo de sobrecoste en los servicios entre países es uno de los pasos para crear ese mercado único.
P. ¿Si desaparece el roaming se puede hablar de un mercado único?
R. No. Es uno de los pasos, no el único.
P. ¿Cree que compartir redes puede ser una de las vías para avanzar en la integración de la telefonía móvil?
R. Sí, lo hemos analizado y en varios casos hemos dado el visto bueno.
P. En España Telefónica y Yoigo han sellado un acuerdo en este sentido.
R. Lo sé. Y en Francia también se ha logrado otro acuerdo. Y en Grecia hay una propuesta. Lo analizamos caso por caso, pero en general lo aceptamos.
P. Las telecos europeas se han quedado atrás respecto a EEUU, Japón o Corea del Sur pese a que la CE desea que sean competitivas a nivel mundial.
R. No nos estamos quedando atrás en cable. El retraso en 4G se debe a la adjudicación del espectro. No se trata de una traba económica o tecnológica, sino política. En muchos países no se ha puesto en marcha la adjudicación de ese espectro. Y debería hacerse cuanto antes.
“Alierta me informó de la operación en Alemania antes del verano”
P. La operación en marcha de Telefónica en Alemania reduce el número de operadores. ¿Qué le parece?
R. No tenemos la información. Antes del verano, el Sr [César] Alierta me llamó para comunicarme su intención de lanzar esa operación. Aún no ha sido notificada y estamos en fase de recibir la información. Debemos analizar el mercado y a partir de ahí tomar una decisión, eliminando los eventuales problemas de competencia si hay.
P. La misma situación hay en Irlanda.
R. Sobre la operación irlandesa hemos recibido más información. Pero aún estamos en fase preliminar.
P. ¿No cabe el riesgo de que al combatir el poder de los operadores europeos se acabe propiciando que caigan en manos de compañías estadounidenses, como AT&T, que también es un antiguo monopolio?
R. No libramos ningún combate contra una empresa por su dimensión. Es contra la falta de competencia, contra las barreras de entrada.
P. Parece que algunas compañías europeas tienen más fácil crecer fuera que en la UE.
R. Tienen el mismo tipo de facilidades. Pero si operan en Brasil lo hacen para un mercado de 200 millones de habitantes y en Bélgica de 10 millones. La cuestión es si se podrían extraer más sinergias y beneficios con un mercado único. Y la respuesta es sí.
P. Las empresas dicen ser favorables a ese mercado único.
R. Oigo opiniones que en la primera parte dicen que están a favor del mercado único y en la segunda parte, se contradicen.
P. ¿En que sentido se contradicen?
R. Porque a continuación defienden la existencia de un regulador nacional y que las condiciones del mercado se fijen a nivel nacional. Eso son obstáculos para el mercado europeo.
P. ¿Los reguladores nacionales protegen a sus compañías?
R. No es que las protejan, pero establecen condiciones diferentes de un país a otro. Y si queremos un mercado, necesitamos una sola regulación.
P. Algunos países parecen resistirse a que sus operadoras de telefonía sean compradas por inversores extranjeros.
R. Algunos accionistas han manifestado una posición negativa sobre la oferta de Slim por KPN. No sé si es porque creen que el precio es bajo, o que no quieren vender porque Slim no es holandés o europeo. Los accionistas no están obligados a vender.
P. Parece haber objeciones políticas.
R. Salvo problemas de interés nacional, como de defensa, debemos acostumbrarnos a inversores extranjeros. Mi única consideración es que si no avanzamos hacia el mercado único, tendremos cada vez más visitantes extranjeros.