El Gobierno italiano amenazado por el “chantaje” de Berlusconi
Il Cavaliere se resiste a abandonar la política con consecuencias nefastas para el parqué italiano. La enésima crisis de Gobierno se cierne sobre Italia y esto ha tenido un efecto inmediato en la economía italiana: la Bolsa de Milán cede un 2,5% y la prima de riesgo repunta seis puntos.
El Pueblo de la Libertad está dispuesto a agotar todos los cartuchos para salvar a su líder y ha amenazado con retirar el apoyo al Partido Democrático si la formación de Enrico Letta no vota en contra de la expulsión de Berlusconi del Senado.
Las amenazas del partido de Berlusconi han encontrado respuesta en sus socios de coalición. El secretario general del Partido Democrático (PD), Guglielmo Epifani, ha respondido hoy, desde las páginas de La Repubblica, a las exigencias del Pueblo de la Libertad declarando que “rechazan cualquier chantaje o ultimátum del PDL. Según Epifani la postura de su partido de votar a favor de la salida de Berlusconi del Senado no ha variado un ápice.
Más moderada fue la respuesta del primer ministro italiano. “¿Crisis de Gobierno? Sería una locura”, así valoraba Enrico Letta la posibilidad de que se rompa la coalición con el PDL. Letta ha hecho una llamada al sentido común para salvar la coalición que le mantiene en el Gobierno. Desde el PD insisten en que un cambio de Gobierno en estos momentos sería nefasto para la economía italiana ahora empieza a mostrar signos positivos.
Pero Berlusconi quiere agarrarse a la política hasta el final. Esa ha sido la consigna que ha salido de la cumbre de los líderes del PDL el pasado sábado.”Las elecciones serán inevitables si el Partido Democrático vota para sacar a Berlusconi y en el caso de que el Presidente Napolitano decida que no hay otra mayoría viable”, manifestó el senador Sandro Bondi en declaraciones al Corriere della Sera tras la reunión.
La votación en la que se va a decidir la continuidad de Berlusconi en el Senado tendrá lugar en octubre. Este el plazo del que dispone su partido para evitar que la condena de cuatro años por el fraude fiscal de Mediaset, conmutada a uno, retire a Berlusconi definitivamente de la política.
Por lo tanto, la continuidad de Berlusconi en la vida política se suma a los numerosos puntos de discrepancia ya existentes entre los socios de Gobierno. El impuesto sobre la primera vivienda, pendiente de votación para el próximo viernes, o los nuevos recortes en el gasto público son otras de las desavenencias entre ambas formaciones.